Los psiquiatras declaran a Breivik "demente" y podría librarse de la cárcel
Oslo, EP
Los psiquiatras designados por el tribunal han llegado a la conclusión de que Anders Behring Breivik, el joven que mató a 77 personas el pasado mes de julio en Oslo y en una isla cercana, está "demente", según ha revelado este martes el fiscal Svein Holden.
Esta evaluación psiquiátrica podría conllevar que Breivik no fuera finalmente a prisión. "La conclusión es (...) que está demente", ha explicado Holden en rueda de prensa. "Vive en su propio universo ilusorio y sus pensamientos y actos están gobernados por este universo", ha precisado
Si el tribunal acepta las conclusiones de los psiquiatras, Breivik podría permanecer recluido mientras plantee una amenaza para la sociedad y podría ser puesto en libertad si se le considera mentalmente sano.
Los tribunales noruegos pueden contestar las evaluaciones psiquiátricas u ordenar nuevos exámenes, pero es poco frecuente que rechacen este tipo de opiniones profesionales. Si la evaluación se mantiene, Breivik no sería sometido a un juicio penal sino que se enfrentaría a una audiencia judicial para determinar su incapacidad mental y el tiempo por el que permanecerá en una institución psiquiátrica.
A continuación, el joven se enfrentaría a audiencias similares de forma periódica para determinar si tiene que permanecer recluido en dichos centros, donde podría pasar toda su vida si se considera que sigue siendo una amenaza para la sociedad.
Según Holden, Breivik desarrolló una esquizofrenia paranoide y estaba psicótico en el momento en el que colocó la bomba en Oslo y disparó contra los jóvenes que asistían a un campamento del Partido Laborista en una isla próxima a la capital noruega, y ha precisado de que este estado mental persiste.
Los psiquiatras designados por el tribunal han llegado a la conclusión de que Anders Behring Breivik, el joven que mató a 77 personas el pasado mes de julio en Oslo y en una isla cercana, está "demente", según ha revelado este martes el fiscal Svein Holden.
Esta evaluación psiquiátrica podría conllevar que Breivik no fuera finalmente a prisión. "La conclusión es (...) que está demente", ha explicado Holden en rueda de prensa. "Vive en su propio universo ilusorio y sus pensamientos y actos están gobernados por este universo", ha precisado
Si el tribunal acepta las conclusiones de los psiquiatras, Breivik podría permanecer recluido mientras plantee una amenaza para la sociedad y podría ser puesto en libertad si se le considera mentalmente sano.
Los tribunales noruegos pueden contestar las evaluaciones psiquiátricas u ordenar nuevos exámenes, pero es poco frecuente que rechacen este tipo de opiniones profesionales. Si la evaluación se mantiene, Breivik no sería sometido a un juicio penal sino que se enfrentaría a una audiencia judicial para determinar su incapacidad mental y el tiempo por el que permanecerá en una institución psiquiátrica.
A continuación, el joven se enfrentaría a audiencias similares de forma periódica para determinar si tiene que permanecer recluido en dichos centros, donde podría pasar toda su vida si se considera que sigue siendo una amenaza para la sociedad.
Según Holden, Breivik desarrolló una esquizofrenia paranoide y estaba psicótico en el momento en el que colocó la bomba en Oslo y disparó contra los jóvenes que asistían a un campamento del Partido Laborista en una isla próxima a la capital noruega, y ha precisado de que este estado mental persiste.