Rusia lanza la versión eurasiática de la Unión Europea
Moscú, EFE
Rusia lanzó hoy junto a Bielorrusia y Kazajistán la versión eurasiática de la Unión Europea, una organización supranacional cuyo fin es acoger en su seno a las antiguas repúblicas soviéticas.
"La prioridad es garantizar la libre circulación de mercancías, capitales y mano de obra en nuestro espacio. No somos un conglomerado de países aislados, sino tres países con una historia común", aseguró el presidente ruso, Dimitri Medvédev.
La Unión Euroasiática será inicialmente un mercado de unos 165 millones de personas en un territorio que se extenderá del mar Báltico al océano Pacífico, tendrá frontera con China y albergará ingentes recursos energéticos.
Este anuncio tiene lugar en vísperas del 20 aniversario de la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), lo que ha llevado a algunos políticos a acusar al Kremlin de intentar revivir el antiguo Estado totalitario comunista.
"¿Cómo se puede hablar de una reencarnación de la URSS? La Unión Soviética existió merced a un sistema administrativo y de mando muy severo, con una absoluta propiedad estatal sobre los medios de producción y la ideología comunista como armazón", replicó Nursultán Nazarbáyev, presidente kazajo.
El jefe del Kremlin y Nazarbáyev dieron hoy el primer paso en la formación de la nueva unión al firmar en Moscú junto al líder bielorruso, Alexandr Lukashenko, un documento para la creación de una Comisión Económica Eurasiática (CEE).
"No albergo ningún temor (...), tendremos en mente la experiencia de la Unión Europea. Lograremos evitar sus problemas", dijo Medvédev, quien con todo calificó de "exitosa" la experiencia de los Veintisiete pese a los actuales problemas de deuda.
La CEE se regirá por las normas vigentes en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y estará abierta a la adhesión de otros países.
"Estamos abiertos a todos los que comprendan la ventaja de la unión de nuestros potenciales. Esta unión determinará sin lugar a dudas el futuro de nuestros países", dijo.
La comisión se encargará de dirigir los procesos integradores regionales en el marco de las organizaciones ya existentes: Unión Aduanera y Espacio Económico Común.
"Será una comisión en la que todos tendrán los mismos derechos. Los principios de su funcionamiento serán democráticos y de mercado", dijo Medvédev.
Descartada Georgia, la centroasiática Kirguizistán ya ha expresado su interés en adherirse, mientras Ucrania parece más inclinada a crear una zona de libre comercio con los Veintisiete.
"La próxima etapa será la creación en 2015 de una Unión Económica Eurasiática. Si se dan las condiciones, avanzaremos más rápido, si es que podemos", añadió Medvédev, que suscribió también con sus colegas una declaración, u hoja de ruta, de integración regional.
El líder ruso rindió tributo a Nazarbáyev, "el creador de esta idea en los difíciles años 90, cuando hasta la palabra integración era interpretada como parte del léxico soviético", dijo.
Nazarbáyev insistió en que el objetivo de la Unión Eurasiática es puramente pragmático.
"Si hablamos de hechos, en un año de funcionamiento de la Unión Aduanera, los intercambios entre nuestros países aumentaron en un 40 por ciento. Nunca había ocurrido algo igual", dijo.
Nazarbáyev, el mayor abanderado de la integración regional entre los nacionalistas dirigentes postsoviéticos, propuso renunciar al dólar en el comercio regional.
"No voy a esconder que hemos hablado de que ahora hay que pasar a comerciar en nuestras propias divisas en grandes operaciones comerciales, usando el tengue kazajo y los rublos ruso y bielorruso", indicó.
Y recordó que han pasado sólo cinco años desde que los tres países firmaran un documento sobre integración supranacional en Sochi, el balneario del mar Negro.
"La Unión Europea tardó 40 años", aseveró Nazarbáyev.
Mientras, Lukashenko aseguró que la Unión Euroasiática aspira a una cooperación entre sus miembros similar a la que existe en la UE en el plano político, económico y militar.
Al mismo tiempo, aseguró que ni Bielorrusia, ni el resto de países "pierden soberanía" al integrarse en la Unión Eurasiática, que se propone contar en el futuro con un Parlamento como el europeo.
El primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, considerado un nostálgico de la URSS, propuso el mes pasado en un artículo en el diario "Izvestia" crear una Unión Económica Eurasiática en la que se eliminarían las "fronteras interiores".
Según los analistas, Putin -quien espera volver al Kremlin el año que viene- es consciente de que la integración es el único medio que tiene Rusia de sobrevivir como potencia mundial, hacer frente a Occidente y al creciente empuje de China, y resistir el embate de nuevas crisis financieras.
Rusia lanzó hoy junto a Bielorrusia y Kazajistán la versión eurasiática de la Unión Europea, una organización supranacional cuyo fin es acoger en su seno a las antiguas repúblicas soviéticas.
"La prioridad es garantizar la libre circulación de mercancías, capitales y mano de obra en nuestro espacio. No somos un conglomerado de países aislados, sino tres países con una historia común", aseguró el presidente ruso, Dimitri Medvédev.
La Unión Euroasiática será inicialmente un mercado de unos 165 millones de personas en un territorio que se extenderá del mar Báltico al océano Pacífico, tendrá frontera con China y albergará ingentes recursos energéticos.
Este anuncio tiene lugar en vísperas del 20 aniversario de la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), lo que ha llevado a algunos políticos a acusar al Kremlin de intentar revivir el antiguo Estado totalitario comunista.
"¿Cómo se puede hablar de una reencarnación de la URSS? La Unión Soviética existió merced a un sistema administrativo y de mando muy severo, con una absoluta propiedad estatal sobre los medios de producción y la ideología comunista como armazón", replicó Nursultán Nazarbáyev, presidente kazajo.
El jefe del Kremlin y Nazarbáyev dieron hoy el primer paso en la formación de la nueva unión al firmar en Moscú junto al líder bielorruso, Alexandr Lukashenko, un documento para la creación de una Comisión Económica Eurasiática (CEE).
"No albergo ningún temor (...), tendremos en mente la experiencia de la Unión Europea. Lograremos evitar sus problemas", dijo Medvédev, quien con todo calificó de "exitosa" la experiencia de los Veintisiete pese a los actuales problemas de deuda.
La CEE se regirá por las normas vigentes en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y estará abierta a la adhesión de otros países.
"Estamos abiertos a todos los que comprendan la ventaja de la unión de nuestros potenciales. Esta unión determinará sin lugar a dudas el futuro de nuestros países", dijo.
La comisión se encargará de dirigir los procesos integradores regionales en el marco de las organizaciones ya existentes: Unión Aduanera y Espacio Económico Común.
"Será una comisión en la que todos tendrán los mismos derechos. Los principios de su funcionamiento serán democráticos y de mercado", dijo Medvédev.
Descartada Georgia, la centroasiática Kirguizistán ya ha expresado su interés en adherirse, mientras Ucrania parece más inclinada a crear una zona de libre comercio con los Veintisiete.
"La próxima etapa será la creación en 2015 de una Unión Económica Eurasiática. Si se dan las condiciones, avanzaremos más rápido, si es que podemos", añadió Medvédev, que suscribió también con sus colegas una declaración, u hoja de ruta, de integración regional.
El líder ruso rindió tributo a Nazarbáyev, "el creador de esta idea en los difíciles años 90, cuando hasta la palabra integración era interpretada como parte del léxico soviético", dijo.
Nazarbáyev insistió en que el objetivo de la Unión Eurasiática es puramente pragmático.
"Si hablamos de hechos, en un año de funcionamiento de la Unión Aduanera, los intercambios entre nuestros países aumentaron en un 40 por ciento. Nunca había ocurrido algo igual", dijo.
Nazarbáyev, el mayor abanderado de la integración regional entre los nacionalistas dirigentes postsoviéticos, propuso renunciar al dólar en el comercio regional.
"No voy a esconder que hemos hablado de que ahora hay que pasar a comerciar en nuestras propias divisas en grandes operaciones comerciales, usando el tengue kazajo y los rublos ruso y bielorruso", indicó.
Y recordó que han pasado sólo cinco años desde que los tres países firmaran un documento sobre integración supranacional en Sochi, el balneario del mar Negro.
"La Unión Europea tardó 40 años", aseveró Nazarbáyev.
Mientras, Lukashenko aseguró que la Unión Euroasiática aspira a una cooperación entre sus miembros similar a la que existe en la UE en el plano político, económico y militar.
Al mismo tiempo, aseguró que ni Bielorrusia, ni el resto de países "pierden soberanía" al integrarse en la Unión Eurasiática, que se propone contar en el futuro con un Parlamento como el europeo.
El primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, considerado un nostálgico de la URSS, propuso el mes pasado en un artículo en el diario "Izvestia" crear una Unión Económica Eurasiática en la que se eliminarían las "fronteras interiores".
Según los analistas, Putin -quien espera volver al Kremlin el año que viene- es consciente de que la integración es el único medio que tiene Rusia de sobrevivir como potencia mundial, hacer frente a Occidente y al creciente empuje de China, y resistir el embate de nuevas crisis financieras.