La ONU acusa a Sudán de bombardear un campamento de refugiados en Sudán del Sur
Naciones Unidas, EFE
El subsecretario general para Operaciones de Paz de Naciones Unidas, el francés Hervé Ladsous, acusó hoy a Sudán de bombardear el campamento de refugiados de Yida en el vecino Sudán del Sur, unas acusaciones que Jartum rechazó categóricamente en una reunión ante el Consejo de Seguridad.
Ladsous señaló ante el máximo órgano internacional de seguridad que la misión de la ONU para la estabilización de Sudán del Sur (UNMISS) confirmó el jueves que las fuerzas armadas sudanesas lanzaron al menos dos bombas cerca del campamento de refugiados de Yida "sin que se conozcan víctimas".
En ese campamento, hay "varios miles de refugiados que huyen de los enfrentamientos en Kordofán del Sur y el Nilo Azul", según indicó el diplomático francés, quien aseguró que la ONU analiza ahora las consecuencias de ese bombardeo.
También señaló que se produjeron bombardeos cerca de un campamento del Movimiento Popular para la Liberación de Sudán (MPLS), aunque tampoco pudo confirmar que provocara víctimas.
Ladsous señaló ante el Consejo de Seguridad que la situación entre Sudán y Sudán del Sur -independizado el pasado julio- está "en una peligrosa encrucijada, con una confianza muy baja entre ambos países, una retórica exacerbada y acusaciones mutuas de que apoyan a los insurgentes en sus respectivos territorios".
"Es absolutamente imprescindible que ambos Gobiernos den los pasos necesarios para rebajar la tensión, garantizar la protección de la vida de los civiles y retomar el diálogo pacífico", añadió el jefe de los "cascos azules".
Ladsous compareció ante los quince miembros del Consejo de Seguridad en una reunión en la que también participaron los embajadores de Sudán y Sudán del Sur, quienes intercambiaron acusaciones sobre los hechos.
El embajador de Sudán en la ONU, Daffa-Alla Elhag Ali Osman, rechazó categóricamente las acusaciones de Ladsous y señaló que se trata de "informaciones infundadas" que han sido reproducidas por medios de comunicación que apoyan a los rebeldes contrarios al Gobierno de Jartum.
"He negado las acusaciones ante el Consejo de Seguridad y he asegurado a sus miembros que no existe ningún tipo de campamento de refugiados en las fronteras entre norte y sur. Respetamos completamente la soberanía del sur, pero tenemos todo el derecho de repeler a los rebeldes que amenazan nuestra estabilidad", indicó.
A la salida de la reunión, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, condenó "en los términos más enérgicos" los bombardeos aéreos de Sudán sobre Sudán del Sur, "incluido el más vergonzoso, sobre un campamento de refugiados que acoge a 20.000 personas".
"El embajador sudanés vino al Consejo y mintió descaradamente", subrayó Rice, quien aseguró que Jartum debe detener "todas las agresiones al sur de manera inmediata" y que el Gobierno sursudanés debe mostrar "la sabiduría de no entrar en el debate y ejercer la moderación".
En Ginebra, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió este viernes que se abra una investigación independiente sobre el bombardeo del campamento de refugiados en Sudán del Sur, ya que podría suponer un delito internacional y un crimen contra la humanidad.
El Gobierno de Yuba ha acusado en los últimos días a Jartum de lanzar ataques aéreos contra su territorio, mientras que ambos Gobiernos se acusan de respaldar y acoger a los grupos insurgentes que actúan en cada uno de esos Estados, pero rechazan dar apoyo a los mismos.
El actual Sudán del Sur y Sudán libraron una guerra de dos décadas que finalizó en 2005 con la firma de un acuerdo de paz que condujo a la independencia del primero el pasado julio.
Desde esta secesión, el ejército sudanés de enfrenta en zonas fronterizas con milicianos del Movimiento Popular para la Liberación de Sudán/Sector Norte (MPLS-N), la rama norteña del grupo que gobierna el recién nacido país.
El subsecretario general para Operaciones de Paz de Naciones Unidas, el francés Hervé Ladsous, acusó hoy a Sudán de bombardear el campamento de refugiados de Yida en el vecino Sudán del Sur, unas acusaciones que Jartum rechazó categóricamente en una reunión ante el Consejo de Seguridad.
Ladsous señaló ante el máximo órgano internacional de seguridad que la misión de la ONU para la estabilización de Sudán del Sur (UNMISS) confirmó el jueves que las fuerzas armadas sudanesas lanzaron al menos dos bombas cerca del campamento de refugiados de Yida "sin que se conozcan víctimas".
En ese campamento, hay "varios miles de refugiados que huyen de los enfrentamientos en Kordofán del Sur y el Nilo Azul", según indicó el diplomático francés, quien aseguró que la ONU analiza ahora las consecuencias de ese bombardeo.
También señaló que se produjeron bombardeos cerca de un campamento del Movimiento Popular para la Liberación de Sudán (MPLS), aunque tampoco pudo confirmar que provocara víctimas.
Ladsous señaló ante el Consejo de Seguridad que la situación entre Sudán y Sudán del Sur -independizado el pasado julio- está "en una peligrosa encrucijada, con una confianza muy baja entre ambos países, una retórica exacerbada y acusaciones mutuas de que apoyan a los insurgentes en sus respectivos territorios".
"Es absolutamente imprescindible que ambos Gobiernos den los pasos necesarios para rebajar la tensión, garantizar la protección de la vida de los civiles y retomar el diálogo pacífico", añadió el jefe de los "cascos azules".
Ladsous compareció ante los quince miembros del Consejo de Seguridad en una reunión en la que también participaron los embajadores de Sudán y Sudán del Sur, quienes intercambiaron acusaciones sobre los hechos.
El embajador de Sudán en la ONU, Daffa-Alla Elhag Ali Osman, rechazó categóricamente las acusaciones de Ladsous y señaló que se trata de "informaciones infundadas" que han sido reproducidas por medios de comunicación que apoyan a los rebeldes contrarios al Gobierno de Jartum.
"He negado las acusaciones ante el Consejo de Seguridad y he asegurado a sus miembros que no existe ningún tipo de campamento de refugiados en las fronteras entre norte y sur. Respetamos completamente la soberanía del sur, pero tenemos todo el derecho de repeler a los rebeldes que amenazan nuestra estabilidad", indicó.
A la salida de la reunión, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, condenó "en los términos más enérgicos" los bombardeos aéreos de Sudán sobre Sudán del Sur, "incluido el más vergonzoso, sobre un campamento de refugiados que acoge a 20.000 personas".
"El embajador sudanés vino al Consejo y mintió descaradamente", subrayó Rice, quien aseguró que Jartum debe detener "todas las agresiones al sur de manera inmediata" y que el Gobierno sursudanés debe mostrar "la sabiduría de no entrar en el debate y ejercer la moderación".
En Ginebra, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió este viernes que se abra una investigación independiente sobre el bombardeo del campamento de refugiados en Sudán del Sur, ya que podría suponer un delito internacional y un crimen contra la humanidad.
El Gobierno de Yuba ha acusado en los últimos días a Jartum de lanzar ataques aéreos contra su territorio, mientras que ambos Gobiernos se acusan de respaldar y acoger a los grupos insurgentes que actúan en cada uno de esos Estados, pero rechazan dar apoyo a los mismos.
El actual Sudán del Sur y Sudán libraron una guerra de dos décadas que finalizó en 2005 con la firma de un acuerdo de paz que condujo a la independencia del primero el pasado julio.
Desde esta secesión, el ejército sudanés de enfrenta en zonas fronterizas con milicianos del Movimiento Popular para la Liberación de Sudán/Sector Norte (MPLS-N), la rama norteña del grupo que gobierna el recién nacido país.