Afganistán / Una década después de la invasión, sanidad y educación todavía tienen graves carencias
Kabul, EP
Los servicios sanitario y educativo de Afganistán continúan adoleciendo de graves carencias, una década después del comienzo de la misión internacional para expulsar a los talibán del país asiático, según han denunciado varias organizaciones humanitarias.
ACBAR, una asociación que abarca varias ONG afganas, apunta que pese a que se ha avanzado en la construcción de hospitales y en el acceso de la mujer a la educación, la escasez de medicinas, libros de textos y profesionales experimentados en ambos sectores hace que todavía sean inoperativos.
"Hay un abismo entre la retórica y la cruda realidad. Detrás de los números no se ve la realidad de la gente intentando llegar a las clínicas sin medicinas y a los niños intentando estudiar sin libros de texto", ha subrayado.
En este sentido, ha indicado que los 57.000 millones de dólares (42.436 millones de euros) que se la comunidad internacional ha destinado al país han facilitado el desarrollo de estos servicios en las áreas urbanas, si bien, también ha matizado que su calidad es baja.
Estas declaraciones reflejan el sentir popular, ya que el 73 por ciento de los afganos, pese a que está satisfecho con la proliferación de hospitales y escuelas, se queja de los servicios reales que ofrecen.
Según cifras del Ministerio de Salud, el porcentaje de afganos con acceso al sistema sanitario del país ha pasado del nueve en 2011 al 80 en la actualidad. Se desconocen los datos de la escolarización a nivel nacional.
En este contexto, ACBAR ha instado a la comunidad internacional y al propio Gobierno de Afganistán a revisar el uso de los fondos y a priorizar la calidad de los servicios sobre la cantidad.
Los servicios sanitario y educativo de Afganistán continúan adoleciendo de graves carencias, una década después del comienzo de la misión internacional para expulsar a los talibán del país asiático, según han denunciado varias organizaciones humanitarias.
ACBAR, una asociación que abarca varias ONG afganas, apunta que pese a que se ha avanzado en la construcción de hospitales y en el acceso de la mujer a la educación, la escasez de medicinas, libros de textos y profesionales experimentados en ambos sectores hace que todavía sean inoperativos.
"Hay un abismo entre la retórica y la cruda realidad. Detrás de los números no se ve la realidad de la gente intentando llegar a las clínicas sin medicinas y a los niños intentando estudiar sin libros de texto", ha subrayado.
En este sentido, ha indicado que los 57.000 millones de dólares (42.436 millones de euros) que se la comunidad internacional ha destinado al país han facilitado el desarrollo de estos servicios en las áreas urbanas, si bien, también ha matizado que su calidad es baja.
Estas declaraciones reflejan el sentir popular, ya que el 73 por ciento de los afganos, pese a que está satisfecho con la proliferación de hospitales y escuelas, se queja de los servicios reales que ofrecen.
Según cifras del Ministerio de Salud, el porcentaje de afganos con acceso al sistema sanitario del país ha pasado del nueve en 2011 al 80 en la actualidad. Se desconocen los datos de la escolarización a nivel nacional.
En este contexto, ACBAR ha instado a la comunidad internacional y al propio Gobierno de Afganistán a revisar el uso de los fondos y a priorizar la calidad de los servicios sobre la cantidad.