Samoa: primer triunfo en la historia del peor conjunto del planeta
Madrid, EFE
Podría ser el guión de una película. O el argumento de un libro. Pero es real. La selección de Samoa Americana, la última del ránking FIFA, aquella que contaba todos los partidos por humillantes derrotas, venció ayer por primera vez en su historia al superar a Tonga (2-1) en la fase de clasificación oceánica para el Mundial de Brasil. Las innumerables noches de tristeza y decepción se convirtieron por fin en alegría, como en las historias felices.
Ocurrió en el Toleafoa J.S. Blatter Complex, en Apia, en medio del Océano Pacífico, hasta donde el fútbol llegó a mediados de los 80 para instalarse entre los habitantes de este archipiélago de islas volcánicas pertenecientes a Estados Unidos pero no incorporados a su territorio. Con sólo 60.000 habitantes, los deportes más practicados son los acuáticos, el fútbol americano y la lucha libre. De la selección de fútbol habían llegado noticias, pero todas ellas negativas.
La FIFA la reconoció oficialmente en 1983 y desde entonces no ha hecho otra cosa que perder. Y casi siempre de forma apabullante. En 2001, sin ir más lejos, cayó por 31-0 en Australia en un partido clasificatoria para el Mundial del año siguiente. Fue la derrota más abultada de la historia del fútbol y ese particular registro todavía sigue hoy vigente.
La visita de Tonga hacía presagiar una nueva deshonra, pero esta vez todo fue distinto. Los goles de Ott y Ruani obraron el milagro. Los pocos aficionados presentes brindaron con kava y comieron pisupo y palusami. Como en las grandes ocasiones. Como aquella en que su país ganó por vez primera al fútbol.
Podría ser el guión de una película. O el argumento de un libro. Pero es real. La selección de Samoa Americana, la última del ránking FIFA, aquella que contaba todos los partidos por humillantes derrotas, venció ayer por primera vez en su historia al superar a Tonga (2-1) en la fase de clasificación oceánica para el Mundial de Brasil. Las innumerables noches de tristeza y decepción se convirtieron por fin en alegría, como en las historias felices.
Ocurrió en el Toleafoa J.S. Blatter Complex, en Apia, en medio del Océano Pacífico, hasta donde el fútbol llegó a mediados de los 80 para instalarse entre los habitantes de este archipiélago de islas volcánicas pertenecientes a Estados Unidos pero no incorporados a su territorio. Con sólo 60.000 habitantes, los deportes más practicados son los acuáticos, el fútbol americano y la lucha libre. De la selección de fútbol habían llegado noticias, pero todas ellas negativas.
La FIFA la reconoció oficialmente en 1983 y desde entonces no ha hecho otra cosa que perder. Y casi siempre de forma apabullante. En 2001, sin ir más lejos, cayó por 31-0 en Australia en un partido clasificatoria para el Mundial del año siguiente. Fue la derrota más abultada de la historia del fútbol y ese particular registro todavía sigue hoy vigente.
La visita de Tonga hacía presagiar una nueva deshonra, pero esta vez todo fue distinto. Los goles de Ott y Ruani obraron el milagro. Los pocos aficionados presentes brindaron con kava y comieron pisupo y palusami. Como en las grandes ocasiones. Como aquella en que su país ganó por vez primera al fútbol.