El vehículo 'Curiosity', listo para partir hacia Marte
El lanzamiento del todoterreno de la NASA está previsto para el 25 de noviembre
Madrid, El País
El Curiosity, un vehículo todoterreno de casi una tonelada, el más grande y complejo desarrollado por la NASA hasta ahora para desplazarse por la superficie de Marte, está listo para el lanzamiento, según han declarado los responsables de la misión. La fecha de despegue prevista es el próximo 25 de noviembre, pero si surge algún contratiempo, puede posponerse hasta el 18 de diciembre. Partirá en un cohete Atlas V desde la base de cabo Cañaveral (Florida, EE UU).
Mientras los expertos rusos luchan estos días por recuperar su sonda Phobos-Grunt lanzada hacia Marte el pasado día 9 y retenida en órbita terrestre porque no se han encendido sus motores, los estadounidenses ultiman los preparativos para iniciar su misión. No es casualidad que ambas potencias espaciales hayan elegido más o menos las mismas fechas para partir hacia el planeta rojo: la posición relativa de ese mundo vecino y la Tierra en sus respectivas órbitas condiciona el momento óptimo de la partida teniendo en cuenta la optimización de combustible y tiempo. Esa oportunidad se produce aproximadamente cada dos años terrestres, y ahora toca. La misión de la NASA que está a punto de partir se había planeado en la ventana anterior, la de 2009, pero diversos problemas técnicos impusieron en aplazamiento.
Está previsto que el Curiosity llegue a Marte en agosto de 2012 y descienda en el cráter Gale para explorar la zona durante un años marciano (casi dos años terrestres). El objetivo, explica la NASA, es investigar si las condiciones ambientales fueron alguna vez favorables allí para el desarrollo de vida microbiana y si se han conservado pruebas de dichas condiciones. Pero advierte también que esta nueva misión no está diseñada para responder por sí misma a la pregunta de si ha existido vida en Marte, aunque si encontrase pruebas de prerrequisitos para ello se abrirían nuevas perspectivas para futuras misiones que pudieran abordar directamente esa incógnita.
"El cráter Gale nos brinda una excelente oportunidad para analizar múltiples entornos potencialmente habitables y contextos, así como para estudiar un registro muy largo de evolución del entorno en el Marte primitivo", explica John Grotzinger, científico del proyecto en Caltech (California). "La zona del cráter donde descenderá el Curiosity tiene una parte de aluvión probablemente formada por sedimentos arrastrados por el agua. Hay capas en la base de la elevación que contienen arcillas y sulfatos, y ambos se forman en agua".
El vehículo es demasiado pesado para descender al suelo marciano mediante la técnica de los airbag, como lo hicieron sus predecesores, tanto el pequeño Sojourner de la misión Pathfinder, de 1997, como los gemelos Spirit y Opportunity que llegaron a Marte en 2004. Estos tres artefactos llegaron a la superficie de Marte plegados dentro de una especie de balón que rebotó varias veces en el suelo antes de detenerse y abrirse para que pudiera salir el robot. Los ingenieros han ideado para el Curiosity una nueva técnica de descenso en el planeta rojo que se debe desarrollar en una secuencia de paracaídas y retrocohetes hasta el último tramo de la caída, en el que el vehículo irá colgado de una plataforma por un cable, como si fuera una grúa celeste, hasta posarse en el suelo ya con las ruedas desplegadas. Esta técnica permite una mayor precisión en el punto de descenso (en Curiosity tiene marcado un blanco elíptico de sólo 20 por 25 kilómetros).
El vehículo, además de todos los mecanismos para desplazarse y orientarse, ordenadores, equipos de comunicaciones y un generador de radioisótopos para proporcionar energía a todos los sistemas, lleva a bordo diez instrumentos científicos. Un mástil de dos metros de altura sobre el suelo lleva las cámaras y un aparato laser para estudiar blancos a distancia, mientas que con un brazo articulado de la misma longitud se logrará la aproximación a los objetivos que se quiera escudriñar. Dentro del vehículo van pequeñas cámaras de análisis para conocer la composición de rocas y muestras de suelo que se pueden obtener incluso con una perforadora. La estación meteorológica del Curiosity es una aportación español a la misión.
Madrid, El País
El Curiosity, un vehículo todoterreno de casi una tonelada, el más grande y complejo desarrollado por la NASA hasta ahora para desplazarse por la superficie de Marte, está listo para el lanzamiento, según han declarado los responsables de la misión. La fecha de despegue prevista es el próximo 25 de noviembre, pero si surge algún contratiempo, puede posponerse hasta el 18 de diciembre. Partirá en un cohete Atlas V desde la base de cabo Cañaveral (Florida, EE UU).
Mientras los expertos rusos luchan estos días por recuperar su sonda Phobos-Grunt lanzada hacia Marte el pasado día 9 y retenida en órbita terrestre porque no se han encendido sus motores, los estadounidenses ultiman los preparativos para iniciar su misión. No es casualidad que ambas potencias espaciales hayan elegido más o menos las mismas fechas para partir hacia el planeta rojo: la posición relativa de ese mundo vecino y la Tierra en sus respectivas órbitas condiciona el momento óptimo de la partida teniendo en cuenta la optimización de combustible y tiempo. Esa oportunidad se produce aproximadamente cada dos años terrestres, y ahora toca. La misión de la NASA que está a punto de partir se había planeado en la ventana anterior, la de 2009, pero diversos problemas técnicos impusieron en aplazamiento.
Está previsto que el Curiosity llegue a Marte en agosto de 2012 y descienda en el cráter Gale para explorar la zona durante un años marciano (casi dos años terrestres). El objetivo, explica la NASA, es investigar si las condiciones ambientales fueron alguna vez favorables allí para el desarrollo de vida microbiana y si se han conservado pruebas de dichas condiciones. Pero advierte también que esta nueva misión no está diseñada para responder por sí misma a la pregunta de si ha existido vida en Marte, aunque si encontrase pruebas de prerrequisitos para ello se abrirían nuevas perspectivas para futuras misiones que pudieran abordar directamente esa incógnita.
"El cráter Gale nos brinda una excelente oportunidad para analizar múltiples entornos potencialmente habitables y contextos, así como para estudiar un registro muy largo de evolución del entorno en el Marte primitivo", explica John Grotzinger, científico del proyecto en Caltech (California). "La zona del cráter donde descenderá el Curiosity tiene una parte de aluvión probablemente formada por sedimentos arrastrados por el agua. Hay capas en la base de la elevación que contienen arcillas y sulfatos, y ambos se forman en agua".
El vehículo es demasiado pesado para descender al suelo marciano mediante la técnica de los airbag, como lo hicieron sus predecesores, tanto el pequeño Sojourner de la misión Pathfinder, de 1997, como los gemelos Spirit y Opportunity que llegaron a Marte en 2004. Estos tres artefactos llegaron a la superficie de Marte plegados dentro de una especie de balón que rebotó varias veces en el suelo antes de detenerse y abrirse para que pudiera salir el robot. Los ingenieros han ideado para el Curiosity una nueva técnica de descenso en el planeta rojo que se debe desarrollar en una secuencia de paracaídas y retrocohetes hasta el último tramo de la caída, en el que el vehículo irá colgado de una plataforma por un cable, como si fuera una grúa celeste, hasta posarse en el suelo ya con las ruedas desplegadas. Esta técnica permite una mayor precisión en el punto de descenso (en Curiosity tiene marcado un blanco elíptico de sólo 20 por 25 kilómetros).
El vehículo, además de todos los mecanismos para desplazarse y orientarse, ordenadores, equipos de comunicaciones y un generador de radioisótopos para proporcionar energía a todos los sistemas, lleva a bordo diez instrumentos científicos. Un mástil de dos metros de altura sobre el suelo lleva las cámaras y un aparato laser para estudiar blancos a distancia, mientas que con un brazo articulado de la misma longitud se logrará la aproximación a los objetivos que se quiera escudriñar. Dentro del vehículo van pequeñas cámaras de análisis para conocer la composición de rocas y muestras de suelo que se pueden obtener incluso con una perforadora. La estación meteorológica del Curiosity es una aportación español a la misión.