Libia deja atrás la guerra y se concentra en la reconstrucción del país


Bengasi, EFE
Tras anunciar ayer la liberación total de Libia, que puso fin a ocho meses de conflicto armado, el Consejo Nacional de Transición (CNT) se embarca de lleno en una complicada transición política que no se completará hasta dentro de un año y medio.

"El anuncio de la liberación se puede considerar un punto y aparte, y el comienzo, de hecho, de la etapa de transición, que durará 20 meses", dijo hoy a Efe el miembro del CNT Idris Abu Faid.

Abu Faid explicó que en el plazo de ocho meses se celebrarán elecciones al Consejo Nacional General, un Parlamento constituyente al que "el CNT le entregará las riendas del país, y cuya misión será la formación de un gobierno de unidad nacional y la creación de un órgano para redactar la Constitución".

Posteriormente, y tras someter la nueva Carta Magna a un referéndum, un órgano surgido del nuevo Consejo Nacional organizará las elecciones que, según la hoja de ruta redactada por el CNT, se llevarán a cabo antes de 20 meses a partir de ahora.

No obstante, lo más inmediato es la formación de un Gobierno cuyo nombramiento se ha pospuesto en varias ocasiones desde el pasado agosto para dirigir el proceso de reconstrucción de un país en el que casi todas las instituciones se deben levantar de cero tras 42 años de dictadura y ocho meses de guerra.

Según declaró hoy en una rueda de prensa el presidente del CNT, Musta Abdulyalil, el Ejecutivo estará formado antes de dos semanas.

Sus prioridades, tal y como declaró Abdulyalil, serán cubrir las necesidades de los combatientes, atender a las víctimas y a sus familias, integrar a los combatientes en la sociedad y establecer un Ejército y unos aparatos de seguridad.

Unas urgencias que comparten otros miembros del CNT, como Hasan al Saguir, quien insistió en la importancia de controlar y retirar las armas y desmilitarizar el país "para que Libia vuelva a ser un Estado civil".

Para abordar esta situación, tal y como anunció hoy Abdulyalil, se instaurará un órgano especial que dará prioridad a las necesidades de los combatientes, mártires y heridos, cuyo tratamiento no contenta a muchos ciudadanos y afectados.

"Mi hermano lleva diez días en el hospital esperando a que lo trasladen al extranjero para ser tratado, y todos los días me dicen lo mismo: mañana", aseguró a Efe Ahmad Mohamed al Fiqi, cuyo hermano, Muhtaz, fue herido durante la toma de Sirte, último bastión gadafista en caer en manos rebeldes.

A este respecto, el ministro de Sanidad, Nayi Barakat, comentó que el CNT había ya aprobado un presupuesto para la construcción de dos centros de rehabilitación, uno en Trípoli y otro en Bengasi, y el establecimiento de 20 unidades de emergencia en todo el país.

Además de estas cuestiones, Mustafa Reshbani, también miembro del CNT, considera que "a corto plazo, el nuevo Ejecutivo deberá tomar medidas para aumentar el nivel de vida de los ciudadanos lo antes posible".

Más allá de estas cuestiones urgentes que deberán ser resueltas lo antes posible, la transición deberá ahondar en la naturaleza del Estado libio, que el anuncio constitucional describe como civil y democrático.

No obstante, la insistencia ayer de Abdulyalil, durante el discurso que ofreció coincidiendo con el anuncio oficial de la liberación del país, de resaltar que la ley islámica será la principal fuente del derecho y que se suprimirán todas las leyes que la contradigan, no fue del agrado de todos.

Así, el ministro de Información, Mohamed Shamam, calificó las palabras de Abdulyalil de una interpretación personal del anuncio constitucional provisional, que, de hecho, estipula que la "sharia" o ley islámica es la base principal de la legislación.

Shamam, que puso el acento en que dicho texto también "habla de un Estado civil y democrático y de la separación de poderes", achacó las palabras del presidente del CNT al momento y describió su discurso como "popular".

"Cualquier persona puede expresar sus deseos, pero el cuerpo encargado de crear, derogar o cambiar las leyes es un cuerpo elegido", dijo a Efe Shamam, quien explicó que en el nuevo Gobierno se suprimirá la cartera de Información y se establecerá un Consejo de Información que supervisará la legislación en este campo.

En la rueda de prensa de hoy, Abdulyalil, aunque volvió a insistir en la importancia del islam en el nuevo régimen libio, matizó sus palabras y precisó que las leyes no iban a ser cambiadas de inmediato y que un Tribunal Constitucional será el encargado de dirimir sobre estos asuntos.

Un largo y complejo proceso que comenzó ayer en Bengasi y que, si logra superar todos los retos y dificultades, deberá finalizar dentro de año y medio con la elección del primer Gobierno surgido de las urnas en Libia.

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