Nápoli expugnó San Siro con un triunfo muy raro ante Inter
Roma, Espn
Nápoli, que no ganaba en San Siro desde el 11 de diciembre del 1994 y que venía de ocho derrotas consecutivas en Milán ante Inter, expugnó la "escala" del Calcio superando a los nerazzurri por 3 a 0, con goles de Hugo Campagnaro, Christian Maggio y Marek Hamsik.
De esta manera, el Burro se trepó al escalón más alto de la tabla, que por el momento ocupa en soledad con 10 unidades, mientras que los nerazzurri se quedaron parados con cuatro puntos y siguen decimocuartos junto a Atalanta y Novara.
Difícil decir si el resultado fue justo o no, porque el partido fue muy raro y, al final, fue completamente condicionado por algunos clamorosos errores del referí Rocchi, sin dudas el peor de la cancha.
En efecto, el desafío tuvo dos caras: primero se vio un Inter en forma, bien parado en la cancha, que aplastó a sus rivales y que pudo pasar en ventaja. Después, con el penal regalado y la expulsión injusta de Obi, se vio un desafío a dirección única, dominado por la visita que ganó con grande facilidad.
Como dicho, los locales comenzaron muy bien: parados con Alvárez entre líneas, Forlán-Pazzini tándem ofensivo, y con el recuperado Maicón por derecha, los muchachos de Ranieri supieron imponer su propio ritmo de juego, la movieron bastante bien y crearon una buena cantidad de ocasiones de gol.
La defensa de Nápoli sufrió, pero aguantó con coraje. Cannavaro no lució en buena condición, pero por suerte si lo estuvo Campagnaro, quien cerró siempre con grande timing y seguridad.
Inter aplastó a Nápoli (que raramente logró asomarse) por media hora. Luego, el match se equilibró bastante, porque evidentemente los locales bajaron un poco el ritmo y el Burro pudo levantar un poco su posición en la cancha, si bien las jugadas más peligrosas siguieron siendo las de los locales.
Cerca del minuto 40, pero, Maggio se le escapó a Obi por derecha y entrando en el área fue bajado con una clara falta. El toque fue evidentemente afuera del área, pero el referí dio penal y le mostró la amarilla al nerazzurro, que ya estaba amonestado y salió expulsado.
Vale la pena aclarar que Obi recibió la primera amarilla al décimo minuto por una supuesta falta sobre Lavezzi que no existió y que, si también hubiese sido, no parecía ser tan grave como para recibir la amonestación.
Desde los once metros se presentó Hamsik, pero el zorro Ranieri metió un cambio en ese momento (Nagatomo por Chivu) para desconcentrar al eslovaco: el truco funcionó, porque Julio César tapó el penal mal pateado por su rival, pero Campagnaro llegó de gran corrida y metió el tap-in.
El complemento no tuvo historia: Nápoli demostró cuanto creció como equipo y como mentalidad controlando el match con una grande administración del balón, sin prisa, copando bien cada espacio de la cancha y con una excelente organización en cada fase de juego.
Así, Inter no pudo aguantar mucho tiempo con hombre de menos el elevado ritmo de los partenopeos y terminó por caer sin esperanzas. Primero anotó Maggio, al minuto 11: el alero, lanzado por Mascara, le sacó cinco metros en el pique a Nagatomo, peleó bien con el cuerpo (el italiano es mucho más poderoso que el japonés) y, sobre el límite del área, con un toque rápido la metió por arriba de la salida de Julio César.
Después fue el turno de Hamsik: pase vertical de Lavezzi, entrada ganadora del eslovaco y gran definición del mano a mano contra el portero brasilero.
Sobre el final del partido, Inter tuvo un par de chances para descontar y para darle un aspecto más honesto al marcador, pero los golpes de cabeza de Pazzini fueron imprecisos, uno saliendo de poco y uno demasiado central, y los locales no lograron descontar.