Estados Unidos y Siria llaman a consultas a sus embajadores
Washington, EFE
Estados Unidos llamó hoy a consultas a su embajador en Siria, Robert Ford, debido al temor por su seguridad personal, una medida a la que Damasco respondió con la retirada de su jefe de misión en Washington, Imad Mustafá.
El Departamento de Estado indicó en un comunicado que se han producido "amenazas creíbles contra la seguridad personal" del embajador Ford, quien ha mantenido contactos con los opositores al presidente Bachar al Asad.
No obstante, Ford no ha sido "retirado", sino "llamado a consultas" y Washington espera que pueda volver próximamente a su misión en Damasco, según matizó la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en su conferencia de prensa diaria.
"La situación en Siria es muy tensa, y hemos querido darle un respiro, además de tener un relato en primera persona sobre lo que está ocurriendo", indicó Nuland.
Mientras, el embajador sirio en Washington abandonó su misión rumbo a Damasco "para ser consultado", según confirmó a la cadena CNN la portavoz de la legación, Roua Shurbaji.
La portavoz no especificó las razones ni la duración de la marcha de Mustafá, y señaló que el subjefe de la misión en Washington asumirá el mando de la embajada en su ausencia.
En cuanto a Ford, su salida responde principalmente a la "campaña maliciosa difundida desde los medios de comunicación estatales y dirigida específicamente contra la persona del embajador Ford", según explicó Nuland.
"La clase de falsedades que difunden estos medios pueden conducir a actos de violencia contra el embajador", aseguró Nuland, para quien la táctica refleja además "un intento de distraer la atención de las protestas legítimas del pueblo sirio".
Estados Unidos espera que Siria proporcione a Ford "el mismo tipo de ambiente favorable a la actividad diplomática" que su Gobierno garantiza a Mustafá.
"Nuestra expectativa es que el embajador Ford volverá a Damasco, y estamos pidiendo que su seguridad esté garantizada cuando por fin regrese", indicó Nuland, que no hizo comentarios sobre la marcha del diplomático sirio.
A finales de septiembre, después de que un grupo de manifestantes pro gubernamentales hostigaran a Ford en Damasco, Washington reprendió duramente a Mustafá, al que recordó que su embajador es el representante personal del presidente Barack Obama.
Ese incidente, en el que los manifestantes arrojaron huevos y tomates a Ford y dañaron coches de la legación, reflejó la animadversión de las autoridades sirias hacia el diplomático, al que acusan de instigar el odio entre los manifestantes.
Desde que hace unos siete meses comenzaran en Siria las protestas contra el gobierno de Asad, Ford ha mantenido contactos con los opositores y en julio visitó la ciudad de Hama, un reducto de los adversarios del régimen que poco después fue atacado por las fuerzas gubernamentales.
La semana pasada, el Departamento de Estado advirtió a Siria y Yemen de que la muerte del caudillo libio Muamar el Gadafi muestra que "a un puño de hierro suele esperarle un final amargo", mientras prosiguen las revueltas populares contra sus regímenes.
Estados Unidos llamó hoy a consultas a su embajador en Siria, Robert Ford, debido al temor por su seguridad personal, una medida a la que Damasco respondió con la retirada de su jefe de misión en Washington, Imad Mustafá.
El Departamento de Estado indicó en un comunicado que se han producido "amenazas creíbles contra la seguridad personal" del embajador Ford, quien ha mantenido contactos con los opositores al presidente Bachar al Asad.
No obstante, Ford no ha sido "retirado", sino "llamado a consultas" y Washington espera que pueda volver próximamente a su misión en Damasco, según matizó la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en su conferencia de prensa diaria.
"La situación en Siria es muy tensa, y hemos querido darle un respiro, además de tener un relato en primera persona sobre lo que está ocurriendo", indicó Nuland.
Mientras, el embajador sirio en Washington abandonó su misión rumbo a Damasco "para ser consultado", según confirmó a la cadena CNN la portavoz de la legación, Roua Shurbaji.
La portavoz no especificó las razones ni la duración de la marcha de Mustafá, y señaló que el subjefe de la misión en Washington asumirá el mando de la embajada en su ausencia.
En cuanto a Ford, su salida responde principalmente a la "campaña maliciosa difundida desde los medios de comunicación estatales y dirigida específicamente contra la persona del embajador Ford", según explicó Nuland.
"La clase de falsedades que difunden estos medios pueden conducir a actos de violencia contra el embajador", aseguró Nuland, para quien la táctica refleja además "un intento de distraer la atención de las protestas legítimas del pueblo sirio".
Estados Unidos espera que Siria proporcione a Ford "el mismo tipo de ambiente favorable a la actividad diplomática" que su Gobierno garantiza a Mustafá.
"Nuestra expectativa es que el embajador Ford volverá a Damasco, y estamos pidiendo que su seguridad esté garantizada cuando por fin regrese", indicó Nuland, que no hizo comentarios sobre la marcha del diplomático sirio.
A finales de septiembre, después de que un grupo de manifestantes pro gubernamentales hostigaran a Ford en Damasco, Washington reprendió duramente a Mustafá, al que recordó que su embajador es el representante personal del presidente Barack Obama.
Ese incidente, en el que los manifestantes arrojaron huevos y tomates a Ford y dañaron coches de la legación, reflejó la animadversión de las autoridades sirias hacia el diplomático, al que acusan de instigar el odio entre los manifestantes.
Desde que hace unos siete meses comenzaran en Siria las protestas contra el gobierno de Asad, Ford ha mantenido contactos con los opositores y en julio visitó la ciudad de Hama, un reducto de los adversarios del régimen que poco después fue atacado por las fuerzas gubernamentales.
La semana pasada, el Departamento de Estado advirtió a Siria y Yemen de que la muerte del caudillo libio Muamar el Gadafi muestra que "a un puño de hierro suele esperarle un final amargo", mientras prosiguen las revueltas populares contra sus regímenes.