OTAN: los talibán no son responsables del asesinato del hermano de Karzai
Kabul, EP
La OTAN ha informado de que Ahmad Wali Karzai, influyente hermano del presidente afgano, Hamid Karzai, no fue asesinado por los talibán, tal como se creía, sino que se trata de un asesinato por motivos personales, no políticos.
"Ha sido un homicidio, no un asesinato. No fue por motivos políticos ni un plan maestro de los talibán", ha señalado un portavoz de la OTAN durante una reunión con la prensa para hacer balance de la lucha contrainsurgente.
Ahmad Wali Karzai fue asesinado el pasado mes de julio en Kandahar por un miembro de las fuerzas de seguridad, una muerte rápidamente reivindicada por los talibán. Sin embargo, siempre según la OTAN, el asesino era en realidad un comandante de un control de seguridad de la ciudad de Kandahar que se había enterado de que iba a ser castigado por maltratar a la población y decidió asesinar al hombre para ocultarlo.
El portavoz de la OTAN restó importancia a los rumores de infiltración de los talibán en el Ejército y la Policía. "Esta es una cultura de armas. Hemos estudiado las infiltraciones y en la mayoría de los casos no había relación con los talibán (...). Los insurgentes reivindican todos los ataques", ha explicado.
Estas muertes se deberían a la tensión bajo la que se encuentran policías y militares y a determinados "problemas personales" ajenos a los talibán. Además, estos casos se confunden con los de insurgentes que se hacen con uniformes del Ejército o la Policía para perpetrar atentados sin ser miembros de estos cuerpos.
En cuanto a las cifras, en los nueve primeros meses del año los atentados con artefactos explosivos improvisados habrían aumentado un 6 por ciento con respecto al mismo periodo de 2010, pero el total de los atentados ha caído un 8 por ciento. "Es un avance. Un avance auténtico. Pero es aún frágil. Si no seguimos con la presión podría haber un retroceso", ha indicado el portavoz de la OTAN.
Los datos de la ONU, en cambio, muestran un importante incremento de los incidentes de seguridad y un aumento de las bajas civiles en los ocho primeros años de edad.
La OTAN ha informado de que Ahmad Wali Karzai, influyente hermano del presidente afgano, Hamid Karzai, no fue asesinado por los talibán, tal como se creía, sino que se trata de un asesinato por motivos personales, no políticos.
"Ha sido un homicidio, no un asesinato. No fue por motivos políticos ni un plan maestro de los talibán", ha señalado un portavoz de la OTAN durante una reunión con la prensa para hacer balance de la lucha contrainsurgente.
Ahmad Wali Karzai fue asesinado el pasado mes de julio en Kandahar por un miembro de las fuerzas de seguridad, una muerte rápidamente reivindicada por los talibán. Sin embargo, siempre según la OTAN, el asesino era en realidad un comandante de un control de seguridad de la ciudad de Kandahar que se había enterado de que iba a ser castigado por maltratar a la población y decidió asesinar al hombre para ocultarlo.
El portavoz de la OTAN restó importancia a los rumores de infiltración de los talibán en el Ejército y la Policía. "Esta es una cultura de armas. Hemos estudiado las infiltraciones y en la mayoría de los casos no había relación con los talibán (...). Los insurgentes reivindican todos los ataques", ha explicado.
Estas muertes se deberían a la tensión bajo la que se encuentran policías y militares y a determinados "problemas personales" ajenos a los talibán. Además, estos casos se confunden con los de insurgentes que se hacen con uniformes del Ejército o la Policía para perpetrar atentados sin ser miembros de estos cuerpos.
En cuanto a las cifras, en los nueve primeros meses del año los atentados con artefactos explosivos improvisados habrían aumentado un 6 por ciento con respecto al mismo periodo de 2010, pero el total de los atentados ha caído un 8 por ciento. "Es un avance. Un avance auténtico. Pero es aún frágil. Si no seguimos con la presión podría haber un retroceso", ha indicado el portavoz de la OTAN.
Los datos de la ONU, en cambio, muestran un importante incremento de los incidentes de seguridad y un aumento de las bajas civiles en los ocho primeros años de edad.