Gran parte de la munición almacenada en el este de Libia está sin vigilancia
Ajdabiya, EP
Una gran parte de las reservas de municiones que permanecen en el este de Libia se encuentran sin vigilancia pese a las promesas del Gobierno interino, el Consejo Nacional de Transición (CNT), para asegurar el arsenal del país.
El Gobierno interino se ha comprometido, bajo la presión internacional, a asegurar los depósitos de armas del país, después de los ocho meses de lucha que terminaron con el derrocamiento y la muerte del líder libio, Muamar Gadafi.
"Es un peligro", ha afirmado el portavoz del CNT, Jalal el Galal este sábado. "Pero tenemos limitaciones y no queremos poner a gente que está fuera de nuestro control a cargo de la protección de los sitios. Estamos preocupados pero no con pánico", ha explicado.
Miles de cohetes, minas, obuses para tanques e incluso dos torpedos navales italianos se encontraban almacenados sin vigilancia en un búnker al que ha tenido acceso un corresponsal de la agencia Reuters.
En una zona cercana a la ciudad de Ajdabiya y que fue bombardeada por aviones de la OTAN cuando aún se encontraba en manos de las fuerzas gadafistas, aproximadamente 30 búnkeres han quedado intactos, llenos de armamento y con las puertas abiertas, según ha podido constatar Reuters. La mayor parte de estos búnkeres, que se encuentran a pocos kilómetros de la carretera costera, contienen municiones para armas pesadas aunque también hay morteros y minas terrestres.
También escasean los medios de vigilancia en el este, la zonas más consolidada bajo control del CNT. En la ciudad de Benghazi, capital de los insurgentes hasta la caída de Trípoli, un único guardia vigilaba varios búnkeres.
Las armas representan también una amenaza para los países fronterizos con Libia, especialmente porque las fronteras del sur tienen puntos de acceso en zonas de riesgo como Sudán, Niger y Chad.
NECESIDAD DE FONDOS
El Galal ha explicado que el Gobierno está trabajando para asegurar estos arsenales pero que carece de los fondos suficientes. "Estamos vendiendo petróleo pero aún no tenemos la liquidez necesaria para esto. Los fondos de Gadafi congelados en el extranjero todavía no están totalmente liberados", ha indicado el portavoz. "Cuando esto ocurra tendremos los medios para pagar los sueldos y los incentivos a los guardias de esos sitios", ha dicho Galal.
Estados Unidos y otros países han ofrecido su ayuda en la búsqueda de las armas que ya han desaparecido. La comunidad internacional también ha expresado su preocupación por la seguridad de los materiales nucleares y armas químicas.
"Nuestros hombres se están coordinando con los equipos internacionales de expertos sobre este tema y nos están ayudando a hacer progresos", ha dicho el portavoz en referencia a la búsqueda de misiles antiaéreos de la ONU que según ha dicho están todavía en paradero desconocido.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas ha declarado este sábado, después de inspeccionar Libia, que el alijo de ingredientes para la fabricación de gas venenoso ha sido encontrado intacto. Pero, ha indicado que las autoridades libias han advertido que se han encontrado armas químicas en lugares alejados.
La población libia continúa armada y ver ametralladoras en camionetas civiles es habitual y los rifles automáticos se utilizan como moneda de cambio.
El Gobierno interino ha sugerido lanzar un programa de recompra de las armas, una idea que según El Galal obtendrá apoyo si hay dinero disponible. "Primero necesitamos los fondos. Si vamos a anunciar un programa de recompra tenemos que estar preparados porque la gente viene en masa con las armas que muchos han comprado con su propio dinero", ha explicado el representante del CNT.
Por ahora, los bazares de armas prosperan. En Benghazi es fácil comprar armas pequeñas los viernes por la tarde después de las oraciones. Los rifles de asalto se venden a partir de 1.100 dinares libios (aproximadamente 650 euros). "Es cada vez más barato. Antes costaban más de 3.000 dinares (algo menos de 1.800 euros)", ha asegurado El Galal. "Eso significa que será más fácil recopilarlos", ha añadido.
Una gran parte de las reservas de municiones que permanecen en el este de Libia se encuentran sin vigilancia pese a las promesas del Gobierno interino, el Consejo Nacional de Transición (CNT), para asegurar el arsenal del país.
El Gobierno interino se ha comprometido, bajo la presión internacional, a asegurar los depósitos de armas del país, después de los ocho meses de lucha que terminaron con el derrocamiento y la muerte del líder libio, Muamar Gadafi.
"Es un peligro", ha afirmado el portavoz del CNT, Jalal el Galal este sábado. "Pero tenemos limitaciones y no queremos poner a gente que está fuera de nuestro control a cargo de la protección de los sitios. Estamos preocupados pero no con pánico", ha explicado.
Miles de cohetes, minas, obuses para tanques e incluso dos torpedos navales italianos se encontraban almacenados sin vigilancia en un búnker al que ha tenido acceso un corresponsal de la agencia Reuters.
En una zona cercana a la ciudad de Ajdabiya y que fue bombardeada por aviones de la OTAN cuando aún se encontraba en manos de las fuerzas gadafistas, aproximadamente 30 búnkeres han quedado intactos, llenos de armamento y con las puertas abiertas, según ha podido constatar Reuters. La mayor parte de estos búnkeres, que se encuentran a pocos kilómetros de la carretera costera, contienen municiones para armas pesadas aunque también hay morteros y minas terrestres.
También escasean los medios de vigilancia en el este, la zonas más consolidada bajo control del CNT. En la ciudad de Benghazi, capital de los insurgentes hasta la caída de Trípoli, un único guardia vigilaba varios búnkeres.
Las armas representan también una amenaza para los países fronterizos con Libia, especialmente porque las fronteras del sur tienen puntos de acceso en zonas de riesgo como Sudán, Niger y Chad.
NECESIDAD DE FONDOS
El Galal ha explicado que el Gobierno está trabajando para asegurar estos arsenales pero que carece de los fondos suficientes. "Estamos vendiendo petróleo pero aún no tenemos la liquidez necesaria para esto. Los fondos de Gadafi congelados en el extranjero todavía no están totalmente liberados", ha indicado el portavoz. "Cuando esto ocurra tendremos los medios para pagar los sueldos y los incentivos a los guardias de esos sitios", ha dicho Galal.
Estados Unidos y otros países han ofrecido su ayuda en la búsqueda de las armas que ya han desaparecido. La comunidad internacional también ha expresado su preocupación por la seguridad de los materiales nucleares y armas químicas.
"Nuestros hombres se están coordinando con los equipos internacionales de expertos sobre este tema y nos están ayudando a hacer progresos", ha dicho el portavoz en referencia a la búsqueda de misiles antiaéreos de la ONU que según ha dicho están todavía en paradero desconocido.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas ha declarado este sábado, después de inspeccionar Libia, que el alijo de ingredientes para la fabricación de gas venenoso ha sido encontrado intacto. Pero, ha indicado que las autoridades libias han advertido que se han encontrado armas químicas en lugares alejados.
La población libia continúa armada y ver ametralladoras en camionetas civiles es habitual y los rifles automáticos se utilizan como moneda de cambio.
El Gobierno interino ha sugerido lanzar un programa de recompra de las armas, una idea que según El Galal obtendrá apoyo si hay dinero disponible. "Primero necesitamos los fondos. Si vamos a anunciar un programa de recompra tenemos que estar preparados porque la gente viene en masa con las armas que muchos han comprado con su propio dinero", ha explicado el representante del CNT.
Por ahora, los bazares de armas prosperan. En Benghazi es fácil comprar armas pequeñas los viernes por la tarde después de las oraciones. Los rifles de asalto se venden a partir de 1.100 dinares libios (aproximadamente 650 euros). "Es cada vez más barato. Antes costaban más de 3.000 dinares (algo menos de 1.800 euros)", ha asegurado El Galal. "Eso significa que será más fácil recopilarlos", ha añadido.