España: Rubalcaba propone que se prohíban pagos en efectivo de más de 3.000 euros
El candidato del PSOE responde con esfuerzo en nueve segundos en una entrevista 'twitcam'
Madrid, El País
Alfredo Pérez-Rubalcaba ha aprovechado esta mañana un novedoso formato de hacer campaña en las redes sociales, una twitterentrevista, para lanzar una propuesta de la que no había hablado hasta ahora: si gobierna, se ha comprometido a prohibir el pago en efectivo de las facturas por encima de los 3.000 euros y a elevar de 5 a 10 años la prescripción de los delitos fiscales. Ambas medidas están destinadas a luchar contra el fraude fiscal y la economía sumergida con el fin de no basar el incremento de recaudación solo en subidas de impuestos. Aunque no hay cifras oficiales, distintos estudios sitúan la economía sumergida en más de un 20% del PIB. Hacienda ha recaudado 10.000 millones en 2010, un 25% más que el año anterior, lo que supone la mayor mejora anual desde que gobierna José Luis Rodríguez Zapatero. Este año se esperan datos similares.
"¿Eso lo había dicho antes?", ha querido asegurarse ante algo que sonaba a noticia el moderador de la charla digital, Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político que publica un blog en EL PAÍS con motivo de las elecciones. "No, es una novedad", ha confirmado el candidato. El anuncio se ha producido en respuesta a una de las cientos de preguntas enviadas por los internautas al candidato en Twitter, bajo el hashtag o etiqueta #Yorespondo. Tenían de plazo hasta las diez de la noche de ayer, momento en el que había ya unas 250, pero han seguido llegando unas 400 durante la propia entrevista, que se ha celebrado durante tres cuartos de hora junto a la pecera dedicada a la campaña 2.0 en la sede del PSOE de Madrid.
"Estoy agotado"
Lo que hace distinta esta charla digital es que, lugar de responder también por escrito en 140 caracteres, ha sido de viva voz y emitida en directo. Es lo que se denomina un twitcam (tuiteo con vídeo), que permite transmitir vídeo a través esta red social. Nunca se había hecho en campaña en España. El formato es, sin duda, mucho más vivo que leer mensajes en una pantalla, puesto que permite escuchar y ver al candidato contestar, reaccionar, gesticular... El problema es que Rubalcaba debía contestar en apenas nueve segundos, considerado el equivalente hablado de los 140 caracteres.
Cuesta mucho, como ha comprobado el líder socialista, que ha sufrido, se ha quejado y ha intentado varias veces salirse del guión sin que el moderador se lo permitiera. El moderador, además de seleccionar las preguntas y hacérselas a un ritmo trepidante frente al sosiego al que nos tienen acostumbrados las entrevistas televisadas, no ha dudado en repreguntar para que el entrevistado no se le escapara vivo. Y, sobre todo, se ha mostrado implacable en la exigencia de rapidez y concreción. “Esto no es una entrevista convencional ni un 59 segundos, es peor, es un nueve segundos, tendrás que ser muy breve y encontrar el tono. Tienen que ser 45 minutos de titulares, aunque no te gusten los titulares”, le advertía Gutiérrez-Rubí al inicio de la entrevista, sentados ambos frente a las cámaras en sendos sillones rojos y con un ordenador portátil en el regazo -solo el moderador, el candidato no lo necesitaba y solo se ha sentado ante uno un momento para la foto-.
"Estoy agotado cuánto queda, debería haber un cronómetro como en el debate”, ha protestado Rubalcaba cuando tan solo habían pasado 10 minutos. Se sentía limitado por el formato y quería explayarse en algunas respuestas, ser más pedagógico, explicarse mejor... por lo que ha propuesto respuestas más largas y que luego el moderador lo resumiera. La respuesta, obviamente, ha sido no, pero con palabras de ánimo. "Aguanta, que de momento lo estás haciendo muy bien", reía el moderador, cuya indumentaria informal -camisa y vaqueros- contrastaba con la del candidato, vestido de traje azul oscuro con corbata añil con topos.
Una oferta a Rajoy
Tras la entrevista, Gutiérrez-Rubí ha ofrecido a Mariano Rajoy someterse a la misma experiencia que ha hecho sufrir a Rubalcaba. "Espero que Rajoy acepte una entrevista parecida. Yo estoy dispuesto, si él quiere o cualquier otro candidato, yo aceptaré", ha lanzado el guante el moderador, que se ha encontrado "cómodo" con el formato.
"Deben aprender, se tienen que acostumbrar", ha declarado sobre lo difícil que le ha resultado a Rubalcaba. "Este es un formato breve, directo y claro, ya tienen formatos largos con otros registros como las entrevistas".
El moderador ha dividido las preguntas en bloque: actualidad, crisis, democracia, gestión pasada y preguntas personales. A algunas preguntas ha sido incapaz de responder porque le parecían un dilema imposible: ¿Quién fue mejor presidente: Felipe González o Zapatero? Eso es como lo de a quién quieres más, a mamá o a papá. No, no, no puedo…”, ha replicado entre risas Rubalcaba. Otras, no ha querido, como cuál sería su 11 ideal para formar Gobierno. A la pregunta de si dimitiría en caso de que el resultado el 20-N sea el que predicen las encuestas, como hizo Joaquín Almunia en el año 2000 tras cosechar el peor resultado en la historia del PSOE, Rubalcaba ha asegurado: “No, eso no. Esa noche no me iré. No dimitiré”. Luego ha matizado que hay una gran diferencia, ya que Almunia era secretario general de los socialistas. "Yo no", ha recalcado.
En otra cuestión similar, cómo ve su futuro político tras el 20-N, ha salido por la tangente al replicar que se le pregunte el día 21. "Ahora estoy en la recta final y recortando terreno, recortando terreno", ha hecho hincapié. "¿Cómo lo sabes?", le ha inquirido el moderador. "Ah", ha respondido enigmático el candidato. "Eso un candidato lo nota", ha añadido, para citar encuestas internas. Posiblemente, lo que más le ha costado ha sido Cataluña en nueve segundos. "Lo primero es comprender cómo es Cataluña y aceptarla como es", ha dicho, al tiempo que se ha negado a hablar de la financiación hasta que termine el actual modelo. Sería "una política que garantizase que Cataluña se siente cómoda en España", pero se ha negado a explicarla "en un tuit" porque es una "pregunta del millón".
Muchas cuestiones iban dirigidas a la yugular del candidato y del Gobierno. Por ejemplo, que por qué había que creer ahora las promesas del PSOE si ha aplicado medidas de ajuste. Su programa, ha asegurado, lo cumplirá hasta la "última línea" porque está diseñado para un momento de crisis, no como el de 2008. “Gobernar a veces es muy duro”, ha recordado a quienes acusan al PSOE de haber traicionado al electorado. También querían saber si tiene remordimientos de sus años en el poder. Remordimientos no, pero se arrepiente de algo: "Habría tenido que pinchar la burbuja inmobiliaria mucho antes". Después ha vuelto sobre el ladrillo para subrayar que "hay que reactivar la construcción. Está parada. Entre construir 800.000 viviendas al año y ninguna hay un término medio".
A una familia en paro
En otro momento de la entrevista, le han puesto en la situación de pedir el voto a una familia con todos sus miembros en paro y sin prestación por desempleo: “Le diría que crearemos empleo, aunque no vayamos a hacerlo en un mes, y que les garantizaría una sanidad y educación pública”. Cuestionado acerca de por qué no había hecho lo que ahora propone cuando estaba en el Gobierno, ha respondido subrayando lo excepcional de la crisis y sus dimensiones: “Prácticamente cada mes la Unión Europea aplica medidas nuevas para la crisis. Esta crisis tiene mil caras y necesita medidas continuamente. Ahora estamos en una recaída”.
Rubalcaba ha descartado un gobierno de concentración: "Los tienen que votar entre dos posibles gobiernos y lo que yo estoy defendiendo es que el mío sería distinto que el de Rajoy". Se ha hablado también sobre permitir el voto a los 16 años: “Lo he pensado mucho, pero es algo que me gustaría consensuar con los ciudadanos”. La única pregunta que ha respondido ajustándose al tiempo es si le preocupan las acusaciones que pesan sobre el ministro de Fomento, José Blanco, por el caso Campeón. “No”, ha sentenciado. Nucleares hasta 2028, ley antitabaco como está, libertad máxima en internet pero contenidos con derechos de autor regulados, ley de libertad religiosa y no tocar el concordato con la Santa Sede han sido otras de sus promesas. La primera medida que tomaría es "un acuerdo por el empleo" y su primera visita, a Marruecos.
"¿Puedo volver a alguna pregunta?", ha pedido sin éxito Rubalcaba en un nuevo intento de burlar la dictadura de los nueve segundos. Acerca del plan Bolonia, ha señalado que no va a eliminarlo ni corregirlo. "Es un buen plan. Hay que darle tiempo”, ha pedido el líder socialista, al que también le ha tocado lidiar con el tema de los toros: “No soy aficionado, pero al que le gusta, tiene derecho a ir”. Sobre si revisará el presupuesto dedicado a las fuerzas armadas, Rubalcaba ha precisado que "hay que revisar el tamaño de nuestras Fuerzas Armadas. Hoy son más tecnología y menos militares”. Pasados los 45 minutos, Rubalcaba había contestado 69 preguntas. Le quedan pendientes más de 200, pero ha prometido contestarlas todas. Lo harán los miembros de su equipo. "Paciencia", ha pedido a los tuiteros, al tiempo que volvía a subrayar la celeridad del formato. "Es bueno que te acostumbres. En internet es así, menos bla bla bla y más concretar", le ha recomendado el moderador. Aplauso final del equipo 2.0 de Rubalcaba.
Madrid, El País
Alfredo Pérez-Rubalcaba ha aprovechado esta mañana un novedoso formato de hacer campaña en las redes sociales, una twitterentrevista, para lanzar una propuesta de la que no había hablado hasta ahora: si gobierna, se ha comprometido a prohibir el pago en efectivo de las facturas por encima de los 3.000 euros y a elevar de 5 a 10 años la prescripción de los delitos fiscales. Ambas medidas están destinadas a luchar contra el fraude fiscal y la economía sumergida con el fin de no basar el incremento de recaudación solo en subidas de impuestos. Aunque no hay cifras oficiales, distintos estudios sitúan la economía sumergida en más de un 20% del PIB. Hacienda ha recaudado 10.000 millones en 2010, un 25% más que el año anterior, lo que supone la mayor mejora anual desde que gobierna José Luis Rodríguez Zapatero. Este año se esperan datos similares.
"¿Eso lo había dicho antes?", ha querido asegurarse ante algo que sonaba a noticia el moderador de la charla digital, Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político que publica un blog en EL PAÍS con motivo de las elecciones. "No, es una novedad", ha confirmado el candidato. El anuncio se ha producido en respuesta a una de las cientos de preguntas enviadas por los internautas al candidato en Twitter, bajo el hashtag o etiqueta #Yorespondo. Tenían de plazo hasta las diez de la noche de ayer, momento en el que había ya unas 250, pero han seguido llegando unas 400 durante la propia entrevista, que se ha celebrado durante tres cuartos de hora junto a la pecera dedicada a la campaña 2.0 en la sede del PSOE de Madrid.
"Estoy agotado"
Lo que hace distinta esta charla digital es que, lugar de responder también por escrito en 140 caracteres, ha sido de viva voz y emitida en directo. Es lo que se denomina un twitcam (tuiteo con vídeo), que permite transmitir vídeo a través esta red social. Nunca se había hecho en campaña en España. El formato es, sin duda, mucho más vivo que leer mensajes en una pantalla, puesto que permite escuchar y ver al candidato contestar, reaccionar, gesticular... El problema es que Rubalcaba debía contestar en apenas nueve segundos, considerado el equivalente hablado de los 140 caracteres.
Cuesta mucho, como ha comprobado el líder socialista, que ha sufrido, se ha quejado y ha intentado varias veces salirse del guión sin que el moderador se lo permitiera. El moderador, además de seleccionar las preguntas y hacérselas a un ritmo trepidante frente al sosiego al que nos tienen acostumbrados las entrevistas televisadas, no ha dudado en repreguntar para que el entrevistado no se le escapara vivo. Y, sobre todo, se ha mostrado implacable en la exigencia de rapidez y concreción. “Esto no es una entrevista convencional ni un 59 segundos, es peor, es un nueve segundos, tendrás que ser muy breve y encontrar el tono. Tienen que ser 45 minutos de titulares, aunque no te gusten los titulares”, le advertía Gutiérrez-Rubí al inicio de la entrevista, sentados ambos frente a las cámaras en sendos sillones rojos y con un ordenador portátil en el regazo -solo el moderador, el candidato no lo necesitaba y solo se ha sentado ante uno un momento para la foto-.
"Estoy agotado cuánto queda, debería haber un cronómetro como en el debate”, ha protestado Rubalcaba cuando tan solo habían pasado 10 minutos. Se sentía limitado por el formato y quería explayarse en algunas respuestas, ser más pedagógico, explicarse mejor... por lo que ha propuesto respuestas más largas y que luego el moderador lo resumiera. La respuesta, obviamente, ha sido no, pero con palabras de ánimo. "Aguanta, que de momento lo estás haciendo muy bien", reía el moderador, cuya indumentaria informal -camisa y vaqueros- contrastaba con la del candidato, vestido de traje azul oscuro con corbata añil con topos.
Una oferta a Rajoy
Tras la entrevista, Gutiérrez-Rubí ha ofrecido a Mariano Rajoy someterse a la misma experiencia que ha hecho sufrir a Rubalcaba. "Espero que Rajoy acepte una entrevista parecida. Yo estoy dispuesto, si él quiere o cualquier otro candidato, yo aceptaré", ha lanzado el guante el moderador, que se ha encontrado "cómodo" con el formato.
"Deben aprender, se tienen que acostumbrar", ha declarado sobre lo difícil que le ha resultado a Rubalcaba. "Este es un formato breve, directo y claro, ya tienen formatos largos con otros registros como las entrevistas".
El moderador ha dividido las preguntas en bloque: actualidad, crisis, democracia, gestión pasada y preguntas personales. A algunas preguntas ha sido incapaz de responder porque le parecían un dilema imposible: ¿Quién fue mejor presidente: Felipe González o Zapatero? Eso es como lo de a quién quieres más, a mamá o a papá. No, no, no puedo…”, ha replicado entre risas Rubalcaba. Otras, no ha querido, como cuál sería su 11 ideal para formar Gobierno. A la pregunta de si dimitiría en caso de que el resultado el 20-N sea el que predicen las encuestas, como hizo Joaquín Almunia en el año 2000 tras cosechar el peor resultado en la historia del PSOE, Rubalcaba ha asegurado: “No, eso no. Esa noche no me iré. No dimitiré”. Luego ha matizado que hay una gran diferencia, ya que Almunia era secretario general de los socialistas. "Yo no", ha recalcado.
En otra cuestión similar, cómo ve su futuro político tras el 20-N, ha salido por la tangente al replicar que se le pregunte el día 21. "Ahora estoy en la recta final y recortando terreno, recortando terreno", ha hecho hincapié. "¿Cómo lo sabes?", le ha inquirido el moderador. "Ah", ha respondido enigmático el candidato. "Eso un candidato lo nota", ha añadido, para citar encuestas internas. Posiblemente, lo que más le ha costado ha sido Cataluña en nueve segundos. "Lo primero es comprender cómo es Cataluña y aceptarla como es", ha dicho, al tiempo que se ha negado a hablar de la financiación hasta que termine el actual modelo. Sería "una política que garantizase que Cataluña se siente cómoda en España", pero se ha negado a explicarla "en un tuit" porque es una "pregunta del millón".
Muchas cuestiones iban dirigidas a la yugular del candidato y del Gobierno. Por ejemplo, que por qué había que creer ahora las promesas del PSOE si ha aplicado medidas de ajuste. Su programa, ha asegurado, lo cumplirá hasta la "última línea" porque está diseñado para un momento de crisis, no como el de 2008. “Gobernar a veces es muy duro”, ha recordado a quienes acusan al PSOE de haber traicionado al electorado. También querían saber si tiene remordimientos de sus años en el poder. Remordimientos no, pero se arrepiente de algo: "Habría tenido que pinchar la burbuja inmobiliaria mucho antes". Después ha vuelto sobre el ladrillo para subrayar que "hay que reactivar la construcción. Está parada. Entre construir 800.000 viviendas al año y ninguna hay un término medio".
A una familia en paro
En otro momento de la entrevista, le han puesto en la situación de pedir el voto a una familia con todos sus miembros en paro y sin prestación por desempleo: “Le diría que crearemos empleo, aunque no vayamos a hacerlo en un mes, y que les garantizaría una sanidad y educación pública”. Cuestionado acerca de por qué no había hecho lo que ahora propone cuando estaba en el Gobierno, ha respondido subrayando lo excepcional de la crisis y sus dimensiones: “Prácticamente cada mes la Unión Europea aplica medidas nuevas para la crisis. Esta crisis tiene mil caras y necesita medidas continuamente. Ahora estamos en una recaída”.
Rubalcaba ha descartado un gobierno de concentración: "Los tienen que votar entre dos posibles gobiernos y lo que yo estoy defendiendo es que el mío sería distinto que el de Rajoy". Se ha hablado también sobre permitir el voto a los 16 años: “Lo he pensado mucho, pero es algo que me gustaría consensuar con los ciudadanos”. La única pregunta que ha respondido ajustándose al tiempo es si le preocupan las acusaciones que pesan sobre el ministro de Fomento, José Blanco, por el caso Campeón. “No”, ha sentenciado. Nucleares hasta 2028, ley antitabaco como está, libertad máxima en internet pero contenidos con derechos de autor regulados, ley de libertad religiosa y no tocar el concordato con la Santa Sede han sido otras de sus promesas. La primera medida que tomaría es "un acuerdo por el empleo" y su primera visita, a Marruecos.
"¿Puedo volver a alguna pregunta?", ha pedido sin éxito Rubalcaba en un nuevo intento de burlar la dictadura de los nueve segundos. Acerca del plan Bolonia, ha señalado que no va a eliminarlo ni corregirlo. "Es un buen plan. Hay que darle tiempo”, ha pedido el líder socialista, al que también le ha tocado lidiar con el tema de los toros: “No soy aficionado, pero al que le gusta, tiene derecho a ir”. Sobre si revisará el presupuesto dedicado a las fuerzas armadas, Rubalcaba ha precisado que "hay que revisar el tamaño de nuestras Fuerzas Armadas. Hoy son más tecnología y menos militares”. Pasados los 45 minutos, Rubalcaba había contestado 69 preguntas. Le quedan pendientes más de 200, pero ha prometido contestarlas todas. Lo harán los miembros de su equipo. "Paciencia", ha pedido a los tuiteros, al tiempo que volvía a subrayar la celeridad del formato. "Es bueno que te acostumbres. En internet es así, menos bla bla bla y más concretar", le ha recomendado el moderador. Aplauso final del equipo 2.0 de Rubalcaba.