Violentos disturbios en Chile tras ruptura del diálogo entre el Gobierno y los estudiantes
Santiago de Chile, EFE
Una marcha estudiantil no autorizada derivó hoy en violentos disturbios en el centro de la capital chilena, un día después de la ruptura del diálogo entre los estudiantes y el Gobierno para saldar un conflicto de casi cinco meses.
Por lo menos 28 personas fueron detenidas y seis carabineros y dos civiles resultaron lesionados, según una información provisional facilitada por la intendenta (gobernadora) de Santiago, Cecilia Pérez, cuando aún se registraban incidentes.
Además, según medios locales, un periodista del canal privado Chilevisión fue detenido y un camarógrafo y una reportera resultaron heridos.
Los desmanes comenzaron cuando los jóvenes desafiaron la prohibición de la Intendencia, que les permitió marchar desde la Universidad de Santiago y no desde la céntrica Plaza Italia.
Animados por sus líderes, los jóvenes, que reclaman una educación gratuita y de calidad, se reunieron en la Plaza Italia para iniciar la marcha número 37 de este conflicto, pero rápidamente Carabineros comenzó a dispersarlos con carros lanzadores de agua y gas y agentes montados, según constató Efe.
La mayoría de los estudiantes abandonó el lugar, pero algunos respondieron con piedras y palos e incendiando barricadas y destrozando vallas, semáforos y señales en distintos puntos de la capital.
Los altercados obligaron al cierre de comercios y de algunas estaciones del metro, así como a cortar el tránsito en numerosas calles, incluida la Alameda, principal arteria capitalina.
Los disturbios se extendieron desde el distrito de Santiago Centro hasta el de Providencia, uno de los más acomodados de la capital, donde un grupo de jóvenes, algunos de ellos encapuchados, cortó el tránsito e instaló una barricada.
Para esta noche se ha convocado un cacerolazo, una forma de protesta a la que los chilenos recurrieron en la dictadura para poder manifestarse desde casa sin arriesgarse a ser detenidos.
Durante la jornada también se registraron altercados, aunque de menor magnitud, en las ciudades de Valparaíso, Concepción, Temuco y Valdivia.
Gobierno y estudiantes se responsabilizaron mutuamente de los desmanes.
Para la intendenta de Santiago, los desórdenes "obedecen solo a la irresponsabilidad de aquellos líderes que convocaron a una marcha a sabiendas de que ese lugar no estaba autorizado".
"El Gobierno es el culpable por negarse a todo, pedimos permiso para marchar y no lo dan, pedimos educación gratuita y tampoco. Qué pretenden", argumentó por su parte la líder estudiantil Camila Vallejo a través de Twitter.
Antes de iniciar la marcha, Vallejo explicó que la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que agrupa a los universitarios, solo estaría dispuesta a volver a la mesa de diálogo si el Ejecutivo les presenta una nueva propuesta con respecto a la gratuidad de la educación.
El ministro de Educación, Felipe Bulnes, explicó hoy que el Gobierno ofreció impulsar becas garantizadas para todo alumno meritorio de educación superior y que pertenezca al 40 % más pobre de la población, y facilitar becas y créditos para el 20 % siguiente.
Bulnes reiteró que los estudiantes "insisten en una educación gratuita para el cien por ciento", y el Gobierno no está de acuerdo en "darle educación gratuita a todos, incluidos los más ricos".
Aun así, aseguró que el Ejecutivo va a "seguir siempre disponible para el diálogo".
Los estudiantes rechazan igualmente un proyecto de ley que endurece las penas frente a los desórdenes públicos e incluye nuevos delitos como el saqueo y las tomas ilegales de centros educativos, y que volvió a ser defendido hoy por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
La tensión se desplazó hasta el Congreso, en Valparaíso, donde un grupo de diputados opositores extendió una pancarta a favor de la educación pública y hubo empujones y forcejeos entre ellos y parlamentarios oficialistas, según observó un periodista de Efe.
Una marcha estudiantil no autorizada derivó hoy en violentos disturbios en el centro de la capital chilena, un día después de la ruptura del diálogo entre los estudiantes y el Gobierno para saldar un conflicto de casi cinco meses.
Por lo menos 28 personas fueron detenidas y seis carabineros y dos civiles resultaron lesionados, según una información provisional facilitada por la intendenta (gobernadora) de Santiago, Cecilia Pérez, cuando aún se registraban incidentes.
Además, según medios locales, un periodista del canal privado Chilevisión fue detenido y un camarógrafo y una reportera resultaron heridos.
Los desmanes comenzaron cuando los jóvenes desafiaron la prohibición de la Intendencia, que les permitió marchar desde la Universidad de Santiago y no desde la céntrica Plaza Italia.
Animados por sus líderes, los jóvenes, que reclaman una educación gratuita y de calidad, se reunieron en la Plaza Italia para iniciar la marcha número 37 de este conflicto, pero rápidamente Carabineros comenzó a dispersarlos con carros lanzadores de agua y gas y agentes montados, según constató Efe.
La mayoría de los estudiantes abandonó el lugar, pero algunos respondieron con piedras y palos e incendiando barricadas y destrozando vallas, semáforos y señales en distintos puntos de la capital.
Los altercados obligaron al cierre de comercios y de algunas estaciones del metro, así como a cortar el tránsito en numerosas calles, incluida la Alameda, principal arteria capitalina.
Los disturbios se extendieron desde el distrito de Santiago Centro hasta el de Providencia, uno de los más acomodados de la capital, donde un grupo de jóvenes, algunos de ellos encapuchados, cortó el tránsito e instaló una barricada.
Para esta noche se ha convocado un cacerolazo, una forma de protesta a la que los chilenos recurrieron en la dictadura para poder manifestarse desde casa sin arriesgarse a ser detenidos.
Durante la jornada también se registraron altercados, aunque de menor magnitud, en las ciudades de Valparaíso, Concepción, Temuco y Valdivia.
Gobierno y estudiantes se responsabilizaron mutuamente de los desmanes.
Para la intendenta de Santiago, los desórdenes "obedecen solo a la irresponsabilidad de aquellos líderes que convocaron a una marcha a sabiendas de que ese lugar no estaba autorizado".
"El Gobierno es el culpable por negarse a todo, pedimos permiso para marchar y no lo dan, pedimos educación gratuita y tampoco. Qué pretenden", argumentó por su parte la líder estudiantil Camila Vallejo a través de Twitter.
Antes de iniciar la marcha, Vallejo explicó que la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que agrupa a los universitarios, solo estaría dispuesta a volver a la mesa de diálogo si el Ejecutivo les presenta una nueva propuesta con respecto a la gratuidad de la educación.
El ministro de Educación, Felipe Bulnes, explicó hoy que el Gobierno ofreció impulsar becas garantizadas para todo alumno meritorio de educación superior y que pertenezca al 40 % más pobre de la población, y facilitar becas y créditos para el 20 % siguiente.
Bulnes reiteró que los estudiantes "insisten en una educación gratuita para el cien por ciento", y el Gobierno no está de acuerdo en "darle educación gratuita a todos, incluidos los más ricos".
Aun así, aseguró que el Ejecutivo va a "seguir siempre disponible para el diálogo".
Los estudiantes rechazan igualmente un proyecto de ley que endurece las penas frente a los desórdenes públicos e incluye nuevos delitos como el saqueo y las tomas ilegales de centros educativos, y que volvió a ser defendido hoy por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
La tensión se desplazó hasta el Congreso, en Valparaíso, donde un grupo de diputados opositores extendió una pancarta a favor de la educación pública y hubo empujones y forcejeos entre ellos y parlamentarios oficialistas, según observó un periodista de Efe.