Inter superó a Cagliari y reencontró el triunfo en campeonato


Roma, Espn
Con goles brasileros de Thiago Motta y Coutinho, Inter ganó por 2 a 1 en San Siro ante Cagliari, que por su parte descontó sobre el final con un tanto de Joaquín Larrivey.

De esta manera, al comienzo de la doceava jornada de la Serie A, claramente en la espera de todos los otros partidos, los nerazzurri se treparon al 16º escalón de la clasificación, que ocupan con 11 unidades (pero deben aún recuperar el partido contra Genoa), mientras que los sardos se quedaron novenos junto a Siena, ambos con 13 puntos.

El primer tiempo fue mucho más equilibrado de lo esperado, especialmente a causa de una actitud muy pasiva y bastante amarrete de la visita, que jugó parándose muy abajo en la cancha y jugó sobre todo en horizontal, cuidándose de no cerrarse en su área.

Así, los muchachos de Ranieri tuvieron muchas dificultades para encontrar espacios y ofender con peligro a Cagliari, que por su parte supo hacer muy bien lo suyo gracias a una línea mediana muy fuerte.

De todas maneras, Inter supo desarrollar alguna buena jugada, de la mano de un Coutinho muy inspirado, que no hizo echar a menos a Sneijder, parado en fase de calentamiento por una pequeña molestia muscular: en efecto, el brasilero jugó muy bien y movió bárbaro la pelota.

Sin embargo, los únicos peligros de la primera etapa llegaron por dos iniciativas personales de los delanteros locales, primero con un gran remate de Pazzini desde el límite, tras una buena maniobra del equipo, y luego con un gran tiro libre de Zárate.

En ambos casos Agazzi, con dos tapadas increíbles, logró desviar los disparos sobre el travesaño, salvando el resultado.

En el complemento, Ranieri lo sacó a Zárate (de buen partido) para cambiar esquema, poniéndolo a Alvárez y pasando a un 4-3-3 que le apuntaba a abrir la defensa rival y crear mayores espacios.

La impresión fue que la movida funcionaba, pero el gol terminó por llegar en jugada de pelota parada, al noveno minuto, con un centro directamente desde tiro libre de Alvárez, una desviación de Pazzini y un remate ganador de Thiago Motta, quien en clara posición adelantada (no vista por el juez de línea) pudo controlar mano a mano contra Agazzi para definir con un zurdazo a quemarropa inapelable.

Si el nuevo sistema no fue fundamental para la ventaja, lo fue para "matar" el partido, puesto que jugando bien abiertos sobre las franjas los nerazzurri pudieron golpear de contra. Así, al cuarto de hora, Coutinho recibió algo por izquierda una buena abertura de Alvárez, controló bien, encaró su marcador, enganchó un poco para el medio y con un derechazo rasante la clavó a lado del primer palo.

Tras su acierto, Ranieri cometió un error, el de sacarlo al joven "artista" brasilero al minuto 23, para ponerlo a Obi y poderse cubrir mayormente. Esa decisión, poco después de que Ballardini los había puesto a Larrivey y al interesante Ibarbo, le facilitó las cosas a la visita, porque su equipo mantuvo menos la posesión que casi siempre pasaba por los pies de Coutinho.

Así, el match se equilibró mucho y, sobre el final, los sardos encontraron la manera de mostrarse finalmente en fase ofensiva, creando primero algunos peligros y logrando descontar al 89º minuto gracias a una gran jugada de Nainggolan y a la desviación ganadora de Larrivey, quien supo desviar con grande astucia el centro bajo de su compañero.

El gol puso apenas un poco de miedo en los nerazzurri, pero no cambió nada e Inter pudo quedarse con éstos tres puntos que son realmente fundamentales para empezar finalmente a treparse un poco en la tabla y salir de las zonas más bajas.

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