Roma superó a Lecce jugando bien pero arriesgando más de lo debido
Roma, Espn
En el estadio Olímpico de esta capital, con goles de Miralem Pjanic y Fernando Gago, Roma le ganó de local a Lecce por 2 a 1 y, de esta manera, se trepó al quinto escalón de la tabla, que ocupa con 17 unidades.
Los rojoamarillos, en cambio, que por su parte descontaron con un tanto de Andrea Bertolacci, se quedaron con 8 puntos y siguen en anteúltima posición, en zona descenso.
El resultado fue justo y, en realidad, la Loba hubiera podido hasta golear, si bien terminó el partido arriesgando algo, de manera inesperada. En efecto, desde el inicio los locales se movieron mucho mejor, fueron dueños de la maniobran y crearon una buena cantidad de ocasiones peligrosas.
La diferencia la hicieron los tres volantes, Pjanic, Gago y De Rossi, y sobre todo Taddei, quien jugó un partidazo por izquierda, desde adonde llegaron las cosas mejores de su equipo, y en definitiva fue la figura del partido.
El brasilero fue justamente el que creó la primera grande chance de gol, con una asistencia para Pjanic, quien no alcanzó el balón por cuestión de centímetros, misma jugada que se repitió pocos minutos más tarde, cuando Taddei puso el centro al medio pero esta vez fue Bojan quien no logró desviar desde pocos pasos.
Por ese costado Lecce sufrió muchísimo y la Loba lo aprovechó con inteligencia, pasando por ahí para poner el 1 a 0. En la ocasión, tras una jugada muy larga de los giallorossi, con la pelota que pasó más de una vez de un lado para el otro, Taddei tiró una gran pared con De Rossi, llegó casi al fondo por izquierda y nuevamente la tocó baja hacia el centro, pero esta vez Pjanic no falló y pudo gritar su primer gol en Serie A.
A pesar del resultado, el guión no cambió y el conjunto de Di Francesco en todo el primer tiempo pudo apenas asomarse en la mitad de la cancha romanista, a parte un remate un poco insidioso de Olivera desde la larga distancia, mientras que el equipo local siguió dominando y creando ocasiones de gol, que falló malamente, como cuando Bojan se tropezó sobre si mismo y no pudo mandar a guardar un balón que había solamente que "soplar" como a una velita de cumpleaños.
En el complemento las cosas siguieron iguales y al octavo minuto Roma finalmente encontró el gol de la seguridad, con un buen derechazo de Gago desde unos treinta metros que tomó una comba rara, rebotó adelante de Julio Sergio, engañándolo, y terminó por meterse a la derecha del portero rival, que sin dudas tuvo alguna responsabilidad en la ocasión.
Lo que pasó en los siguientes siete minutos fue increíble, porque los muchachos de Luis Enrique fallaron tres clarísimas ocasiones, con tres mano a mano que Lamela, Osvaldo y bojan desperdiciaron de manera increíble, mientras que Lecce, a la primera ocasión, descontó.
El gol d¡fue de Bertolacci: asistido por Grossmüller, el delantero visitante gozó de mucho espacio para controlar el balón, encararlo a Stekelenburg y para definir con un toque fino por arriba de la salida baja del portero.
Enseguida después la Loba arriesgó de hundirse a pique, cuando Cuadrado recibió en buena posición pero disparó mal, enviado el balón por arriba. El colombiano, unos diez minutos más tarde, tuvo otra chance muy parecida para anotar, pero otra vez más su puntería fue errada, esta vez enviando el esférico sobre el fondo a la derecha del arquero local.
Antes y después de esa situación favorable para Lecce, fue solo Roma, como en todo el resto del partido. Los giallorossi no sólo hubieran merecido anotar por lo menos otro gol, sino que en realidad lo anotaron, con una chilena impresionante de Osvaldo (hubiera sido el mejor gol del año), pero el juez de línea señaló un inexistente posición adelantada y el referí se vio encargado de parar el festejo del italo-argentino, anulando el golazo.
Al final, a pesar de todas las ocasiones, el match terminó por 2 a 1, con un grande espectáculo de Roma que, sin embargo, otra vez más terminó por sufrir más de lo debido, denotando su necesidad de crecer aún y de mejorar sobre el plano de la personalidad, si bien el de la técnica y el de la táctica ya parecen estar a un excelente nivel.
En el estadio Olímpico de esta capital, con goles de Miralem Pjanic y Fernando Gago, Roma le ganó de local a Lecce por 2 a 1 y, de esta manera, se trepó al quinto escalón de la tabla, que ocupa con 17 unidades.
Los rojoamarillos, en cambio, que por su parte descontaron con un tanto de Andrea Bertolacci, se quedaron con 8 puntos y siguen en anteúltima posición, en zona descenso.
El resultado fue justo y, en realidad, la Loba hubiera podido hasta golear, si bien terminó el partido arriesgando algo, de manera inesperada. En efecto, desde el inicio los locales se movieron mucho mejor, fueron dueños de la maniobran y crearon una buena cantidad de ocasiones peligrosas.
La diferencia la hicieron los tres volantes, Pjanic, Gago y De Rossi, y sobre todo Taddei, quien jugó un partidazo por izquierda, desde adonde llegaron las cosas mejores de su equipo, y en definitiva fue la figura del partido.
El brasilero fue justamente el que creó la primera grande chance de gol, con una asistencia para Pjanic, quien no alcanzó el balón por cuestión de centímetros, misma jugada que se repitió pocos minutos más tarde, cuando Taddei puso el centro al medio pero esta vez fue Bojan quien no logró desviar desde pocos pasos.
Por ese costado Lecce sufrió muchísimo y la Loba lo aprovechó con inteligencia, pasando por ahí para poner el 1 a 0. En la ocasión, tras una jugada muy larga de los giallorossi, con la pelota que pasó más de una vez de un lado para el otro, Taddei tiró una gran pared con De Rossi, llegó casi al fondo por izquierda y nuevamente la tocó baja hacia el centro, pero esta vez Pjanic no falló y pudo gritar su primer gol en Serie A.
A pesar del resultado, el guión no cambió y el conjunto de Di Francesco en todo el primer tiempo pudo apenas asomarse en la mitad de la cancha romanista, a parte un remate un poco insidioso de Olivera desde la larga distancia, mientras que el equipo local siguió dominando y creando ocasiones de gol, que falló malamente, como cuando Bojan se tropezó sobre si mismo y no pudo mandar a guardar un balón que había solamente que "soplar" como a una velita de cumpleaños.
En el complemento las cosas siguieron iguales y al octavo minuto Roma finalmente encontró el gol de la seguridad, con un buen derechazo de Gago desde unos treinta metros que tomó una comba rara, rebotó adelante de Julio Sergio, engañándolo, y terminó por meterse a la derecha del portero rival, que sin dudas tuvo alguna responsabilidad en la ocasión.
Lo que pasó en los siguientes siete minutos fue increíble, porque los muchachos de Luis Enrique fallaron tres clarísimas ocasiones, con tres mano a mano que Lamela, Osvaldo y bojan desperdiciaron de manera increíble, mientras que Lecce, a la primera ocasión, descontó.
El gol d¡fue de Bertolacci: asistido por Grossmüller, el delantero visitante gozó de mucho espacio para controlar el balón, encararlo a Stekelenburg y para definir con un toque fino por arriba de la salida baja del portero.
Enseguida después la Loba arriesgó de hundirse a pique, cuando Cuadrado recibió en buena posición pero disparó mal, enviado el balón por arriba. El colombiano, unos diez minutos más tarde, tuvo otra chance muy parecida para anotar, pero otra vez más su puntería fue errada, esta vez enviando el esférico sobre el fondo a la derecha del arquero local.
Antes y después de esa situación favorable para Lecce, fue solo Roma, como en todo el resto del partido. Los giallorossi no sólo hubieran merecido anotar por lo menos otro gol, sino que en realidad lo anotaron, con una chilena impresionante de Osvaldo (hubiera sido el mejor gol del año), pero el juez de línea señaló un inexistente posición adelantada y el referí se vio encargado de parar el festejo del italo-argentino, anulando el golazo.
Al final, a pesar de todas las ocasiones, el match terminó por 2 a 1, con un grande espectáculo de Roma que, sin embargo, otra vez más terminó por sufrir más de lo debido, denotando su necesidad de crecer aún y de mejorar sobre el plano de la personalidad, si bien el de la técnica y el de la táctica ya parecen estar a un excelente nivel.