Ferguson jugó con fuego y no se quemó por Chicharito
Liverpool, EFE
El clásico entre el Liverpool y el Manchester United se cerró hoy con empate a uno gracias a un gol de cabeza del mexicano Chicharito Hernández a nueve minutos para el final. El mayor encuentro del fútbol inglés, tal y como lo había calificado el técnico del United, Sir Alex Ferguson, fue esta vez un partido trabado hasta los últimos veinte minutos, en los que Steven Gerrard adelantó a los locales a balón parado y Hernández volvió a equilibrar el choque poco después de salir del banquillo.
El empate en Anfield le quita al United la primera plaza, puesto que empezaba la jornada empatado a 19 puntos con el City, que no falló en su partido contra el Aston Villa (4-1) y que se coloca como líder en solitario en la Premier, aventajando en dos puntos al equipo de Alex Ferguson, que renunció en su equipo titular a dos de sus atacantes más letales, el internacional inglés Wayne Rooney y Chicharito.
Siete cambios
El técnico de los 'red devils' introdujo hasta siete novedades en la alineación titular respecto al equipo que derrotó al Norwich en la séptima jornada de liga, entre ellas la del joven español David De Gea, ex guardameta del Atlético de Madrid, que recuperó la titularidad tras ceder su puesto a Lindegaard hace dos semanas.
El Liverpool saltó a Anfield con un planteamiento conservador, dispuesto a frenar los embates del Manchester United en su propio campo y con el uruguayo Luis Suárez como única referencia en la punta de ataque.
La táctica del escocés Kenny Dalglish funcionó al inicio del partido y la presión de los locales dificultaba a los de Ferguson mantener la posesión del balón.
Un mal principio
Era el United, sin embargo, el único que creaba las contadas ocasiones de peligro que se vieron en una primera media hora de juego en la que los dos guardametas españoles, De Gea y Pepe Reina, fueron meros espectadores de un choque que se jugaba en el centro del campo.
Las llegadas de los de Ferguson al área de Reina se producían tras fabricar elaboradas jugadas colectivas cuyo protagonismo recaía en el delantero Welbeck. En el Liverpool, que apostaba por jugadas más rápidas y directas, fue Suárez el que tuvo en sus botas la mejor ocasión de la primera parte al plantarse solo ante De Gea, que salvó el disparo del uruguayo y evitó el primer gol de los locales.
Las dudas de Ferguson
Al técnico de los 'red devils' le entraron pronto las dudas sobre su decisión de dejar en el banquillo al máximo goleador de la Premier, Wayne Rooney, que comenzó a calentar a los cuarenta minutos del encuentro, aunque no se vistió de corto hasta bien entrada la segunda parte.
El desequilibrio llegó al encuentro con una falta al borde del área que Steven Gerrard botó en el minuto 68. El capitán del Liverpool lanzó un disparo seco contra la barrera del United, que se desintegró cuando Giggs y Welbeck se apartaron y dejaron pasar un balón que sorprendió a De Gea.
Los cambios y el empate
Tras varios meses de baja por una lesión, el capitán de los 'reds' reaparecía en Anfield como titular para marcar el primer gol de los suyos. Fue entonces cuando Ferguson echó mano de todo su arsenal y dio entrada a Rooney, Nani y "Chicharito", que no tardó más de diez minutos en igualar el choque.
El mexicano aprovechó un remate desviado de Welbeck a la salida de un córner y la confusión creada en el área local para rematar el balón con la cabeza al fondo de la red de Reina y trasladar al marcador definitivo 1-1.