El canje por el soldado Shalit deja en libertad a decenas de terroristas

450 hombres y 27 mujeres se beneficiarán del perdón presidencial

Madrid, El País

Israel afronta el canje previsto para el martes con una mezcla de alegría y pavor. Los 477 presos palestinos que serán liberados en una primera fase a cambio de Gilad Shalit, el soldado israelí que lleva cinco años en poder de Hamás, ya han sido trasladados a una cárcel cercana a la frontera con Egipto.

Los últimos detalles de la operación ya han sido acordados por los equipos negociadores en El Cairo. Pero la publicación de la lista de excarcelados ha recordado a los israelíes que varios de esos presos cometieron atentados atroces, y aviva el miedo a nuevas campañas terroristas. En la lista abundan los presos políticos, gente que en otro contexto y ante otros tribunales no habría sido condenada a penas graves o cuya participación en atentados fue bastante marginal.

Hay, sin embargo, 280 condenados a cadena perpetua, de los que 100 cargan con varias, lo que significa que participaron en atentados con múltiples víctimas. Y hay un puñado que fueron condenados por actos que provocaron un horror especial en la opinión pública israelí.

En la lista está, por ejemplo, Nasser Yataima, condenado 29 veces a prisión vitalicia por cooperar en un atentado que en 2002 mató a 30 personas, casi todos pensionistas, que celebraban la cena de Pascua en un hotel de Netanya. Está Abed Alaziz Salaha, que en 2002 participó en el linchamiento y descuartizamiento, ante las cámaras de televisión, de dos soldados israelíes en Ramala. Está Walid Anges, participante en el atentado contra la cafetería Moment de Jerusalén en 2002, con 11 muertos. Y está la periodista Amna Muna, que en 2001 sedujo a través de Internet a un adolescente israelí simpatizante de la causa palestina, Ofir Nahum, y le atrajo a un paraje cerca de Ramala donde varios cómplices de Fatah le destrozaron el cuerpo a tiros.

La Asociación Almagor de Víctimas del Terrorismo ha planteado esta mañana, en cuanto se publicó la lista de excarcelados, un recurso ante el Tribunal Supremo israelí. Un portavoz de la asociación explicó que la petición, admitida a trámite, era doble: por un lado, demandaba un aplazamiento del canje para poder estudiar cada uno de los 477 nombres de la primera fase (en la segunda se incluirán otros 550); por otro lado, pedía a los jueces que dictaminaran si era o no justo liberar a 1.027 presos a cambio de un solo soldado.

El portavoz reconoció que el Supremo había preferido no interferir en anteriores canjes, por considerarlos cuestiones políticas, y que la “presión mediática” a favor del acuerdo era muy intensa. “Incluso si nuestro recurso es rechazado, el tiempo nos dará la razón y muchos israelíes lamentarán el canje cuando se produzcan nuevos atentados”, añadió. Al recurso de Almagor se sumaron otros recursos particulares, planteados por al menos dos familias de víctimas.

En la prensa y en la calle se percibe ya un incremento de las reacciones recelosas ante el intercambio. El traslado de los presos varones destinados a la excarcelación hacia la cárcel de Ketziot, muy cerca de la frontera egipcia, y el traslado de las 27 presas incluidas en la lista a la cárcel de Sharon, también en el sur del país, se realizó en vehículos cerrados para que las cámaras no captaran la euforia de los beneficiados por el masivo perdón presidencial.

En el listado destacan reclusos como Walid Anges, condenado por un atentado que costó la vida a 11 civiles en Jerusalén en 2002

Pero algunas imágenes de presos haciendo el signo de la victoria con los dedos y algunas declaraciones filtradas desde el interior de la cárcel, en las que varios presos afirman su absoluta carencia de arrepentimiento y su voluntad de reanudar la lucha armada en cuanto recuperen la libertad, han enfriado los ánimos de amplios sectores de la sociedad israelí.

El Gobierno de Benjamín Netanyahu, que se juega mucho en la operación, ha preparado una ceremonia militar para recibir al sargento Gilad Shalit. Los mediadores dicen disponer de pruebas de que el soldado se encuentra en buen estado físico y mental, por lo que tras un breve reconocimiento médico Shalit participará en un acto oficial en el que hablarán Netanyahu y el ministro de Defensa, Ehud Barak. Según las previsiones, en cuanto concluya el recibimiento Shalit y su familia serán trasladados a su casa de Mitzpeh Hila, en la región de Galilea.

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