Guardiola: "No hay día que no piense que mañana me puedo ir"
Barcelona, APA
"Con 25 años ya quería entrenar, pero no hay día que no piense que mañana me voy. Tengo la libertad para poder dirigir mi futuro. Los contratos largos me angustian mucho". Pep Guardiola no esquivó, mientras charlaba con Fernando Trueba, la oportunidad de admitir sus sensaciones más personales en el banquillo azulgrana. Un banquillo donde solo se ve a corto plazo y al que no quiere verse atado. Ni a éste, ni a ninguno.
Guardiola protagoniza junto al director de cine una de las cinco "conversaciones sobre el futuro" que ha lanzado el Banco Sabadell. "Soy incapaz de planear algo a más de medio año o un año. Sí planeo un partido y eso es lo más maravilloso de esta profesión: soñar lo que va a pasar. Es un juego, aunque lo hemos pervertido, el fútbol es un negocio y mucha gente vivimos de él", asegura el técnico azulgrana.
"Tengo libertad para dirigir mi futuro. Los contratos largos me angustian"
Guardiola relata con cierta nostalgia sus sensaciones al otro lado de la relación técnico-jugador. "Aún me siento futbolista. Lo que más envidia me da es no poder estar en el vestuario donde están ellos".
"Un entrenador de voleibol argentino, Julio Velasco, al que tenía mucho interés en conocer, me dijo que no hay mayor mentira que todos somos iguales. Para sacarles lo mejor a uno hay que invitarle a comer y a otro no contarle nada de técnica. Hay que engañar y seducir al jugador para sacar lo mejor de él. Estamos debajo de ellos, en vez de encima, porque dependemos de ellos. Hay algunos a los que no les puedes decir nada delante del grupo, ni una corrección, porque se sienten ofendidos. En el deporte de alto nivel no hay tiempo, no hay futuro", afirma Guardiola.
"Aún me siento futbolista, envidio no poder estar en su vestuario"
Para Pep, lo más bonito es que aquello que quiere transmitir, suceda: "Ese es el momento de mayor plenitud. Y si no funciona es que algo estamos haciendo mal".
"Este chico que ahora está en el estadio jugando, de pequeño estaba en la plaza pegándole a la pelota. Es que dicen estos lo que ganan... Y sí, pero es que si no, seguirían jugando, lo harían con los amigos en una barbacoa, se comerían un asado y se seguirían juntando para hacerlo. No he encontrado a un futbolista de alto nivel que no le guste aquello que hace. En el deporte he aprendido a aceptar la derrota, a levantarme... Yo hoy me esfuerzo por ti, pero mañana lo hará él por ti", sentencia el técnico.
"Se ha perdido el verbo jugar, pero es que nosotros jugamos cada día. No hay ni un ejercicio que hagamos sin balón", incide Guardiola antes de elogiar por enésima vez a su plantilla: "Les tiras el balón y van como locos, como perros al hueso".
"Con 25 años ya quería entrenar, pero no hay día que no piense que mañana me voy. Tengo la libertad para poder dirigir mi futuro. Los contratos largos me angustian mucho". Pep Guardiola no esquivó, mientras charlaba con Fernando Trueba, la oportunidad de admitir sus sensaciones más personales en el banquillo azulgrana. Un banquillo donde solo se ve a corto plazo y al que no quiere verse atado. Ni a éste, ni a ninguno.
Guardiola protagoniza junto al director de cine una de las cinco "conversaciones sobre el futuro" que ha lanzado el Banco Sabadell. "Soy incapaz de planear algo a más de medio año o un año. Sí planeo un partido y eso es lo más maravilloso de esta profesión: soñar lo que va a pasar. Es un juego, aunque lo hemos pervertido, el fútbol es un negocio y mucha gente vivimos de él", asegura el técnico azulgrana.
"Tengo libertad para dirigir mi futuro. Los contratos largos me angustian"
Guardiola relata con cierta nostalgia sus sensaciones al otro lado de la relación técnico-jugador. "Aún me siento futbolista. Lo que más envidia me da es no poder estar en el vestuario donde están ellos".
"Un entrenador de voleibol argentino, Julio Velasco, al que tenía mucho interés en conocer, me dijo que no hay mayor mentira que todos somos iguales. Para sacarles lo mejor a uno hay que invitarle a comer y a otro no contarle nada de técnica. Hay que engañar y seducir al jugador para sacar lo mejor de él. Estamos debajo de ellos, en vez de encima, porque dependemos de ellos. Hay algunos a los que no les puedes decir nada delante del grupo, ni una corrección, porque se sienten ofendidos. En el deporte de alto nivel no hay tiempo, no hay futuro", afirma Guardiola.
"Aún me siento futbolista, envidio no poder estar en su vestuario"
Para Pep, lo más bonito es que aquello que quiere transmitir, suceda: "Ese es el momento de mayor plenitud. Y si no funciona es que algo estamos haciendo mal".
"Este chico que ahora está en el estadio jugando, de pequeño estaba en la plaza pegándole a la pelota. Es que dicen estos lo que ganan... Y sí, pero es que si no, seguirían jugando, lo harían con los amigos en una barbacoa, se comerían un asado y se seguirían juntando para hacerlo. No he encontrado a un futbolista de alto nivel que no le guste aquello que hace. En el deporte he aprendido a aceptar la derrota, a levantarme... Yo hoy me esfuerzo por ti, pero mañana lo hará él por ti", sentencia el técnico.
"Se ha perdido el verbo jugar, pero es que nosotros jugamos cada día. No hay ni un ejercicio que hagamos sin balón", incide Guardiola antes de elogiar por enésima vez a su plantilla: "Les tiras el balón y van como locos, como perros al hueso".