Francia, a la final del Mundial de rygby
Auckland, As
Francia, en su versión más especulativa y medrosa, rentabilizó la superioridad de la que disfrutó sobre Gales durante una hora y jugará la final del Mundial. Gales murió de pie, atacando y se quedó a centímetros del triunfo.
De inicio, Gales salió valiente, con una marcha más que Francia. Su delantera dominaba las melés, sus terceras los rucks y los centros se dejaban ver en los intervalos. Pero llegó la jugada que cambio el partido. En el minuto 18 Warburton se pasó de frenada y realizó un placaje-clavo a Clerc. El árbitro irlandés de origen francés Rolland mostró la roja al capitán galés, atendiendo a una circular de la IRB a todas luces excesiva, y dejó a los dragones con 14 durante una hora. Uno menos en el campo, uno menos en las melés. Gales no rebajó sus pretensiones, pero si notó la inferioridad en las estáticas, donde el centro Jamie Roberts entró a empujar defensivamente en formaciones de otra época tipo 3-4-1. Pese a la inferioridad, Hook dispuso de dos patadas centradas que no pasó, y de un drop mal ejecutado y peor decidido. Francia acertó por medio de Parra y Francia se fue arriba al descanso 6-3.
De la ducha salió Francia blindada con la presencia de Barcella, un pillier de hierro. Parra pasó el 9-3, mientras los dragones se desangraban, pero Francia no daba el paso necesario y Gales castigaba esa especulativa actitud con un ensayo de Mike Phillips. El partido llegaba vivo al tramo final: 9-8. Halfpeny la tuvo con una patada desde el centro del campo que se quedó a centímetros de pasar por encima del larguero. Ahí estuvo el pase un Gales que se marcha del Mundial con la cabeza alta, mientras se queda una Francia lastimosa y rácana que recuerda a la de los años del Rugby Rambo galo en los 70, la de su época más oscura. Al final, 9-8. Francia está en la final. Me temo que se hablará mucho de la decisión arbitral de Rolland, por mucho que esto sea rugby.