Miles de personas secundan la marcha de la izquierda 'abertzale' en Bilbao
Los manifestantes piden al Gobierno soluciones para los presos de ETA
Bilbao, El País
Euskal Herriak konponbidea nahi du [Euskal Herria necesita soluciones]”. Entre los miles de manifestantes que han acudido hoy al llamamiento de los firmantes del Acuerdo de Gernika bajo este lema había diversidad de edades, clases sociales y algunos planteamientos, pero puntos básicos en común: ETA ha dado el paso por voluntad propia, no porque haya sido derrotada; si debe haber un perdón, tiene que pedirse por “los dos bandos”; no debe haber vencedores y vencidos; y el Estado debe ahora mostrar disposición a dialogar sobre las “consecuencias del conflicto” –es decir, los presos como pedía la banda en su comunicado- y también sobre el “conflicto político” subyacente, que definen como el derecho del pueblo vasco a decidir sobre su futuro.
Pero también había discrepancias sobre aspectos básicos del pasado. Algunos de los asistentes [entre los que se encontraban Niko Moreno, Joseba Permach, Pernando Barrena, Eugenio Etxebeste y Maribi Ugarteburu (Ezker Abertzalea), Pello Urizar, Ikerne Badiola y Ángeles Iztueta (EA), Oskar Matute (Alternatiba) y Patxi Zabaleta (Aralar)] estaban convencidos de que sin armas la izquierda abertzale jamás hubiera llegado donde está ahora. Otros decían, sin embargo, que ETA debía haber dejado la violencia hace tiempo y que, sin tiros, la izquierda abertzale podría haber empezado antes a luchar por sus ideales políticos. Todos, en cualquier caso, mostraban su entusiasmo ante “el proceso de paz”. “Al menos que pueda haber un lehendakari abertzale”, decía una joven ante el coreado Independentzia.
La portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugerteburu ha instado a solucionar la "negación de Euskal Herria como sujeto de decisión" y ha insistido en reclamar el "respeto absoluto a todos los derechos civiles y políticos, y el respeto al derecho a decidir". "Pedimos democracia real ya en Euskal Herria", ha añadido, informa Efe.
“Me parece mal que se pida solo a ETA que pida perdón”, decía Busti, de 27 años y de Bilbao. “Ha habido GAL, franquismo, torturas. Todo ha sido común. Quizá no estaría mal que hubiera peticiones de perdón, pero siempre y cuando sean de ambas partes. ¿Por qué el Estado no puede ceder un poco si los otros han dado el paso?”. Este joven era de los que pensaban que la violencia debió haber terminado hace ya tiempo, que ha durado demasiado. “Pero no es culpa de unos, es culpa de todos”.
La mayoría de los manifestantes que hablaron con este diario prefirieron no dar su apellido y no hablaban con mucha confianza a un medio de comunicación nacional como EL PAÍS. Una persona que inicialmente dio su nombre completo pidió después tachar con rotulador su apellido hasta hacerlo invisible. “Desde Madrid luego se manipulan muchas cosas”, decían muchos.
“Yo hablo muy claro”, expresó Amaya, de 55 años, de Barakaldo. “A ver si luego lo veo tal cual lo he dicho. La palabra perdón está vacía. Deberíamos centrarnos en las cosas que pueden unir en vez de en las que pueden desunir. No debe haber rendidos sino soluciones. Solo los inmovilistas quieren ver un derrotado. Además, la agresión ha sido mutua; vamos a ser honrados. Los Estados van a hacer lo posible para que esto no se solucione, pero yo estoy agradecida porque la gente en la que yo deposito mi confianza ha tenido la cintura para hacer lo que ha hecho. Eso sí, si no hubiera habido lucha armada no estaríamos donde estamos. Ha sido necesaria porque las palabras han sido estériles”. ¿Y si en un referéndum los vascos decidieran que no quieren la independencia? “Pues no pasaría nada, seguiríamos peleando por ello”, responde. “Como en Québec”. “Dolores y muertos tenemos todos”, añade, a su lado Xabier, de San Sebastián. “Lo que hay que buscar son soluciones”.
Los mayores tienen aún un recuerdo nítido de la represión franquista, donde ven el germen de todos los males. Rafi y María, de 79 y 81 años, aseguran que el racionamiento de la posguerra duró en Euskadi dos años más que en el resto de España. “Nunca ha querido el Gobierno español hablar con nosotros, ni cuando se murió Franco. Y si no se habla, la cosa se alarga”, dice María. “Pero somos un pueblo muy fuerte y hoy estamos muy alegres. Solo queremos la paz y que nos dejen hacer un referéndum para que la gente decida si quiere la independencia o no. ¿Por qué no se puede? ¿No es esto una democracia?”. “Mucha juventud se ha perdido en Euskadi por todo esto”, opina Patxi, de Galdakano. “Han dejado su vida en las cárceles. Y los muertos… han pagado el pato muchos inocentes. Ojalá ETA tenga un gesto hacia ellos. Y el Estado hacia los presos. La dispersión, la doctrina Parot… no me parecen bien. Pero sí creo que hay un problema político que debe solucionarse”.
Bilbao, El País
Euskal Herriak konponbidea nahi du [Euskal Herria necesita soluciones]”. Entre los miles de manifestantes que han acudido hoy al llamamiento de los firmantes del Acuerdo de Gernika bajo este lema había diversidad de edades, clases sociales y algunos planteamientos, pero puntos básicos en común: ETA ha dado el paso por voluntad propia, no porque haya sido derrotada; si debe haber un perdón, tiene que pedirse por “los dos bandos”; no debe haber vencedores y vencidos; y el Estado debe ahora mostrar disposición a dialogar sobre las “consecuencias del conflicto” –es decir, los presos como pedía la banda en su comunicado- y también sobre el “conflicto político” subyacente, que definen como el derecho del pueblo vasco a decidir sobre su futuro.
Pero también había discrepancias sobre aspectos básicos del pasado. Algunos de los asistentes [entre los que se encontraban Niko Moreno, Joseba Permach, Pernando Barrena, Eugenio Etxebeste y Maribi Ugarteburu (Ezker Abertzalea), Pello Urizar, Ikerne Badiola y Ángeles Iztueta (EA), Oskar Matute (Alternatiba) y Patxi Zabaleta (Aralar)] estaban convencidos de que sin armas la izquierda abertzale jamás hubiera llegado donde está ahora. Otros decían, sin embargo, que ETA debía haber dejado la violencia hace tiempo y que, sin tiros, la izquierda abertzale podría haber empezado antes a luchar por sus ideales políticos. Todos, en cualquier caso, mostraban su entusiasmo ante “el proceso de paz”. “Al menos que pueda haber un lehendakari abertzale”, decía una joven ante el coreado Independentzia.
La portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugerteburu ha instado a solucionar la "negación de Euskal Herria como sujeto de decisión" y ha insistido en reclamar el "respeto absoluto a todos los derechos civiles y políticos, y el respeto al derecho a decidir". "Pedimos democracia real ya en Euskal Herria", ha añadido, informa Efe.
“Me parece mal que se pida solo a ETA que pida perdón”, decía Busti, de 27 años y de Bilbao. “Ha habido GAL, franquismo, torturas. Todo ha sido común. Quizá no estaría mal que hubiera peticiones de perdón, pero siempre y cuando sean de ambas partes. ¿Por qué el Estado no puede ceder un poco si los otros han dado el paso?”. Este joven era de los que pensaban que la violencia debió haber terminado hace ya tiempo, que ha durado demasiado. “Pero no es culpa de unos, es culpa de todos”.
La mayoría de los manifestantes que hablaron con este diario prefirieron no dar su apellido y no hablaban con mucha confianza a un medio de comunicación nacional como EL PAÍS. Una persona que inicialmente dio su nombre completo pidió después tachar con rotulador su apellido hasta hacerlo invisible. “Desde Madrid luego se manipulan muchas cosas”, decían muchos.
“Yo hablo muy claro”, expresó Amaya, de 55 años, de Barakaldo. “A ver si luego lo veo tal cual lo he dicho. La palabra perdón está vacía. Deberíamos centrarnos en las cosas que pueden unir en vez de en las que pueden desunir. No debe haber rendidos sino soluciones. Solo los inmovilistas quieren ver un derrotado. Además, la agresión ha sido mutua; vamos a ser honrados. Los Estados van a hacer lo posible para que esto no se solucione, pero yo estoy agradecida porque la gente en la que yo deposito mi confianza ha tenido la cintura para hacer lo que ha hecho. Eso sí, si no hubiera habido lucha armada no estaríamos donde estamos. Ha sido necesaria porque las palabras han sido estériles”. ¿Y si en un referéndum los vascos decidieran que no quieren la independencia? “Pues no pasaría nada, seguiríamos peleando por ello”, responde. “Como en Québec”. “Dolores y muertos tenemos todos”, añade, a su lado Xabier, de San Sebastián. “Lo que hay que buscar son soluciones”.
Los mayores tienen aún un recuerdo nítido de la represión franquista, donde ven el germen de todos los males. Rafi y María, de 79 y 81 años, aseguran que el racionamiento de la posguerra duró en Euskadi dos años más que en el resto de España. “Nunca ha querido el Gobierno español hablar con nosotros, ni cuando se murió Franco. Y si no se habla, la cosa se alarga”, dice María. “Pero somos un pueblo muy fuerte y hoy estamos muy alegres. Solo queremos la paz y que nos dejen hacer un referéndum para que la gente decida si quiere la independencia o no. ¿Por qué no se puede? ¿No es esto una democracia?”. “Mucha juventud se ha perdido en Euskadi por todo esto”, opina Patxi, de Galdakano. “Han dejado su vida en las cárceles. Y los muertos… han pagado el pato muchos inocentes. Ojalá ETA tenga un gesto hacia ellos. Y el Estado hacia los presos. La dispersión, la doctrina Parot… no me parecen bien. Pero sí creo que hay un problema político que debe solucionarse”.