España alcanza un nivel de riesgo récord pese al cambio político en Italia y Grecia
El rendimiento del bono español supera el 6%. -Milán y Madrid lideran las pérdidas en Bolsa. -Roma paga al interés más alto en 14 años por colocar deuda
Madrid, El País
Europa hizo lo que se esperaba. Ofreció en sacrificio dos Gobiernos elegidos democráticamente. Pero no basta. Los dioses mercados no se dan por satisfechos. Ni la defenestración de Papandreu en Grecia ni la de Berlusconi en Italia han logrado neutralizar unas turbulencias financieras que amenazan con romper el proyecto común europeo y arrastrar al mundo a una segunda recesión. Antes al contrario, los dos países con más problemas, sobre todo Italia pero también España, sufrieron ayer especialmente.
A primera hora parecía que el fin del berlusconismo insuflaba algo de calma. Las Bolsas europeas abrían al alza y el mercado de la deuda mejoraba. Pero con un par de horas fue suficiente para que Europa se estrellase de nuevo contra la realidad. Como ya ocurrió durante las turbulencias de este verano, España tiene que pagar un interés superior al 6% por los bonos a 10 años, frente al ridículo 1,77% alemán. Como el rendimiento del bund germano está ahora más bajo que en julio o agosto, la prima de riesgo española, o rentabilidad extra que se exige frente al bono alemán, ha vuelto a pulverizar su techo desde la creación de la eurozona. En el enésimo máximo de estos meses, ya está en 432 puntos básicos. En un solo día ha subido la enormidad de 36 puntos, el mayor aumento desde el pasado julio. Se acerca así peligrosamente a los 500 puntos, que pasaron Grecia, Irlanda y Portugal antes de ser rescatadas.
Esa barrera ya la franqueó Italia la semana pasada. Tras una compra masiva de deuda por parte del BCE, el riesgo se relajó moderadamente, pero ahora vuelve a merodear la barrera que, si se cruza, nadie sabe si hay vuelta atrás. Con una prima de 493 puntos, a Italia le quedan ahora solo siete para llegar a ese nivel. El riesgo belga también se disparó hasta su máximo (280 puntos) y el de Francia se acercó (164). El BCE informó ayer de que la compra de deuda pública de la eurozona ascendió la semana pasada a 4.478 millones de euros, menos de la mitad que en la semana precedente. El eurobanco se vio obligado ayer a recurrir a la misma política.
Pero la jornada no fue dura solo en el mercado secundario. En el primario ?que es donde un Tesoro emite y se juega el dinero directamente? Italia confirmó que la crisis que padece va a encarecer desde ya mismo sus costes de financiación. El país que va a dirigir Mario Monti logró colocar 3.000 millones de euros en bonos a cinco años, pero lo hizo al 6,29%, el interés más alto desde 1997. En una subasta similar de hace solo un mes había bastado con un 5,3%. "A finales de abril vencerán casi 200.000 millones de euros en títulos del Tesoro y habrá que renovarlos colocándolos en el mercado", advirtió ayer el presidente de la República, Giorgio Napolitano.
Lo larguísimo de esta crisis que amenaza con desangrar a Europa ha logrado convertir en previsibles ciertas reacciones. El contagio del mercado de la deuda al de la renta variable se ha convertido ya en un clásico. Ayer no falló: cayeron las Bolsas de toda Europa. Y, como no podía ser de otra forma, las de Madrid y Milán fueron las más castigadas, con un descenso del 2,15% y del 1,99% respectivamente.
Ni Europa ni el mundo pueden permitirse ver caer a Italia. Ayer lo volvieron a decir distintos mandarines de la economía. "El mundo podría ser arrastrado en una espiral de falta de confianza, un crecimiento menor y menos empleos", dijo la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. La OCDE también avisó de la desaceleración de la economía en los principales países del mundo. E incluso el inversor y milmillonario Warrren Buffet expresó sus dudas sobre la capacidad y voluntad europea para resolver la crisis de deuda soberana.
El profesor de la London School of Economics Luis Garicano solo confía en el BCE como salvador: "La situación es tan extrema que no puede seguir ni siquiera días. Los mercados no han reaccionado como se esperaba ante los cambios en Grecia e Italia, pero espero que el BCE actúe con toda la fuerza de la que es capaz".
La única solución que Garicano ve a este embrollo es que Mario Draghi anuncie que no va a permitir que la prima de riesgo suba de un determinado nivel. Por ejemplo, 200 puntos básicos en el caso de España. Y que va a comprar toda la deuda necesaria para asegurar este objetivo. "Puede dar este paso con la seguridad de tener Gobiernos claramente reformistas en los cinco países más problemáticos. Además, el mero anuncio contribuiría a calmar los mercados, porque los inversores no van apostar por mayores diferenciales si saben que el BCE, que tiene poder ilimitado, va a actuar en sentido contrario", concluye.
Madrid, El País
Europa hizo lo que se esperaba. Ofreció en sacrificio dos Gobiernos elegidos democráticamente. Pero no basta. Los dioses mercados no se dan por satisfechos. Ni la defenestración de Papandreu en Grecia ni la de Berlusconi en Italia han logrado neutralizar unas turbulencias financieras que amenazan con romper el proyecto común europeo y arrastrar al mundo a una segunda recesión. Antes al contrario, los dos países con más problemas, sobre todo Italia pero también España, sufrieron ayer especialmente.
A primera hora parecía que el fin del berlusconismo insuflaba algo de calma. Las Bolsas europeas abrían al alza y el mercado de la deuda mejoraba. Pero con un par de horas fue suficiente para que Europa se estrellase de nuevo contra la realidad. Como ya ocurrió durante las turbulencias de este verano, España tiene que pagar un interés superior al 6% por los bonos a 10 años, frente al ridículo 1,77% alemán. Como el rendimiento del bund germano está ahora más bajo que en julio o agosto, la prima de riesgo española, o rentabilidad extra que se exige frente al bono alemán, ha vuelto a pulverizar su techo desde la creación de la eurozona. En el enésimo máximo de estos meses, ya está en 432 puntos básicos. En un solo día ha subido la enormidad de 36 puntos, el mayor aumento desde el pasado julio. Se acerca así peligrosamente a los 500 puntos, que pasaron Grecia, Irlanda y Portugal antes de ser rescatadas.
Esa barrera ya la franqueó Italia la semana pasada. Tras una compra masiva de deuda por parte del BCE, el riesgo se relajó moderadamente, pero ahora vuelve a merodear la barrera que, si se cruza, nadie sabe si hay vuelta atrás. Con una prima de 493 puntos, a Italia le quedan ahora solo siete para llegar a ese nivel. El riesgo belga también se disparó hasta su máximo (280 puntos) y el de Francia se acercó (164). El BCE informó ayer de que la compra de deuda pública de la eurozona ascendió la semana pasada a 4.478 millones de euros, menos de la mitad que en la semana precedente. El eurobanco se vio obligado ayer a recurrir a la misma política.
Pero la jornada no fue dura solo en el mercado secundario. En el primario ?que es donde un Tesoro emite y se juega el dinero directamente? Italia confirmó que la crisis que padece va a encarecer desde ya mismo sus costes de financiación. El país que va a dirigir Mario Monti logró colocar 3.000 millones de euros en bonos a cinco años, pero lo hizo al 6,29%, el interés más alto desde 1997. En una subasta similar de hace solo un mes había bastado con un 5,3%. "A finales de abril vencerán casi 200.000 millones de euros en títulos del Tesoro y habrá que renovarlos colocándolos en el mercado", advirtió ayer el presidente de la República, Giorgio Napolitano.
Lo larguísimo de esta crisis que amenaza con desangrar a Europa ha logrado convertir en previsibles ciertas reacciones. El contagio del mercado de la deuda al de la renta variable se ha convertido ya en un clásico. Ayer no falló: cayeron las Bolsas de toda Europa. Y, como no podía ser de otra forma, las de Madrid y Milán fueron las más castigadas, con un descenso del 2,15% y del 1,99% respectivamente.
Ni Europa ni el mundo pueden permitirse ver caer a Italia. Ayer lo volvieron a decir distintos mandarines de la economía. "El mundo podría ser arrastrado en una espiral de falta de confianza, un crecimiento menor y menos empleos", dijo la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. La OCDE también avisó de la desaceleración de la economía en los principales países del mundo. E incluso el inversor y milmillonario Warrren Buffet expresó sus dudas sobre la capacidad y voluntad europea para resolver la crisis de deuda soberana.
El profesor de la London School of Economics Luis Garicano solo confía en el BCE como salvador: "La situación es tan extrema que no puede seguir ni siquiera días. Los mercados no han reaccionado como se esperaba ante los cambios en Grecia e Italia, pero espero que el BCE actúe con toda la fuerza de la que es capaz".
La única solución que Garicano ve a este embrollo es que Mario Draghi anuncie que no va a permitir que la prima de riesgo suba de un determinado nivel. Por ejemplo, 200 puntos básicos en el caso de España. Y que va a comprar toda la deuda necesaria para asegurar este objetivo. "Puede dar este paso con la seguridad de tener Gobiernos claramente reformistas en los cinco países más problemáticos. Además, el mero anuncio contribuiría a calmar los mercados, porque los inversores no van apostar por mayores diferenciales si saben que el BCE, que tiene poder ilimitado, va a actuar en sentido contrario", concluye.