La Casa Blanca pide a la justicia que bloquee la ley migratoria de Alabama
La ley incita a discriminar en contra de ciudadanos estadounidenses nacidos en el extranjero e inmigrantes legales
Washington, El País
El Gobierno federal de EE UU ha solicitado al Tribunal de Apelaciones que bloquee la entrada en vigor de la ley de inmigración de Alabama, considerada la más rigurosa de todo el país. Según el texto presentado por el Departamento de Justicia, la ley incita a discriminar a ciudadanos estadounidenses nacidos en el extranjero así como a inmigrantes en situación legal. “La ley eleva la probabilidad de exponer a personas que residen en Estados Unidos legalmente, incluidos los escolares, a sufrir dificultades en sus actividades diarias”, explica el texto del recurso.
La ley de inmigración de Alabama, aprobada el pasado 9 de junio y ratificada por una juez federal hace una semana, es la única que señala en su texto a los menores de edad. Los directores de las escuelas públicas de todo el Estado están obligados a comprobar si los estudiantes o sus progenitores son inmigrantes indocumentados. Si detectan que un alumno o uno de sus padres carece de permiso de residencia, los centros escolares deben comunicarlo a las autoridades.
Además, queda prohibido salir a la calle sin documentación y la policía local tiene autoridad para comprobar la situación de cualquier persona sospechosa de carecer de documentos legales. Este aspecto de la ley también estaba presente en la legislación aprobada en Arizona en 2010, lo que provocó que la norma acabara siendo recurrida en los tribunales. Otras tres leyes de Utah, Indiana y Georgia han sido impugnadas por el Gobierno federal en todo o en parte de su articulado.
En el caso de Alabama, el Departamento de Justicia presentó el pasado verano ante un tribunal del propio Estado una primera denuncia contra la legislación migratoria. Pero la juez federal Sharon Blackburn permitió que entraran en vigor algunos de los artículos más polémicos. El texto presentado ayer ante el Tribunal de Apelaciones pretende impedir la aplicación de los artículos de la ley ratificados por la juez el pasado jueves. El gobernador de Alabama manifestó la semana pasada, tras conocer la decisión de la juez, que se mostraba “orgulloso” de tener la ley más estricta de todo el país.
El Departamento de Justicia, sin embargo, denuncia el conflicto existente entre la legislación de Alabama y las normas federales porque considera que “conducir a los inmigrantes hacia las sombras solo sirve para impedir los procesos de expulsión establecidos por la ley federal”. El Gobierno ha reforzado su política de control migratorio desde enero de 2009, poniendo un mayor énfasis en la expulsión de inmigrantes indocumentados y con antecedentes criminales. En 2011 está previsto batir un nuevo récord de expulsiones.
La inmigración ha cobrado importancia en Alabama en los últimos años gracias al importante crecimiento de la población hispana. Los hispanos apenas representan el 4% de la población del Estado, pero su presencia ha aumentado un 145% en la última década. Los inmigrantes hispanos acuden a Alabama por la elevada oferta de trabajo en la agricultura y empujados también por otras medidas de inmigración restrictivas en varios estados del sur de EE UU.
Washington, El País
El Gobierno federal de EE UU ha solicitado al Tribunal de Apelaciones que bloquee la entrada en vigor de la ley de inmigración de Alabama, considerada la más rigurosa de todo el país. Según el texto presentado por el Departamento de Justicia, la ley incita a discriminar a ciudadanos estadounidenses nacidos en el extranjero así como a inmigrantes en situación legal. “La ley eleva la probabilidad de exponer a personas que residen en Estados Unidos legalmente, incluidos los escolares, a sufrir dificultades en sus actividades diarias”, explica el texto del recurso.
La ley de inmigración de Alabama, aprobada el pasado 9 de junio y ratificada por una juez federal hace una semana, es la única que señala en su texto a los menores de edad. Los directores de las escuelas públicas de todo el Estado están obligados a comprobar si los estudiantes o sus progenitores son inmigrantes indocumentados. Si detectan que un alumno o uno de sus padres carece de permiso de residencia, los centros escolares deben comunicarlo a las autoridades.
Además, queda prohibido salir a la calle sin documentación y la policía local tiene autoridad para comprobar la situación de cualquier persona sospechosa de carecer de documentos legales. Este aspecto de la ley también estaba presente en la legislación aprobada en Arizona en 2010, lo que provocó que la norma acabara siendo recurrida en los tribunales. Otras tres leyes de Utah, Indiana y Georgia han sido impugnadas por el Gobierno federal en todo o en parte de su articulado.
En el caso de Alabama, el Departamento de Justicia presentó el pasado verano ante un tribunal del propio Estado una primera denuncia contra la legislación migratoria. Pero la juez federal Sharon Blackburn permitió que entraran en vigor algunos de los artículos más polémicos. El texto presentado ayer ante el Tribunal de Apelaciones pretende impedir la aplicación de los artículos de la ley ratificados por la juez el pasado jueves. El gobernador de Alabama manifestó la semana pasada, tras conocer la decisión de la juez, que se mostraba “orgulloso” de tener la ley más estricta de todo el país.
El Departamento de Justicia, sin embargo, denuncia el conflicto existente entre la legislación de Alabama y las normas federales porque considera que “conducir a los inmigrantes hacia las sombras solo sirve para impedir los procesos de expulsión establecidos por la ley federal”. El Gobierno ha reforzado su política de control migratorio desde enero de 2009, poniendo un mayor énfasis en la expulsión de inmigrantes indocumentados y con antecedentes criminales. En 2011 está previsto batir un nuevo récord de expulsiones.
La inmigración ha cobrado importancia en Alabama en los últimos años gracias al importante crecimiento de la población hispana. Los hispanos apenas representan el 4% de la población del Estado, pero su presencia ha aumentado un 145% en la última década. Los inmigrantes hispanos acuden a Alabama por la elevada oferta de trabajo en la agricultura y empujados también por otras medidas de inmigración restrictivas en varios estados del sur de EE UU.