Croacia goleó a Turquía en Estambul y puso un pie en la Eurocopa
Madrid, EFE
Croacia dio el viernes un paso casi definitivo hacia la Eurocopa 2012 con un triunfo incontestable en Estambul (0-3), donde su oportunismo en ataque y la debilidad defensiva de Turquía sentenciaron el duelo de ida, y seguramente su eliminatoria, de Repesca para la cita continental del próximo año.
Desde el minuto 2, cuando Ivica Olic firmó el 0-1 para su equipo, hasta el 90, Croacia mandó en el partido, resuelto a su favor por 0-3 con otros dos tantos de Mario Mandzukic, a la media hora, y Vedran Corluka, en el inicio del segundo tiempo, ante una Turquía impotente. El choque de vuelta en Zagreb ya sólo parece un trámite.
"Nuestra prioridad es no conceder ningún gol", decía el holandés Guus Hiddink, entrenador de Turquía, en la previa al encuentro. Ni dos minutos le duraron sus planes. Croacia sólo necesitó un minuto y 44 segundos para encarrilar la eliminatoria, la más equilibrada e intensa sobre el papel, pero desde hoy prácticamente decidida.
Una falta en medio campo, puesta en juego rápidamente, le dio superioridad en la banda izquierda, un dos contra uno del que sacó ventaja el lateral Vedran Corluka, que se deshizo con habilidad de Gokhan Gonul. Le desbordó con un recorte y puso un centro al área, desviado por el portero Volkan Demirel, con un despeje fallido, y convertido en el rechace por Ivica Olic, solo, en el 0-1.
El gol más rápido de Croacia en una fase de clasificación para la Eurocopa, un golpe imprevisto para los planteamientos del equipo turco y para el entusiasmo de su afición, que llenaba el Turk Telekom Arena, y un 0-1 muy valioso para la selección croata, pero aún con una hora y media por delante para frenar el ímpetu local.
Turquía retomó el protagonismo con la pelota, con Arda Turan, centrocampista del Atlético de Madrid, con la máxima responsabilidad en sus fugaces operaciones ofensivas, un ataque embarullado, sin profundidad, que chocaba una y otra vez contra la seriedad defensiva de Croacia y con ningún buen pase al atacante Burak Yilmaz.
El delantero, en racha, con trece goles en ocho duelos en la Superliga turca, no tuvo casi ni un solo remate claro en todo el choque. Lo acusó su equipo, acelerado, con tanta imprecisión arriba como inseguridad en su retaguardia. Por ahí, por su defensa, perdió el grupo de Hiddink el partido. Concedió demasiado atrás. Y lo pagó.
Croacia, con una apuesta muy definida -entregó el peso del duelo al rival, afianzó sus precauciones defensivas con concentración máxima y sin riesgos y salió a la contra con velocidad-, ya ganaba 0-2 a la media hora. Entre el desastre de la zaga turca, surgió la cabeza de Mario Mandzukic para rematar un centro de Darijo Srna.
Un resultado muy adverso, incluso Volkan Demirel evitó el 0-3 antes del descanso, con una intervención salvadora en el uno contra uno frente a Olic, y un momento muy comprometido para Turquía, que vio como su oponente sentenciaba la eliminatoria en los primeros minutos de la segunda parte.
En un nuevo error de marcaje, impropio de una selección que aspira a estar en la próxima cita continental, entre las dieciséis mejores selecciones de Europa, Corluka cabeceó solo, en el área pequeña, sin ninguna oposición y con su marcador más cercano a un metro, una falta de Srna, asistente del 0-3. Ya había dado el 0-2.