Mueren diecisiete personas a manos de las fuerzas leales al Gobierno sirio, según la oposición
El Cairo, EFE
Al menos 17 personas murieron hoy en Siria, la mayoría de ellas en la provincia de Homs (centro del país) en ataques de las fuerzas fieles al régimen de Bachar al Asad, informaron los grupos opositores.
El mayor número de víctimas se registró, un día más, en Homs, principal bastión de los rebeldes, donde 14 personas perdieron la vida, según los Comités de Coordinación Local.
Cinco de los fallecidos en esta provincia fueron asesinados cuando regresaban de trabajar en un minibús en la carretera hacia la localidad de Tartús.
Según los Comités, el vehículo fue detenido por "shabiha" (matones leales al régimen de Bachar al Asad), que mataron a disparos a los trabajadores, mutilaron sus cadáveres y los enterraron clandestinamente en la cercana localidad de Tal Nasr, pese al fuerte despliegue de las fuerzas de seguridad.
Los otros tres fallecidos murieron en la provincia septentrional de Idleb, y en todos los casos se trató de supuestos militares desertores que habían abandonado, o pensaban hacerlo, el Ejército.
Uno de ellos perdió la vida después de haberse negado a disparar a manifestantes en Damasco, mientras que otro fue torturado y posteriormente asesinado antes de que pudiera anunciar su deserción de las Fuerzas Armadas, según los Comités.
Al igual que ayer, varias manifestaciones en distintas localidades del país volvieron a tomar las calles para pedir la renuncia inmediata del Al Asad.
La violencia no cesa en Siria pese a la promesa del régimen de Damasco ante sus vecinos árabes de que detendría de inmediato el derramamiento de sangre.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, advirtió hoy de los riesgos que implica la continuación de la violencia en Siria y la falta de progreso en el cumplimiento del plan árabe para resolver la crisis.
En un comunicado, Al Arabi expresó su "gran preocupación y fuerte pesadumbre por la continuación de las acciones de violencia en diversas partes de Siria", y advirtió de "los peligros de la falta de un avance en el cumplimiento de la iniciativa árabe".
En ese sentido, Al Arabi instó al Gobierno sirio a adoptar medidas inmediatas en el marco de la hoja de ruta árabe que aprobó en la reunión extraordinaria de ministros árabes de Exteriores, celebrada en El Cairo el pasado miércoles, y que contempla el cese de la violencia, el repliegue de tropas y la liberación de los detenidos.
Precisamente el Gobierno sirio anunció hoy también la liberación de 553 detenidos por su participación en las protestas sin delitos de sangre, en un indulto con motivo del comienzo mañana de la Fiesta musulmana del Sacrificio ("Aid al Adha").
En un breve comunicado difundido por la agencia oficial siria Sana, las autoridades sirias informaron de que otros 119 detenidos han sido puestos en libertad recientemente, sin ofrecer más detalles al respecto.
Al menos 17 personas murieron hoy en Siria, la mayoría de ellas en la provincia de Homs (centro del país) en ataques de las fuerzas fieles al régimen de Bachar al Asad, informaron los grupos opositores.
El mayor número de víctimas se registró, un día más, en Homs, principal bastión de los rebeldes, donde 14 personas perdieron la vida, según los Comités de Coordinación Local.
Cinco de los fallecidos en esta provincia fueron asesinados cuando regresaban de trabajar en un minibús en la carretera hacia la localidad de Tartús.
Según los Comités, el vehículo fue detenido por "shabiha" (matones leales al régimen de Bachar al Asad), que mataron a disparos a los trabajadores, mutilaron sus cadáveres y los enterraron clandestinamente en la cercana localidad de Tal Nasr, pese al fuerte despliegue de las fuerzas de seguridad.
Los otros tres fallecidos murieron en la provincia septentrional de Idleb, y en todos los casos se trató de supuestos militares desertores que habían abandonado, o pensaban hacerlo, el Ejército.
Uno de ellos perdió la vida después de haberse negado a disparar a manifestantes en Damasco, mientras que otro fue torturado y posteriormente asesinado antes de que pudiera anunciar su deserción de las Fuerzas Armadas, según los Comités.
Al igual que ayer, varias manifestaciones en distintas localidades del país volvieron a tomar las calles para pedir la renuncia inmediata del Al Asad.
La violencia no cesa en Siria pese a la promesa del régimen de Damasco ante sus vecinos árabes de que detendría de inmediato el derramamiento de sangre.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, advirtió hoy de los riesgos que implica la continuación de la violencia en Siria y la falta de progreso en el cumplimiento del plan árabe para resolver la crisis.
En un comunicado, Al Arabi expresó su "gran preocupación y fuerte pesadumbre por la continuación de las acciones de violencia en diversas partes de Siria", y advirtió de "los peligros de la falta de un avance en el cumplimiento de la iniciativa árabe".
En ese sentido, Al Arabi instó al Gobierno sirio a adoptar medidas inmediatas en el marco de la hoja de ruta árabe que aprobó en la reunión extraordinaria de ministros árabes de Exteriores, celebrada en El Cairo el pasado miércoles, y que contempla el cese de la violencia, el repliegue de tropas y la liberación de los detenidos.
Precisamente el Gobierno sirio anunció hoy también la liberación de 553 detenidos por su participación en las protestas sin delitos de sangre, en un indulto con motivo del comienzo mañana de la Fiesta musulmana del Sacrificio ("Aid al Adha").
En un breve comunicado difundido por la agencia oficial siria Sana, las autoridades sirias informaron de que otros 119 detenidos han sido puestos en libertad recientemente, sin ofrecer más detalles al respecto.