Iglesias propone que Iberoamérica sea parte de la solución a la crisis económica mundial
Asunción, EP
El secretario general para Iberoamérica, Enrique V. Iglesias, ha instado a los países de la región a llevar a cabo "cinco grandes revoluciones" en política macroeconómica, educación, equidad, innovación y modernización de las instituciones públicas para garantizar "que ésta sea la década de América Latina".
En el discurso inaugural de la XXI Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica, Iglesias, ha señalado la "gran oportunidad" que representa la región en la actual coyuntura internacional, aseverando que, de implementar las políticas necesarias, sus países podrán aspirar "a una década de sostenido crecimiento y de avances económicos y sociales".
Si bien, ha advertido de que este progreso "no será gratis", ya que "requiere que se den ciertas condiciones externas y que la región acometa con determinación las reformas que le permitan enfrentar los déficits económicos y sociales no resueltos". "Es el momento de la acción, no de la autocomplacencia", ha subrayado.
Así, ha urgido a los países iberoamericanos a controlar las políticas macroeconómicas para evitar el contagio de la crisis financiera, garantizar el acceso universal a una educación de calidad, perseguir la equidad con políticas de desarrollo económico inclusivo, aspirar a la continua innovación tecnológica en todos los ámbitos productivos y modernizar el Estado.
"Estas cinco revoluciones, para ser duraderas, para poder realizar adecuadamente el tránsito de lo viejo a lo nuevo, tienen que contar con amplios consensos políticos, con apoyo social y con un reparto equitativo de costes y beneficios", ha dicho Iglesias, según el comunicado divulgado por la Secretaría General para Iberoamérica.
En concreto, se ha referido a la modernización del Estado, tema central de esta XXI Cumbre Iberoamericana. "No se trata de dirimir las conocidas visiones sobre el papel del Estado", sino de aspirar a mejorar su eficiencia a través del control, la agilización burocrática y la mejora de las relaciones con el sector privado, aunque "sin reducir el tamaño del sector público".
A este respecto, ha destacado la necesidad de elaborar reglas "que no asfixien al mercado. "Normas estables conocidas y respetadas para lograr una mayor eficiencia porque la experiencia señala que habrá que regular mejor, y seguramente con mayor intensidad que en otras épocas, las relaciones entre el Estado y el sector privado", ha aclarado.
SER PARTE DE LA SOLUCIÓN
Con esta 'hoja de ruta', el secretario general para Iberoamérica ha expresado su confianza en que la región conseguirá "ser parte de la solución" a la crisis financiera y económica. "Tenemos que encarar el desafío de recomponer los grandes balances de la economía mundial para restaurar la confianza", ha indicado.
Así, Iglesias ha animado a los líderes iberoamericanos a "reflexionar de qué forma sus países pueden reforzarse mutuamente en sus relaciones para enfrentar los vientos turbulentos de la crisis internacional actual".
En primer lugar, se ha referido al ámbito de las relaciones de la península Ibérica con la región. En su opinión, los países iberoamericanos deben corresponder con inversiones en Portugal y España a la "vigorosa corriente de inversiones" que empresas de estos países han realizado en las últimas décadas en la región.
Como parte de esta estrategia, los países iberoamericano deberían duplicar su inversión en infraestructuras, lo que equivaldría a 200.000 millones de dólares (141.382 millones de euros). "Esto abre una gran oportunidad para las empresas ibéricas, como propulsoras y gestoras de estos proyectos", ha dicho.
Este filón también podrán aprovecharlo la pequeñas y medianas empresas (PYMES) de la región debido "a la extendida presencia de la banca de España y Portugal en América Latina", que permitirá "expandir los actuales programas de apoyo a las asociaciones de PYMES".
De forma paralela, ha propuesto un fortalecimiento de los programas iberoamericanos para mejorar la innovación productiva. Así, ha informado de que actualmente la Secretaría General para Iberoamérica gestiona o administra una veintena de proyectos en áreas sociales, económicas y culturales.
SOBRE LA CUMBRE EUROPEA
Al margen de los retos de la región, Iglesias ha aludido a la cumbre de la eurozona celebrada entre el miércoles y el jueves en Bruselas, instando a los líderes europeos a implementar cuanto antes los tres acuerdos alcanzados.
En su opinión, estos acuerdos "son pasos en la buena dirección para restablecer la confianza", si bien, "el próximo paso debe ser implementar lo acordado y explorar medidas integrales que permitan estabilizar los mercados, acompañando las severas políticas de estabilización presupuestaria con otras de estímulo al crecimiento económico".
Además, ha reconocido la preocupación que existe a nivel internacional por "la falta de criterios uniformes para enfrentar la crisis y la peligrosa demora en la adopción de decisiones", que "agravan los problemas, crean incertidumbres crecientes y confunden a los mercados".
El secretario general para Iberoamérica, Enrique V. Iglesias, ha instado a los países de la región a llevar a cabo "cinco grandes revoluciones" en política macroeconómica, educación, equidad, innovación y modernización de las instituciones públicas para garantizar "que ésta sea la década de América Latina".
En el discurso inaugural de la XXI Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica, Iglesias, ha señalado la "gran oportunidad" que representa la región en la actual coyuntura internacional, aseverando que, de implementar las políticas necesarias, sus países podrán aspirar "a una década de sostenido crecimiento y de avances económicos y sociales".
Si bien, ha advertido de que este progreso "no será gratis", ya que "requiere que se den ciertas condiciones externas y que la región acometa con determinación las reformas que le permitan enfrentar los déficits económicos y sociales no resueltos". "Es el momento de la acción, no de la autocomplacencia", ha subrayado.
Así, ha urgido a los países iberoamericanos a controlar las políticas macroeconómicas para evitar el contagio de la crisis financiera, garantizar el acceso universal a una educación de calidad, perseguir la equidad con políticas de desarrollo económico inclusivo, aspirar a la continua innovación tecnológica en todos los ámbitos productivos y modernizar el Estado.
"Estas cinco revoluciones, para ser duraderas, para poder realizar adecuadamente el tránsito de lo viejo a lo nuevo, tienen que contar con amplios consensos políticos, con apoyo social y con un reparto equitativo de costes y beneficios", ha dicho Iglesias, según el comunicado divulgado por la Secretaría General para Iberoamérica.
En concreto, se ha referido a la modernización del Estado, tema central de esta XXI Cumbre Iberoamericana. "No se trata de dirimir las conocidas visiones sobre el papel del Estado", sino de aspirar a mejorar su eficiencia a través del control, la agilización burocrática y la mejora de las relaciones con el sector privado, aunque "sin reducir el tamaño del sector público".
A este respecto, ha destacado la necesidad de elaborar reglas "que no asfixien al mercado. "Normas estables conocidas y respetadas para lograr una mayor eficiencia porque la experiencia señala que habrá que regular mejor, y seguramente con mayor intensidad que en otras épocas, las relaciones entre el Estado y el sector privado", ha aclarado.
SER PARTE DE LA SOLUCIÓN
Con esta 'hoja de ruta', el secretario general para Iberoamérica ha expresado su confianza en que la región conseguirá "ser parte de la solución" a la crisis financiera y económica. "Tenemos que encarar el desafío de recomponer los grandes balances de la economía mundial para restaurar la confianza", ha indicado.
Así, Iglesias ha animado a los líderes iberoamericanos a "reflexionar de qué forma sus países pueden reforzarse mutuamente en sus relaciones para enfrentar los vientos turbulentos de la crisis internacional actual".
En primer lugar, se ha referido al ámbito de las relaciones de la península Ibérica con la región. En su opinión, los países iberoamericanos deben corresponder con inversiones en Portugal y España a la "vigorosa corriente de inversiones" que empresas de estos países han realizado en las últimas décadas en la región.
Como parte de esta estrategia, los países iberoamericano deberían duplicar su inversión en infraestructuras, lo que equivaldría a 200.000 millones de dólares (141.382 millones de euros). "Esto abre una gran oportunidad para las empresas ibéricas, como propulsoras y gestoras de estos proyectos", ha dicho.
Este filón también podrán aprovecharlo la pequeñas y medianas empresas (PYMES) de la región debido "a la extendida presencia de la banca de España y Portugal en América Latina", que permitirá "expandir los actuales programas de apoyo a las asociaciones de PYMES".
De forma paralela, ha propuesto un fortalecimiento de los programas iberoamericanos para mejorar la innovación productiva. Así, ha informado de que actualmente la Secretaría General para Iberoamérica gestiona o administra una veintena de proyectos en áreas sociales, económicas y culturales.
SOBRE LA CUMBRE EUROPEA
Al margen de los retos de la región, Iglesias ha aludido a la cumbre de la eurozona celebrada entre el miércoles y el jueves en Bruselas, instando a los líderes europeos a implementar cuanto antes los tres acuerdos alcanzados.
En su opinión, estos acuerdos "son pasos en la buena dirección para restablecer la confianza", si bien, "el próximo paso debe ser implementar lo acordado y explorar medidas integrales que permitan estabilizar los mercados, acompañando las severas políticas de estabilización presupuestaria con otras de estímulo al crecimiento económico".
Además, ha reconocido la preocupación que existe a nivel internacional por "la falta de criterios uniformes para enfrentar la crisis y la peligrosa demora en la adopción de decisiones", que "agravan los problemas, crean incertidumbres crecientes y confunden a los mercados".