Protesta alrededor de la Casa Blanca contra la construcción de un oleoducto
Washington, EP
Miles de personas han rodeado la Casa Blanca este domingo para protestar contra la construcción de un oleoducto entre Estados Unidos y Canadá, en un intento de presionar al presidente estadounidense, Barack Obama, para que cancele el proyecto.
Los manifestantes han rodeado la sede presidencial vestidos con chalecos naranjas en los que podía leerse: "Parad el oleoducto". Muchos de ellos llevaban pancartas que rezaban: "Parad el oleoducto, sí podemos", en alusión al lema de la campaña de Obama para las elecciones de 2008.
Esta multitud argumenta que la construcción del oleoducto causará un grave daño medioambiental. "Debemos dejar esos recursos donde están, es la única solución si queremos salvar el planeta", ha explicado Martin Springhetti, un profesor jubilado de Pennsylvania.
Además, muchos de los manifestantes han asegurado que su apoyo a Obama en las presidenciales del próximo año dependerá de la decisión que el presidente adopte sobre la construcción de este oleducto.
No obstante, el presidente defiende que este proyecto cumplirá con su objetivo de diversificar las fuentes de energía del país, así como con el de crear más puestos de trabajo, uno de sus principales retos de cara a la cita electoral de 2012.
Así, el portavoz de la Casa Blanca ha indicado que en la toma de esta decisión deberán tenerse en cuenta aspectos como la seguridad energética y la economía, aunque ha reconocido que hay otros "aspectos críticos", como "el cambio climático y el impacto sobre la salud pública y los recursos naturales".
En la misma línea, la empresa encargada del proyecto, TransCanada, ha criticado la actitud de los manifestantes al considerar que no están contemplando los 20.000 puestos de trabajo que podría generar en Estados Unidos, cuya tasa de paro supera el nueve por ciento.
Además, ha advertido de las consecuencias que podría tener la paralización del proyecto, en el contexto de los conflictos en Oriente Próximo y de la creciente influencia de Venezuela como proveedor de combustible de la región.
Miles de personas han rodeado la Casa Blanca este domingo para protestar contra la construcción de un oleoducto entre Estados Unidos y Canadá, en un intento de presionar al presidente estadounidense, Barack Obama, para que cancele el proyecto.
Los manifestantes han rodeado la sede presidencial vestidos con chalecos naranjas en los que podía leerse: "Parad el oleoducto". Muchos de ellos llevaban pancartas que rezaban: "Parad el oleoducto, sí podemos", en alusión al lema de la campaña de Obama para las elecciones de 2008.
Esta multitud argumenta que la construcción del oleoducto causará un grave daño medioambiental. "Debemos dejar esos recursos donde están, es la única solución si queremos salvar el planeta", ha explicado Martin Springhetti, un profesor jubilado de Pennsylvania.
Además, muchos de los manifestantes han asegurado que su apoyo a Obama en las presidenciales del próximo año dependerá de la decisión que el presidente adopte sobre la construcción de este oleducto.
No obstante, el presidente defiende que este proyecto cumplirá con su objetivo de diversificar las fuentes de energía del país, así como con el de crear más puestos de trabajo, uno de sus principales retos de cara a la cita electoral de 2012.
Así, el portavoz de la Casa Blanca ha indicado que en la toma de esta decisión deberán tenerse en cuenta aspectos como la seguridad energética y la economía, aunque ha reconocido que hay otros "aspectos críticos", como "el cambio climático y el impacto sobre la salud pública y los recursos naturales".
En la misma línea, la empresa encargada del proyecto, TransCanada, ha criticado la actitud de los manifestantes al considerar que no están contemplando los 20.000 puestos de trabajo que podría generar en Estados Unidos, cuya tasa de paro supera el nueve por ciento.
Además, ha advertido de las consecuencias que podría tener la paralización del proyecto, en el contexto de los conflictos en Oriente Próximo y de la creciente influencia de Venezuela como proveedor de combustible de la región.