Europa vuelve a chocar con Rusia y China en el Consejo de Seguridad sobre una condena contra Siria
Nueva York, EP
Europa ha vuelto a chocar con Rusia y China en una nueva sesión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el recrudecimiento de la situación en Siria a causa de la represión gubernamental contra las manifestaciones opositoras, según han confirmado fuentes diplomáticas, después de que la semana pasada bloquearan una resolución de condena.
En esta reunión, el 'número dos' ruso en Naciones Unidas, Alexander Pankin, ha reprochado al enviado francés, Gerard Araude, saltarse el procedimiento habitual en las sesiones al introducir temas "ausentes en la agenda de la reunión", según ha declarado a Reuters un diplomático que ha intervenido en el encuentro de este viernes.
En esta misma línea se ha mostrado el representante de China en las negociaciones, que ha reprendido la intervención de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, del pasado jueves cuando pidió a la comunidad internacional que proteja a los civiles sirios y alertó de una posible guerra civil.
El delegado chino ha afirmado que la comparecencia de Pillay no fue previamente solicitada por el Consejo de Seguridad y, por ende, no debe ser considerada en la mesa de diálogo sobre Siria, han indicado fuentes diplomáticas bajo la condición de anonimato. Por contra, estas mismas fuentes han sostenido que Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal han apoyado la intervención de Pillay.
Esta reunión a puerta cerrada ha seguido a la sesión pública celebrada este viernes, en la que se ha trazado dos formas definidas de resoluciones, que serán revisadas por el Departamento de la ONU para los Asuntos Públicos en temas internacionales y conflictos.
REACCIÓN EUROPEA
Asimismo, el enviado francés Araud ha manifestado que "los defensores de la pasividad en Siria deberían llegar a una conclusión sobre los últimos terribles acontecimientos", en referencia a los al menos seis manifestantes antigubernamentales abatidos este viernes por disparos de las fuerzas de seguridad sirias en los alrededores de Alepo y Damasco.
Fuentes diplomáticas han precisado que Araud hacía alusión al denominado grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) como los "defensores" que se han resistido hasta el momento a una resolución de condena contra el régimen de Bashar al Assad desde que los primeros conatos de represión comenzaron a sucederse hace más de medio año.
Por su parte, el embajador portugués en la ONU, Jose Filipe Moraes Cabral, uno de los impulsores del intento fallido de promulgar una resolución contra Siria la semana pasada, ha insistido en que el Consejo de Seguridad debería abordar la idea de condenar a Damasco.
"La situación se está deteriorando rápidamente. El Consejo debería volver a este asunto", ha apostillado Moraes Cabral.
En este sentido, su homólogo alemán, Peter Wittig, ha reafirmado las declaraciones del enviado portugués y ha subrayado que no desistirán en su intento de aprobar una resolución contra el régimen sirio.
Además, ha aseverado que desde que "el doble veto se ha instaurado" en el Consejo, en alusión a la férrea oposición china y rusa de refrendar una condena contra Siria, "la situación continúa siendo extremadamente preocupante" y ha añadido que las palabras de Pillay "dibujan un panorama muy macabro de continua represión"
"Hemos dicho (en el Consejo de Seguridad) que si dejamos estos asuntos de lado, contribuiremos a la guerra civil" en Siria, ha apostillado.
Esta preocupación también ha sido aseverada por los representantes británico y colombiano, si bien fuentes diplomáticas han asegurado que el 'número dos' estadounidense, Jeffrey DeLaurentis, no ha querido tocar el tema de Siria durante su comparecencia, algo que también han hecho Brasil, India y Sudáfrica, que se abstuvieron la semana pasada durante la votación sobre la resolución contra el régimen de Al Assad.
Europa ha vuelto a chocar con Rusia y China en una nueva sesión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el recrudecimiento de la situación en Siria a causa de la represión gubernamental contra las manifestaciones opositoras, según han confirmado fuentes diplomáticas, después de que la semana pasada bloquearan una resolución de condena.
En esta reunión, el 'número dos' ruso en Naciones Unidas, Alexander Pankin, ha reprochado al enviado francés, Gerard Araude, saltarse el procedimiento habitual en las sesiones al introducir temas "ausentes en la agenda de la reunión", según ha declarado a Reuters un diplomático que ha intervenido en el encuentro de este viernes.
En esta misma línea se ha mostrado el representante de China en las negociaciones, que ha reprendido la intervención de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, del pasado jueves cuando pidió a la comunidad internacional que proteja a los civiles sirios y alertó de una posible guerra civil.
El delegado chino ha afirmado que la comparecencia de Pillay no fue previamente solicitada por el Consejo de Seguridad y, por ende, no debe ser considerada en la mesa de diálogo sobre Siria, han indicado fuentes diplomáticas bajo la condición de anonimato. Por contra, estas mismas fuentes han sostenido que Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal han apoyado la intervención de Pillay.
Esta reunión a puerta cerrada ha seguido a la sesión pública celebrada este viernes, en la que se ha trazado dos formas definidas de resoluciones, que serán revisadas por el Departamento de la ONU para los Asuntos Públicos en temas internacionales y conflictos.
REACCIÓN EUROPEA
Asimismo, el enviado francés Araud ha manifestado que "los defensores de la pasividad en Siria deberían llegar a una conclusión sobre los últimos terribles acontecimientos", en referencia a los al menos seis manifestantes antigubernamentales abatidos este viernes por disparos de las fuerzas de seguridad sirias en los alrededores de Alepo y Damasco.
Fuentes diplomáticas han precisado que Araud hacía alusión al denominado grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) como los "defensores" que se han resistido hasta el momento a una resolución de condena contra el régimen de Bashar al Assad desde que los primeros conatos de represión comenzaron a sucederse hace más de medio año.
Por su parte, el embajador portugués en la ONU, Jose Filipe Moraes Cabral, uno de los impulsores del intento fallido de promulgar una resolución contra Siria la semana pasada, ha insistido en que el Consejo de Seguridad debería abordar la idea de condenar a Damasco.
"La situación se está deteriorando rápidamente. El Consejo debería volver a este asunto", ha apostillado Moraes Cabral.
En este sentido, su homólogo alemán, Peter Wittig, ha reafirmado las declaraciones del enviado portugués y ha subrayado que no desistirán en su intento de aprobar una resolución contra el régimen sirio.
Además, ha aseverado que desde que "el doble veto se ha instaurado" en el Consejo, en alusión a la férrea oposición china y rusa de refrendar una condena contra Siria, "la situación continúa siendo extremadamente preocupante" y ha añadido que las palabras de Pillay "dibujan un panorama muy macabro de continua represión"
"Hemos dicho (en el Consejo de Seguridad) que si dejamos estos asuntos de lado, contribuiremos a la guerra civil" en Siria, ha apostillado.
Esta preocupación también ha sido aseverada por los representantes británico y colombiano, si bien fuentes diplomáticas han asegurado que el 'número dos' estadounidense, Jeffrey DeLaurentis, no ha querido tocar el tema de Siria durante su comparecencia, algo que también han hecho Brasil, India y Sudáfrica, que se abstuvieron la semana pasada durante la votación sobre la resolución contra el régimen de Al Assad.