Un Boca sin luces apenas igualó sin goles con Belgrano
Buenos Aires, DyN
Boca Juniors y Belgrano igualaron 0-0 en un partido opaco, en el que el puntero tuvo más ambición, pero no supo cómo quebrar a una defensa muy bien parada.
Belgrano casi no cometió errores en su terreno y las pocas veces en que se dieron oportunidades claras apareció Juan Carlos Olave, con tres intervenciones clave en el segundo tiempo para sostener el cero.
Boca, que perdió por lesión a Lucas Viatri sobre el final del primer tiempo y a Juan Román Riquelme a poco de comenzar el segundo, tuvo el mérito de no desordenarse, con un Rolando Schiavi de muy buen trabajo en el fondo, pero chocó en los últimos metros y no logró desnivelar.
Belgrano propuso un partido muy cerrado, con marca muy apretada y fricción permanente, y Boca no pudo en todo el primer período encontrar la profundidad que necesitaba.
En el primer tramo el equipo cordobés manejó mejor la pelota, pero pasados los 10 minutos Boca logró llevar el encuentro a campo adversario, aunque con muy pocas llegadas al área.
La primera oportunidad le correspondió a Belgrano a los 4 minutos cuando Claudio Pérez cabeceó desviado un tiro libre de César Mansanelli.
Y cuatro minutos más tarde fue Schiavi el que cabeceó por encima del travesaño un córner ejecutado por Riquelme.
Por entonces, ante la falta de juego elaborado, se advertía que las acciones de pelota parada eran la única vía para generar algún riesgo. Y así fue que a los 13 minutos Facundo Roncaglia peinó en el primer palo un tiro libre servido por Riquelme desde la derecha y la pelota cruzó frente al arco y se fue desviada.
A la media hora estuvo cerca Belgrano con una volea de Pérez que se fue cerca. Y la mejor oportunidad de Boca ocurrió a los 32, cuando Clemente Rodríguez recogió un rechazo, remató desde fuera del área y, después de un desvío, conectó Viatri, pero muy alto.
Todo en medio de 45 minutos para el olvido en el que ninguno de los dos supo quebrar la estructura defensiva rival.
El segundo capítulo fue un monólogo de Boca, porque la visita, a diferencia de la etapa inicial, fue metiéndose cada vez más atrás y salió muy pocas veces.
En medio del repetido machacar por parte de Boca, hubo tres situaciones de gol muy claras, la primera a los 8, cuando Riquelme sacó un remate de fuera del área en su última intervención y Olave desvió al córner sobre su palo derecho.
La segunda -la mejor de todas- sucedió a los 33, cuando Nicolás Blandi recibió solo en el medio del área, pero le entró mal a la pelota y permitió el rechazo de Olave.
Y la última escena propicia para los xeneizes se vio a los 43, cuando el arquero cordobés salvó por dos veces su valla, primero ante Cristian Chávez, de tardío ingreso, y luego ante Nicolás Blandi.
En todo el período final Belgrano apenas se arrimó dos veces, con un media vuelta de César Pereyra a los 26 que contuvo Agustín Orion, y, ya en tiempo agregado, con una corrida de Federico Mancuello, quien terminó enredándose y yéndose de la cancha.
Pero en definitiva a los cordobeses les salió el partido como lo habían planeado y se llevaron lo que pretendían.