Simoncelli fallece tras un brutal accidente en carrera

El piloto italiano fue arrollado por Colin Edwards y Valentino Rossi cuando trataba de evitar una caída con su Honda

El piloto italiano Marco Simoncelli yace inerte en la pista tras el accidente. / AFP

En un mundo como el del motociclismo, en el que el riesgo y la velocidad es la materia prima del espectáculo, tener que dar noticias como la del fallecimiento de un joven y talentoso piloto sepultan la competición y hunden en el desánimo a aquellos que comprenden que lo realmente importante en esta vida es tener cerca a los que te acompañan.

Un atropello brutal mientras se disputaba la prueba de MotoGP en el circuito de Sepang sesgó la vida del piloto italiano Marco Simoncelli, dejando el alma en vilo a los miles de asistentes que habían acudido al Gran Premio de Malaisia y destrozando a los componentes del paddock del mundial de motociclismo. El piloto italiano fue arrollado mientras intentaba controlar su Honda cuando se estaba disputando aún la segunda vuelta de la carrera.

Arrollado entre Edwards y Rossi

Simoncelli luchaba por mantener la cuarta posición con Álvaro Bautista cuando su moto, que calzaba una goma más dura que el resto de sus rivales, empezó a deslizarse sobre el trazado de Sepang. El italiano intentó evitar la caída con tan mala fortuna que acabó en medio de la pista siendo arrollado por el estadounidense Colin Edwards y su compañero y amigo Valentino Rossi, que nada pudieron hacer para evitarlo.

Si el accidente ya revestía gravedad, la imagen posterior de un Simoncelli estirado en el suelo sin el casco hizo saltar todas las alarmas. Al momento se suspendió la prueba por parte de Dirección de Carrera y todos los pilotos volvieron a los boxes, muchos de ellos sin saber aún qué había sucedido. El recuerdo del fallecimiento del japonés Shoya Tomizawa la temporada pasada sobrevoló el asfalto malasio.

Momentos de tensión

Simoncelli fue recogido inmediatamente por una ambulancia y trasladado a la clínica móvil donde, tras ver la seriedad de las heridas sufridas por los médicos, decidieron subirlo a un helicóptero medicalizado para llevarlo a un hospital donde ofrecerle mejor asistencia. Su situación a la salida de la clínica móvil era de estado crítico. Minutos después falleció. Dorna hizo oficial el deceso a las cinco de la tarde (hora local). Los médicos habían tratado de reanimar a Simoncelli durante cuarenta y cinco minutos pero fue inútil.

En los eternos minutos que estuvo ingresado en la clínica móvil las informaciones que se filtraban sobre su estado eran confusas: desde que se encontraba consciente y por lo tanto, fuera de peligro hasta que el italiano bordeaba la muerte. La imagen del padre de Simoncelli, Paolo, saliendo del centro totalmente desconsolado no hacía presagiar nada bueno. Instantes después se suspendía definitivamente la prueba y Carmelo Ezpeleta, director ejecutivo de Dorna (la gestora del mundial de motociclismo) comentaba el motivo: "la carrera se cancela porque Marco Simoncelli está mal y no estamos para correr".Al poco rato se confirmaba la trágica noticia. El servicio médico del mundial de motociclismo convocó una rueda de prensa para informar de las causas del fallecimiento de Marco. "Traumatismos muy graves en la cabeza, el cuello y el pecho", indicó Michele Macchiagodena, el director médico del campeonato.

Sus rivales y compañeros, consternados

El equipo técnico del Team Honda Gresini, donde militaba Marco Simoncelli, llora la muerte de su piloto.


Entre los pilotos que compartían parrilla con el italiano, era de incredulidad y tristeza infinita. Un Valentino Rossi hundido intentaba, como podía, explicar a su compatriota Loris Capirossi la secuencia del accidente. Consciente de la gravedad del choque el campeonísimo se llevaba las manos a la cabeza tratando de aguantar el llanto.

Jorge Lorenzo, que había causado baja tras su lesión en Phillip Island, envío un mensaje de condolencia a través de Twitter: "No se qué decir de un día así... Sólo se que te echaremos de menos. Descansa en paz Marco". Nicky Hayden también hizo uso de esta red social para mostrar su pesar: "Algunas veces la vida no tiene sentido... RIP#58 fuiste una estrella dentro y fuera de la pista. Te echaremos de menos". Dani Pedrosa, con el Simoncelli tuvo un rifirafe a principio de temporada que provocó la enemistad de ambos, expresó a EFE su tristeza por el fallecimiento: "Cuando sucede algo así, no hay nada que decir. Todo lo demás no es importante. Son cosas que no deberían suceder, pero esto es deporte y a veces nos olvidamos de lo peligroso que es". El compañero de box del piloto de Castellar del Vallés, el flamante campeón de MotoGP, Casey Stoner, tuvo un recuerdo para los allegados del italiano: "Todo lo que puedo decir es que lo siento mucho por toda la familia de Marco, no me puedo imaginar lo que están pasando y nuestros pensamientos y deseos están con ellos en este momento". De igual modo se expresó Andrea Dovizioso: "Mis pregarias y pensamientos están con la familia de Marco y sus amigos".

Por su parte, Héctor Barberá afirmó sentirse "conmocionado" por la muerte de su rival y su jefe de equipo, el cuádruple campeón mundial Jorge Martínez Aspar, la jornada se convirtió en "un día muy triste para el motociclismo".

Otros compañeros del paddock que alguna ocasión compartieron carreras con SuperSic también quisieron rendir homenaje como Aleix Espargaró: "Es increíble, cómo cambia la vida en unos segundos.. Siempre te recordaremos Simoncelli 58. Es duro, muy duro, te replanteas muchas cosas...", o su ex compañero en el Team Gresini, Marco Melandri: "Buen viaje Marco. Las palabras no pueden describir este sufrimiento".Se da la circustancia que el capo del equipo, Fausto Gresini, ya tuvo que lidiar con otra fatalidad: el fallecimiento, también por accidente, de otro de sus pilotos, el japonés Daijiro Kato en el circuito de Suzuka en 2003.

Un piloto controvertido pero con la total confianza de Honda

Simoncelli, que contaba 24 años, completaba su segunda temporada en MotoGP. Campeón en 2008 del mundial de 250 cc, saltó a la máxima categoría bajo el auspicio de Honda y el pupilaje del Team Gresini. Tras una temporada de contacto con una moto satélite, la marca japonesa decidió apostar por él y ofrecerle una moto oficial con la que llegarían sus primeros resultados. Un tercer puesto en el Gran Premio de la República Checa y un segundo en el pasado Gran Premio de Australia comenzaban a vislumbrar el potencial de Marco en la categoría. Aún en fase de adaptación, SuperSic ya se había mostrado muy competitivo, sobre todo en los entrenamientos oficiales.

Controvertido por su estilo de pilotaje (agresivo para unos, espectacular para otros) que le hizo ganar algunas antipatías dentro de la parrilla, Simoncelli se había granjeado una legión de fieles seguidores que veían en él al sustituto perfecto de Valentino Rossi en un futuro. Una progresión que se vió truncada por ese espíritu batallador e irreverente que le obligaba a luchar hasta el último instante. Ironías del destino Simoncelli dijo adiós a la vida en el mismo circuito donde cuatro años antes saboreaba la gloria de convertirse en campeón mundial. Ahora son sus allegados los que deben beber el trago amargo de su desaparición.

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