El Consejo de Seguridad de la ONU condena la represión en Yemen
Nueva York, EP
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado de manera unánime una resolución de condena contra la represión de las protestas democráticas en el país por parte del Gobierno yemení, en la que además ha urgido a las partes a alcanzar un acuerdo según el cual el presidente, Alí Abdulá Salé, dimita a cambio de inmunidad.
La aprobación del Consejo del proyecto de resolución propuesto por Reino Unido se ha producido nueve meses después de que comenzaran las protestas en el país, inspiradas por los levantamientos populares en Túnez, Egipto y Libia.
Así, el Consejo "condena con firmeza (...) el excesivo uso de la fuerza contra los manifestantes pacíficos" y agrega que "los responsables de la violencia, abusos de los Derechos Humanos y otros abusos deberán rendir cuentas". Asimismo, la resolución pide a Gobierno y oposición que "abandonen de manera inmediata el uso de la violencia".
Sin embargo, no ofrece detalles sobre cómo se alcanzará esta "rendición de cuentas" en caso de que se alcance un acuerdo de inmunidad para Salé y sus cercanos, tal y como ha propuesto el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en su propuesta, según la cual los altos cargos del Gobierno yemení quedarían protegidos de las investigaciones y juicios contra ellos.
Sobre la implementación de la propuesta del CCG, la ONU ha afirmado que la transferencia de poder por parte de Salé y la formación de un Gobierno interino, así como la redacción de una nueva Constitución y la celebración de elecciones, "son esenciales para un proceso de transición política inclusivo, ordenado y liderado por Yemen".
Para ello, ha solicitado a todos los grupos de oposición que "se comprometan a jugar un papel constructivo en la firma e implementación" de la iniciativa y que abandonen la violencia y el uso de la fuerza para conseguir sus objetivos políticos.
"Las distintas partes han debatido los elementos claves de un acuerdo de transición por bastante tiempo", ha dicho el vicesecretario general para Asuntos Políticos, B. Lynn Pascoe. "Ahora es el momento de que los líderes de Gobierno y oposición se hagan cargo de sus responsabilidades y alcancen un acuerdo. La resolución es clara en este sentido, llama a la acción sin mayores demoras", ha añadido.
La propuesta del CCG, que se inició en abril y fue firmada por la oposición en mayo, pide a Salé que se retire del poder en 30 días y que ceda las competencias al vicepresidente, Abd Rabbu Mansur Hadi, que conformará un Gobierno nacional liderado por la oposición y convocará elecciones presidenciales en un plazo máximo de 60 días. Salé ha aceptado la propuesta en tres ocasiones, aunque en todos los casos se ha retirado de la firma en el último momento solicitando garantías de inmunidad de Estados Unidos, la Unión Europea y el CCG.
Por otra parte, el Consejo ha mostrado su preocupación por la presencia en el país del grupo terrorista Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), rama regional de Al Qaeda, y por el riesgo de nuevos ataques terroristas en Yemen. Por ello, ha recalcado su determinación para combatir la amenaza de acuerdo con la Carta de Naciones Unidas y el derecho internacional.
Asimismo, ha pedido a la comunidad internacional que provea de ayuda humanitaria al país, que se enfrenta a un empeoramiento de la situación humanitaria, económica y de seguridad, según un comunicado colgado en la página web de la organización.
REACCIONES INTERNACIONALES
La Casa Blanca ha hecho público a través de un comunicado que la resolución es "una señal unida e inequívoca a Salé de que debe responder a las aspiraciones del pueblo yemení transfiriendo el poder de manera inmediata".
Por su parte, el viceministro de Información yemení, Abdu al Janadi, ha subrayado que se trata de "una resolución equilibrada que solicita a todas las partes que detengan el uso de la violencia y pide a la oposición que renuncie a la violencia para conseguir sus demandas políticas".
Sin embargo, la opositora y Nobel de la Paz, Tawakul Karman, ha dicho que la resolución debió haber ido más lejos. "No es suficientemente dura. Salé tiene que ser entregado a las autoridades de manera inmediata", ha dicho Karman.
Además, ha afirmado que los manifestantes yemeníes no quieren para Salé el final violento que ha tenido el ex líder libio, Muamar Gadafi, asesinado este jueves. "Rechazamos cualquier asesinato. Simplemente queremos un juicio justo", ha apostillado.
Por su parte, los diplomáticos occidentales han afirmado estar satisfechos por el hecho de que Rusia y China, que hace meses mostraron su oposición a secundar una resolución vinculante sobre Yemen, hayan votado a favor de la propuesta.
A principios de mes, Moscú y Pekín, que históricamente se muestran reacios a condenar la violencia política en cualquier país del mundo, vetaron una resolución de condena contra la represión del Ejecutivo sirio contra los manifestantes del país.
El enviado británico a Naciones Unidas, Mark Lyall, ha afirmado que la medida contiene "algunos mensajes duros a Salé y las autoridades yemeníes, así como a la oposición". "El consenso en la votación refleja la profunda preocupación internacional sobre el deterioro de la situación política, humanitaria, económica y de seguridad en Yemen", ha agregado.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado de manera unánime una resolución de condena contra la represión de las protestas democráticas en el país por parte del Gobierno yemení, en la que además ha urgido a las partes a alcanzar un acuerdo según el cual el presidente, Alí Abdulá Salé, dimita a cambio de inmunidad.
La aprobación del Consejo del proyecto de resolución propuesto por Reino Unido se ha producido nueve meses después de que comenzaran las protestas en el país, inspiradas por los levantamientos populares en Túnez, Egipto y Libia.
Así, el Consejo "condena con firmeza (...) el excesivo uso de la fuerza contra los manifestantes pacíficos" y agrega que "los responsables de la violencia, abusos de los Derechos Humanos y otros abusos deberán rendir cuentas". Asimismo, la resolución pide a Gobierno y oposición que "abandonen de manera inmediata el uso de la violencia".
Sin embargo, no ofrece detalles sobre cómo se alcanzará esta "rendición de cuentas" en caso de que se alcance un acuerdo de inmunidad para Salé y sus cercanos, tal y como ha propuesto el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en su propuesta, según la cual los altos cargos del Gobierno yemení quedarían protegidos de las investigaciones y juicios contra ellos.
Sobre la implementación de la propuesta del CCG, la ONU ha afirmado que la transferencia de poder por parte de Salé y la formación de un Gobierno interino, así como la redacción de una nueva Constitución y la celebración de elecciones, "son esenciales para un proceso de transición política inclusivo, ordenado y liderado por Yemen".
Para ello, ha solicitado a todos los grupos de oposición que "se comprometan a jugar un papel constructivo en la firma e implementación" de la iniciativa y que abandonen la violencia y el uso de la fuerza para conseguir sus objetivos políticos.
"Las distintas partes han debatido los elementos claves de un acuerdo de transición por bastante tiempo", ha dicho el vicesecretario general para Asuntos Políticos, B. Lynn Pascoe. "Ahora es el momento de que los líderes de Gobierno y oposición se hagan cargo de sus responsabilidades y alcancen un acuerdo. La resolución es clara en este sentido, llama a la acción sin mayores demoras", ha añadido.
La propuesta del CCG, que se inició en abril y fue firmada por la oposición en mayo, pide a Salé que se retire del poder en 30 días y que ceda las competencias al vicepresidente, Abd Rabbu Mansur Hadi, que conformará un Gobierno nacional liderado por la oposición y convocará elecciones presidenciales en un plazo máximo de 60 días. Salé ha aceptado la propuesta en tres ocasiones, aunque en todos los casos se ha retirado de la firma en el último momento solicitando garantías de inmunidad de Estados Unidos, la Unión Europea y el CCG.
Por otra parte, el Consejo ha mostrado su preocupación por la presencia en el país del grupo terrorista Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), rama regional de Al Qaeda, y por el riesgo de nuevos ataques terroristas en Yemen. Por ello, ha recalcado su determinación para combatir la amenaza de acuerdo con la Carta de Naciones Unidas y el derecho internacional.
Asimismo, ha pedido a la comunidad internacional que provea de ayuda humanitaria al país, que se enfrenta a un empeoramiento de la situación humanitaria, económica y de seguridad, según un comunicado colgado en la página web de la organización.
REACCIONES INTERNACIONALES
La Casa Blanca ha hecho público a través de un comunicado que la resolución es "una señal unida e inequívoca a Salé de que debe responder a las aspiraciones del pueblo yemení transfiriendo el poder de manera inmediata".
Por su parte, el viceministro de Información yemení, Abdu al Janadi, ha subrayado que se trata de "una resolución equilibrada que solicita a todas las partes que detengan el uso de la violencia y pide a la oposición que renuncie a la violencia para conseguir sus demandas políticas".
Sin embargo, la opositora y Nobel de la Paz, Tawakul Karman, ha dicho que la resolución debió haber ido más lejos. "No es suficientemente dura. Salé tiene que ser entregado a las autoridades de manera inmediata", ha dicho Karman.
Además, ha afirmado que los manifestantes yemeníes no quieren para Salé el final violento que ha tenido el ex líder libio, Muamar Gadafi, asesinado este jueves. "Rechazamos cualquier asesinato. Simplemente queremos un juicio justo", ha apostillado.
Por su parte, los diplomáticos occidentales han afirmado estar satisfechos por el hecho de que Rusia y China, que hace meses mostraron su oposición a secundar una resolución vinculante sobre Yemen, hayan votado a favor de la propuesta.
A principios de mes, Moscú y Pekín, que históricamente se muestran reacios a condenar la violencia política en cualquier país del mundo, vetaron una resolución de condena contra la represión del Ejecutivo sirio contra los manifestantes del país.
El enviado británico a Naciones Unidas, Mark Lyall, ha afirmado que la medida contiene "algunos mensajes duros a Salé y las autoridades yemeníes, así como a la oposición". "El consenso en la votación refleja la profunda preocupación internacional sobre el deterioro de la situación política, humanitaria, económica y de seguridad en Yemen", ha agregado.