Asesinan las FARC a cuatro rehenes
Bogotá, AFP
La guerrilla colombiana de las FARC asesinó el sábado a tres policías y un militar en una fallida operación del Ejército para rescatarlos, en el golpe más fuerte de los rebeldes desde la muerte de su máximo líder Alfonso Cano.
Los cuatro efectivos asesinados "con tiros de gracia" llevaban secuestrados más de una década y sus cuerpos fueron encontrados después del combate entre el Ejército y una columna de las FARC, informó el Gobierno.
El Gobierno anunció más tarde que tropas encontraron vivo en medio de la selva a un quinto rehén, que logró escapar de sus captores mientras se enfrentaban a las fuerzas de seguridad.
"Esta es una demostración más de la sevicia y la crueldad de las FARC . Se encontraron cadenas al lado de los asesinados, es decir, los tenían encadenados y cuando se vieron enfrentados a la Fuerza Pública no tuvieron ningún reparo en asesinarlos a mansalva. Es un crimen atroz", dijo el presidente Juan Manuel Santos.
Al anochecer, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, informó que el rehén encontrado vivo es el policía Luis Alberto Erazo, quien estuvo casi 12 años secuestrado.
"En medio del profundo dolor que nos embarga, tenemos una buena noticia para el país, ha aparecido vivo el sargento primero Luis Alberto Erazo", dijo el ministro de Defensa.
"En el momento en que se escucharon los primeros disparos, el sargento Erazo tomó la decisión de salir corriendo, corrió y se interno en la selva", explicó Pinzón.
La guerrilla mantiene la orden a todas sus estructuras de asesinar a los rehenes si se produce una operación de rescate de las Fuerzas Armadas.
Santos ratificó que los únicos responsables de la seguridad y la vida de los rehenes son las FARC , acusadas de obtener millonarios ingresos de la producción y el tráfico de cocaína. El Gobierno de Estados Unidos, el principal aliado de Colombia en la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico, lamentó en un comunicado la muerte de los rehenes y se comprometió a seguir apoyando los esfuerzos de Bogotá para liberar a los todos secuestrados y combatir el terrorismo.
Pinzón afirmó que desde hacía 45 días tropas de las fuerzas militares realizaban una operación después de recibir información sobre la presencia en la zona de un grupo de guerrilleros con algunos rehenes.
Entre los efectivos asesinados por la guerrilla el sábado se encuentra el sargento José Libio Martínez, el rehén más antiguo en poder de las FARC, secuestrado desde diciembre de 1997, y el coronel de la policía Edgar Yesid Duarte.
También fueron ejecutados por los rebeldes el mayor de la policía Elkin Hernández y el intendente Alvaro Moreno.
Martínez murió ayer sin conocer a su único hijo, que se convirtió en un símbolo del conflicto armado por las súplicas que hizo para que su padre fuera liberado.
Johan Steven reflejó el drama del conflicto al efectuar caminatas para pedir a las FARC que entregaran a su padre. Quería conocerlo, pues nació unas semanas después del secuestro.
"Lo he intentado todo, pero las FARC no escuchan. Seguiré insistiendo y les exijo que rompan esas cadenas que lo tienen atado en la selva ya. Lo quiero tener conmigo, con nosotros, en mi casa", dijo Johan Steven el 21 de diciembre del año pasado en un acto para recordar otro año de secuestro. Pronto cumplirá 14 años.
"Siempre tuvimos la esperanza de que él volviera vivo, pero hoy la luz se ha apagado. A la guerrilla le digo que terminen esta guerra absurda y que no sigan lastimando niños, como mi hijo Johan", lamentó Claudia Tulcán, esposa José Libio Martínez.
* Familias reprochan operación militar
Familiares de los cuatro militares muertos lamentaron que la operación de búsqueda de estos secuestrados terminó por desvanecer las esperanzas de reencontrarse con sus seres queridos.
"Estamos en luto por el poco trabajo de unos y la maldad de otros. Estamos seguros que no será el principio de la paz", dijo Paola Hernández, hermana del teniente de la Policía Elkin Hernández, secuestrado el 14 de octubre de 1998 en el municipio El Paujil, departamento de Caquetá (sur).
"Es una política de gobierno tener oficiales para que las FARC los asesinen. El Ejército es el culpable", dijo Darío Duarte, padre del coronel de la Policía Edgar Yesid Duarte, quien fue secuestrado el 9 de diciembre de 1999 en Curillo (Caquetá).
La guerrilla colombiana de las FARC asesinó el sábado a tres policías y un militar en una fallida operación del Ejército para rescatarlos, en el golpe más fuerte de los rebeldes desde la muerte de su máximo líder Alfonso Cano.
Los cuatro efectivos asesinados "con tiros de gracia" llevaban secuestrados más de una década y sus cuerpos fueron encontrados después del combate entre el Ejército y una columna de las FARC, informó el Gobierno.
El Gobierno anunció más tarde que tropas encontraron vivo en medio de la selva a un quinto rehén, que logró escapar de sus captores mientras se enfrentaban a las fuerzas de seguridad.
"Esta es una demostración más de la sevicia y la crueldad de las FARC . Se encontraron cadenas al lado de los asesinados, es decir, los tenían encadenados y cuando se vieron enfrentados a la Fuerza Pública no tuvieron ningún reparo en asesinarlos a mansalva. Es un crimen atroz", dijo el presidente Juan Manuel Santos.
Al anochecer, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, informó que el rehén encontrado vivo es el policía Luis Alberto Erazo, quien estuvo casi 12 años secuestrado.
"En medio del profundo dolor que nos embarga, tenemos una buena noticia para el país, ha aparecido vivo el sargento primero Luis Alberto Erazo", dijo el ministro de Defensa.
"En el momento en que se escucharon los primeros disparos, el sargento Erazo tomó la decisión de salir corriendo, corrió y se interno en la selva", explicó Pinzón.
La guerrilla mantiene la orden a todas sus estructuras de asesinar a los rehenes si se produce una operación de rescate de las Fuerzas Armadas.
Santos ratificó que los únicos responsables de la seguridad y la vida de los rehenes son las FARC , acusadas de obtener millonarios ingresos de la producción y el tráfico de cocaína. El Gobierno de Estados Unidos, el principal aliado de Colombia en la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico, lamentó en un comunicado la muerte de los rehenes y se comprometió a seguir apoyando los esfuerzos de Bogotá para liberar a los todos secuestrados y combatir el terrorismo.
Pinzón afirmó que desde hacía 45 días tropas de las fuerzas militares realizaban una operación después de recibir información sobre la presencia en la zona de un grupo de guerrilleros con algunos rehenes.
Entre los efectivos asesinados por la guerrilla el sábado se encuentra el sargento José Libio Martínez, el rehén más antiguo en poder de las FARC, secuestrado desde diciembre de 1997, y el coronel de la policía Edgar Yesid Duarte.
También fueron ejecutados por los rebeldes el mayor de la policía Elkin Hernández y el intendente Alvaro Moreno.
Martínez murió ayer sin conocer a su único hijo, que se convirtió en un símbolo del conflicto armado por las súplicas que hizo para que su padre fuera liberado.
Johan Steven reflejó el drama del conflicto al efectuar caminatas para pedir a las FARC que entregaran a su padre. Quería conocerlo, pues nació unas semanas después del secuestro.
"Lo he intentado todo, pero las FARC no escuchan. Seguiré insistiendo y les exijo que rompan esas cadenas que lo tienen atado en la selva ya. Lo quiero tener conmigo, con nosotros, en mi casa", dijo Johan Steven el 21 de diciembre del año pasado en un acto para recordar otro año de secuestro. Pronto cumplirá 14 años.
"Siempre tuvimos la esperanza de que él volviera vivo, pero hoy la luz se ha apagado. A la guerrilla le digo que terminen esta guerra absurda y que no sigan lastimando niños, como mi hijo Johan", lamentó Claudia Tulcán, esposa José Libio Martínez.
* Familias reprochan operación militar
Familiares de los cuatro militares muertos lamentaron que la operación de búsqueda de estos secuestrados terminó por desvanecer las esperanzas de reencontrarse con sus seres queridos.
"Estamos en luto por el poco trabajo de unos y la maldad de otros. Estamos seguros que no será el principio de la paz", dijo Paola Hernández, hermana del teniente de la Policía Elkin Hernández, secuestrado el 14 de octubre de 1998 en el municipio El Paujil, departamento de Caquetá (sur).
"Es una política de gobierno tener oficiales para que las FARC los asesinen. El Ejército es el culpable", dijo Darío Duarte, padre del coronel de la Policía Edgar Yesid Duarte, quien fue secuestrado el 9 de diciembre de 1999 en Curillo (Caquetá).