Berlusconi dice que dimitir es "traicionar" a Italia
Cannes, EP
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha descartado este viernes presentar su dimisión, ya que ello equivaldría, a su juicio, a "traicionar" a Italia y se ha mostrado convencido de que las medidas de ajuste que ha presentado su Gobierno a Bruselas y que serán sometidas la próxima semana a una moción de confianza saldrán adelante antes de que finalice el mes de noviembre.
En este sentido, en la rueda de prensa posterior a la cumbre del G-20 en Cannes (Francia), ha subrayado que el Ejecutivo cuenta con una "mayoría sólida" y ha advertido a la oposición de centro-izquierda de que votar en contra de las medidas "no es votar contra el gobierno es votar contra Italia".
Como en otras ocasiones en las últimas semanas, Berlusconi ha descartado presentar su dimisión, puesto que sería "una traición" no hacia su partido, el Pueblo de la Libertad, sino "hacia el país". Según él, tras preguntarse "quién podría representar a Italia" si no estuviera él en el Gobierno, ha llegado a la conclusión de que en el "panorama político" actual no hay "un personaje que pudiera representarla de forma digna".
"Estamos en el Gobierno y tenemos una mayoría sólida y, por tanto, continuaremos gobernando", ha asegurado, mostrándose convencido de que logrará superar la moción de confianza a la que va a someter las nuevas medidas de ajuste económico adoptadas, con el respaldo de la Unión Europea, para recuperar la credibilidad de los mercados.
A este respecto, ha defendido que su decisión de someterse nuevamente a la confianza del Parlamento es "un acto de valentía" puesto que "si no se gana la confianza, el Gobierno debe dimitir". Así las cosas, ha instado a la oposición de centro-izquierda, que ha pedido su dimisión, a respaldar las medidas, que, según él, les hizo llegar antes de presentárselas a Bruselas, puesto que rechazarlas no es "votar contra el Gobierno es votar contra Italia".
CERTIFICACIÓN DEL FMI
Según Berlusconi, las medidas anticrisis adoptadas por su Ejecutivo son "fundamentales para nuestra economía" y, por ello, ha decidido pedir la "certificación" del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el fin de recuperar la confianza de los mercados.
Según ha explicado, al igual que las empresas acuden a la "certificación externa" de sus cuentas, el Gobierno italiano hará lo propio, "en este caso con el FMI". Asimismo, ha precisado que "el FMI había ofrecido fondos" a Italia pero su Ejecutivo los ha "rechazado".
En cuanto a la aprobación de las medidas de ajuste, ha indicado que "serán aprobadas el 15 de noviembre en el Senado" y, después, pasarán a la Cámara de los Diputados, para ser ratificadas de forma definitiva a finales de noviembre.
Por otra parte, 'Il Cavaliere' ha considerado que la falta de interés por los bonos de deuda italianos en los mercados es "una moda pasajera". Según él, cualquier persona que viva en Italia "se da cuenta de que el país no siente nada que pueda parecerse a una fuerte crisis" porque "los restaurantes están llenos" y cuesta comprar un billete de avión.
En este sentido, ha considerado que el empobrecimiento de las familias se ha debido al cambio lira-euro "incongruente" que fijó el gobierno de centro-izquierda de la época. Frente a ello, ha subrayado que "nuestra economía y el sistema bancario son sólidos".
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha descartado este viernes presentar su dimisión, ya que ello equivaldría, a su juicio, a "traicionar" a Italia y se ha mostrado convencido de que las medidas de ajuste que ha presentado su Gobierno a Bruselas y que serán sometidas la próxima semana a una moción de confianza saldrán adelante antes de que finalice el mes de noviembre.
En este sentido, en la rueda de prensa posterior a la cumbre del G-20 en Cannes (Francia), ha subrayado que el Ejecutivo cuenta con una "mayoría sólida" y ha advertido a la oposición de centro-izquierda de que votar en contra de las medidas "no es votar contra el gobierno es votar contra Italia".
Como en otras ocasiones en las últimas semanas, Berlusconi ha descartado presentar su dimisión, puesto que sería "una traición" no hacia su partido, el Pueblo de la Libertad, sino "hacia el país". Según él, tras preguntarse "quién podría representar a Italia" si no estuviera él en el Gobierno, ha llegado a la conclusión de que en el "panorama político" actual no hay "un personaje que pudiera representarla de forma digna".
"Estamos en el Gobierno y tenemos una mayoría sólida y, por tanto, continuaremos gobernando", ha asegurado, mostrándose convencido de que logrará superar la moción de confianza a la que va a someter las nuevas medidas de ajuste económico adoptadas, con el respaldo de la Unión Europea, para recuperar la credibilidad de los mercados.
A este respecto, ha defendido que su decisión de someterse nuevamente a la confianza del Parlamento es "un acto de valentía" puesto que "si no se gana la confianza, el Gobierno debe dimitir". Así las cosas, ha instado a la oposición de centro-izquierda, que ha pedido su dimisión, a respaldar las medidas, que, según él, les hizo llegar antes de presentárselas a Bruselas, puesto que rechazarlas no es "votar contra el Gobierno es votar contra Italia".
CERTIFICACIÓN DEL FMI
Según Berlusconi, las medidas anticrisis adoptadas por su Ejecutivo son "fundamentales para nuestra economía" y, por ello, ha decidido pedir la "certificación" del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el fin de recuperar la confianza de los mercados.
Según ha explicado, al igual que las empresas acuden a la "certificación externa" de sus cuentas, el Gobierno italiano hará lo propio, "en este caso con el FMI". Asimismo, ha precisado que "el FMI había ofrecido fondos" a Italia pero su Ejecutivo los ha "rechazado".
En cuanto a la aprobación de las medidas de ajuste, ha indicado que "serán aprobadas el 15 de noviembre en el Senado" y, después, pasarán a la Cámara de los Diputados, para ser ratificadas de forma definitiva a finales de noviembre.
Por otra parte, 'Il Cavaliere' ha considerado que la falta de interés por los bonos de deuda italianos en los mercados es "una moda pasajera". Según él, cualquier persona que viva en Italia "se da cuenta de que el país no siente nada que pueda parecerse a una fuerte crisis" porque "los restaurantes están llenos" y cuesta comprar un billete de avión.
En este sentido, ha considerado que el empobrecimiento de las familias se ha debido al cambio lira-euro "incongruente" que fijó el gobierno de centro-izquierda de la época. Frente a ello, ha subrayado que "nuestra economía y el sistema bancario son sólidos".