Lazio ganó el clásico capitalino ante Roma con ayuda del referí
Roma, Espn
Lazio, con goles del brasilero Hernánes y Miroslav Klose, remontó el tanto de Pablo Osvaldo y terminó por ganarle por 2 a 1 a Roma en el superclásico capitalino, tras cinco derrotas consecutivas en desafíos ante los odiados primos.
De esta manera, los albicelestes se treparon al tercer escalón de la clasificación, que ocupan junto a Cagliari con 11 unidades, mientras que los giallorossi se quedaron décimos con 8 puntos, compartiendo la posición con Fiorentina, Milan y Genoa.
El resultado no fue absolutamente justo, porque fue demasiado condicionado por un clamoroso error del referí que arruinó un buen partido, que ofrecía emociones y buen fútbol.
Los giallorossi se presentaron con una formación inédita, jugando 4-3-1-2 con Pjanic entre líneas y Osvaldo y Bojan en la delantera, abandonando así el 4-3-3 que parecía ser la condición indispensable de Luis Enique.
La nueva disposición le dio mucho más sentido vertical a los giallorossi, quienes la movieron muy bien y le dieron mayor eficacia a su grande posesión del balón. La movida fue tan positiva que en apenas cinco minutos la Loba pasó merecidamente en ventaja: Pjanic recibió un pase de Gagao sobre la media luna y con un toque fino le puso la pelota en el pecho a Osvaldo, quien al límite del off-side mató bien el balón y con frialdad definió de zurda el mano a mano.
El encuentro se abrió mucho, porque el Águila reaccionó con rabia y levantó mucho el ritmo, mientras que Roma respondió con un buen control del balón y alguna jugada rápida para buscar enseguida las espaldas de la defensa rival.
La fase defensiva giallorossa no estuvo impecable y Lazio pudo aprovechar de un par de ocasiones favorables para igualar el marcador, pero Klose y Cissé estuvieron realmente my imprecisos y desperdiciaron cada buena iniciativa.
Así, al conjunto de Reja no le quedó otra que buscar el remate desde afuera (Hernánes dio un par de sustos con esa solución), mientras que la Loba se acercó peligrosamente al 2 a 0 con una gran jugada finalizada en los últimos metros por un centro bajo apenas largo de José Ángel, un rastrón pifiado de Bojan y un gol comido por Osvaldo.
El partido estaba muy emocionante y al descanso el 1 a 0 de la virtual visita lucía justo, si bien la impresión era la de que el equipo albicelsete estuviera bien vivo y pudiera reservar alguna sorpresa en el complemento.
Efectivamente así fue, porque el Águila bajó con todo y en tres minutos creó dos claras chances de gol más un buen peligro. El equipo empezó a presionar mucho más arriba y a entregarle más a menudo la pelota a Hernánes, lo que confundió un poco a a los muchachos de Luis Enrique cambiando la inercia del juego.
A la cuarta buena chance, el enganche brasilero metió un gran cuchillazo para el corte por el medio de Brocchi, pero como la asistencia se demostró apenas larga, el volante decidió aprovechar de la cercanía del brazo de Kjaer (quien se lo había culpablemente perdido) para tirarse al piso y simular vistosamente un penal.
El referí cayó en la trampa y otorgó la máxima pena, por encima echándolo al defensor giallorosso por clara ocasión de gol. Así, cuando Hernánes estampó el 1 a 1 desde los 11 pasos, quedó claro que Tagliavento había apenas condicionado el entero match.
Fue así, efectivamente, porque si bien Roma no sufrió muchísimo y logró contener con honor a sus rivales, la diferencia numérica (por encima en el mejor momento de los albicelestes) fue una desventaja demasiado grande y, al final, Lazio creó unabuena cantidad de ocasiones de gol.
Entre las varias situaciones para el conjunto de Reja, Klose imprimió el esférico sobre el travesaño con un gran golpe de cabeza, en jugada de tiro de esquina, mientras que Cissé dobló el poste a la derecha de Stekelenburg con una increíble volea cruzada de derecho.
Sin embargo, a pesar de la enorme presión, Lazio no logró encontrar la vía del gol y, cuando todos parecían resignarse al empate, Roma tuvo una ocasión clamorosa para meter el 2 a 1, cuando Konkó regaló la pelota por izquierda, Osvaldo inventó un gran golpe de taco para Pjanic pero el volante romanista, en cambio de pegarle, buscó una asistencia hacia el medio que terminó por ser un pase a la defensa de Lazio.
El susto despertó a los albicelestes, quienes buscaron a cabeza baja el gol del triunfo que llegó en fin a 15 segundos desde el final, gracias a la calma de Hernánes: el brasilero no quiso tirar la pelota, la controló y se la tocó a Matúzalem, quien de primera inventó un gran pase para Klose. El alemán estuvo algo impreciso en el control, pero fue rápido en acomodarse para un fácil toque de interno derecho con el que colocó el balón a lado del palo antes de salir a gritar con todo el corazón el tanto que decidió un increíble e inolvidable clásico capitalino.