Los vecinos ruidosos de Manchester destrozaron al United en su casa




Manchester, The Sun
Los vecinos no sólo son más ruidosos - están destrozando las ventanas y pateando la puerta de entrada principal.

Esta fue la declaración de intención de los ciudadanos.

Manchester United, 19 veces campeón, fue humillados por completo y ha puesto un amortiguador de la derecha en la fiesta del 25 aniversario de Fergie, que aparece en un par de semanas.

Se tendría que volver a 1926 para observar la última vez que la ciudad produjo un marcador como este en Old Trafford.

Ferguson describió la tarde como "vergonzosa", que era decir poco. La medida de qué tan grave fue que el entrenador se quejaba de que deberían haber puesto las persianas hasta l 1-4.

United tuvo que jugar casi toda la segunda mitad con diez hombres tras la tarjeta roja a Jonny Evans por una infracción, de último recurso, sobre Mario Balotelli.

Pero ya estaban un gol abajo por entonces, y si no había la infracción de Evans el delantero del City, Balotelli, probablemente se habría duplicado en el marcador de todos modos.

El italiano, de 21 años, habló durante la semana de cómo había madurado y su encanto por la vida tranquila. Sin embargo, el pre-partido fue dominado por los comentarios de cómo casi había quemado su casa encendiendo fuegos artificiales en el baño.

Desde luego, se puso un cohete hasta el final y después de que los hombres de Fergie, inspirados por Ashley Young, había dominado los intercambios de apertura.

Y el punto de ruptura llegó en el minuto 22, con una apertura de David Silva, alimentando a James Milner por la banda izquierda. El centrocampista inglés cortó la espalda de Smalling y Balotelli, entrando por una esquina, disparó colocado junto al poste izquierdo de De Gea. Él celebró levantando su camiseta para mostrar una camiseta que decía "¿Por qué siempre yo? y fue rápidamente amonestado por hacerlo. Parecía un poco duro el árbitro Mark Clattenburg, pero esas son las reglas.

United podría haber empatado antes del descanso, cuando Wayne Rooney, bajó perfectamente el balón para Evans, sin embargo el defensa tenía sus pies en una maraña. Hizo un swing salvaje con su bota derecha y el balón golpeó la rodilla izquierda y rebotó.

Fue una pesadilla tras otra de Evans, porque un minuto después de la reanudación tiró a Balotelli en el borde del área, cuando se dirigía a la portería. Como el último hombre, el defensor de Irlanda del Norte tenía que irse.

Fergie se vio obligado a una re-barajada. Rooney bajó al centro del campo, Chris Smalling fue al centro de la defensa y Darren Fletcher al lateral derecho. El City sintió la sangre y, con el apoyo Milner y Silva, en el departamento de creatividad y Richards en su mejor momento, arrasando por la banda derecha, el United fue con el pie trasero.

El segundo gol llegó sobre la hora con Milner pasando a Silva y obteniendo una encantadora devolución, y su centro fue en un pase letal a Balotelli para terminar en el segundo palo.

Milner fue de nuevo detrás de la tercera a los 69 minutos, escogiendo a Richards y Agüero para descargar y combinar. Una tarea igual de sencilla.

Mancini, ahora alabado por los aficionados del City, que solían ser tan escépticos de sus méritos, decidió que era prudente sacar a Balotelli y lo reemplazó con Edin Dzeko.

A los aficionados locales se les dio algo que celebrar cuando Darren Fletcher jugó un uno-dos con Javier Hernández y se acurrucó en una belleza a nueve minutos del final.

Sin embargo, un United enloquecido por el estímulo del gol se cayó escandalosamente y el City anotó otros tres en tiempo agregado.

Gareth Barry cabecea un saque de esquina de Silva, es devuelto porJoleon Lescott y Dzeko remató con la rodilla.

Dzeko ardió en el tramo final, anotando dos goles ante geniales acciones de Silva y aprovechando que todo el United estaba en campo rival, con la defensa desproteginda y con amplios espacios delante. Y la miseria del United fue completa.

En el inicio de la temporada, Mancini dijo que el City estaba un par de metros detrás del United, el pasado viernes se calculaba que habían cerrado la brecha. Ahora están por delante.

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