Rusia asegura que Gadafi debió ser apresado y que su muerte viola la ley internacional
Moscú, EFE
Rusia aseguró hoy que el fallecido líder libio, Muamar el Gadafi, debió ser hecho prisionero y que su muerte a manos de los rebeldes es una violación flagrante del derecho internacional.
"Categóricamente, no se le debía haber matado. Gadafi agotó su legitimidad hace mucho tiempo, pero el cómo ocurrió su muerte despierta por supuesto muchas dudas", señaló Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, en declaraciones a la emisora de radio "Eco de Moscú".
Según Lavrov, "el derecho internacional dice que en los conflictos armados, y en Libia hubo y hay un conflicto, rige el derecho humanitario".
"Estas reglas están corroboradas por las Convenciones de Ginebra. Debemos guiarnos por el derecho internacional. No existen otros criterios en los asuntos internacionales", comentó.
Lavrov recuerda que en esas convenciones se dice claramente que un prisionero de guerra debe recibir asistencia médica si resulta herido, como fue el caso de Gadafi en la ciudad libia de Sirte.
"Fue apresado por un batallón semiautónomo que no se subordina al Consejo Nacional de Transición (CNT). Las imágenes que vimos por televisión muestran que fue hecho prisionero, que estaba herido y que mientras estaba preso se le quitó la vida", dijo.
El ministro respaldó la propuesta de abrir una investigación internacional sobre la muerte del dictador libio, al que Kremlin dio la espalda al comienzo del conflicto.
"No es casualidad que hoy la Oficina de Derechos Humanos de la ONU expresara la necesidad de llevar a cabo una investigación sobre todas las circunstancias que rodearon la muerte y estoy seguro de que esa investigación se llevará a cabo", apuntó.
El portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville, afirmó hoy en rueda de prensa que son necesarios "más detalles para poder asegurar con certeza si murió en algún tipo de enfrentamiento o si fue ejecutado tras su captura".
El jefe de la diplomacia rusa subrayó la necesidad de que la operación militar de la OTAN en el país norteafricano reciba la correspondiente valoración desde el punto de vista del derecho internacional.
"Recordamos que cuando los países aliados se comprometieron a cumplir la resolución del Consejo de Seguridad aseguraron que su objetivo era la defensa de la población civil y no la eliminación de Gadafi", indicó.
Además, agregó, los aliados aseguraron que "el cambio de régimen debe ocurrir de manera natural y a manos de las fuerzas del mismo pueblo libio".
"Ahora hablan de otra forma. Dicen que, por fin, el objetivo está cumplido. Cuando ese objetivo no es el que se marcó el Consejo de Seguridad", apuntó.
Lavrov criticó a Occidente por no respaldar la iniciativa de diálogo entre Trípoli y Bengasi propuesta por la Unión Africana.
En su opinión, en ese caso Gadafi habría abandonado el poder de manera pacífica y la pérdida de vidas humanas hubiera sido mucho menor.
Lavrov también aludió a "las muestras de satisfacción e incluso de alegría" que mostraron muchos líderes occidentales tras conocer la noticia de la muerte de Gadafi, que gobernó Libia con mano de hierro durante 42 años.
Rusia aseguró hoy que el fallecido líder libio, Muamar el Gadafi, debió ser hecho prisionero y que su muerte a manos de los rebeldes es una violación flagrante del derecho internacional.
"Categóricamente, no se le debía haber matado. Gadafi agotó su legitimidad hace mucho tiempo, pero el cómo ocurrió su muerte despierta por supuesto muchas dudas", señaló Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, en declaraciones a la emisora de radio "Eco de Moscú".
Según Lavrov, "el derecho internacional dice que en los conflictos armados, y en Libia hubo y hay un conflicto, rige el derecho humanitario".
"Estas reglas están corroboradas por las Convenciones de Ginebra. Debemos guiarnos por el derecho internacional. No existen otros criterios en los asuntos internacionales", comentó.
Lavrov recuerda que en esas convenciones se dice claramente que un prisionero de guerra debe recibir asistencia médica si resulta herido, como fue el caso de Gadafi en la ciudad libia de Sirte.
"Fue apresado por un batallón semiautónomo que no se subordina al Consejo Nacional de Transición (CNT). Las imágenes que vimos por televisión muestran que fue hecho prisionero, que estaba herido y que mientras estaba preso se le quitó la vida", dijo.
El ministro respaldó la propuesta de abrir una investigación internacional sobre la muerte del dictador libio, al que Kremlin dio la espalda al comienzo del conflicto.
"No es casualidad que hoy la Oficina de Derechos Humanos de la ONU expresara la necesidad de llevar a cabo una investigación sobre todas las circunstancias que rodearon la muerte y estoy seguro de que esa investigación se llevará a cabo", apuntó.
El portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville, afirmó hoy en rueda de prensa que son necesarios "más detalles para poder asegurar con certeza si murió en algún tipo de enfrentamiento o si fue ejecutado tras su captura".
El jefe de la diplomacia rusa subrayó la necesidad de que la operación militar de la OTAN en el país norteafricano reciba la correspondiente valoración desde el punto de vista del derecho internacional.
"Recordamos que cuando los países aliados se comprometieron a cumplir la resolución del Consejo de Seguridad aseguraron que su objetivo era la defensa de la población civil y no la eliminación de Gadafi", indicó.
Además, agregó, los aliados aseguraron que "el cambio de régimen debe ocurrir de manera natural y a manos de las fuerzas del mismo pueblo libio".
"Ahora hablan de otra forma. Dicen que, por fin, el objetivo está cumplido. Cuando ese objetivo no es el que se marcó el Consejo de Seguridad", apuntó.
Lavrov criticó a Occidente por no respaldar la iniciativa de diálogo entre Trípoli y Bengasi propuesta por la Unión Africana.
En su opinión, en ese caso Gadafi habría abandonado el poder de manera pacífica y la pérdida de vidas humanas hubiera sido mucho menor.
Lavrov también aludió a "las muestras de satisfacción e incluso de alegría" que mostraron muchos líderes occidentales tras conocer la noticia de la muerte de Gadafi, que gobernó Libia con mano de hierro durante 42 años.