El asesinato de Al Awlaki podría violar la Constitución estadounidense
Nueva York, EP
La muerte del imán radical de origen estadounidense Anwar al Awlaki, vinculado a Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) en Yemen, a causa de un bombardeo llevado a cabo por aviones no tripulados estadounidenses siguiendo un plan de ataque organizado por la CIA podría suponer una violación de la Constitución de Estados Unidos.
Varios expertos en Derecho que han criticado el programa del Ejecutivo estadounidense de acabar con miembros de Al Qaeda en el extranjero a través de ejecuciones sumarias sin juicio previo han señalado que en este caso, al tratarse de un ciudadano estadounidense, podría haber una violación de la legislación nacional.
Al Awlaki nació en el estado de Nuevo México y estaba vinculado a la rama yemení del grupo terrorista. "El hecho de que Al Awlaki tuviera la doble nacionalidad yemení-estadounidense hace que tuviera protecciones adicionales bajo la Constitución de Estados Unidos que no tendría de tratarse de un ciudadano yemení", ha dicho la profesora en Derecho Internacional en la universidad de Notre Dame Mery Ellen O'Connell. "Bajo mi punto de vista, el presidente (Barack Obama) ha hecho algo que es altamente cuestionable bajo nuestra propia Constitución", ha agregado.
Al Awlaki, que vivió en Virginia antes de abandonar Estados Unidos poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trace Center, fue el primer ciudadano estadounidense al que las agencias de seguridad estadounidenses tenían autorización de asesinar --dada por la Casa Blanca-- desde dichos ataques.
Al Awlaki, que a lo largo de hoy ha sido designado por los servicios de Inteligencia estadounidenses como "jefe de operaciones exteriores" de la célula yemení de Al Qaeda, pereció a causa del impacto de misiles Hellfire disparados desde dos aviones no tripulados modelo Predator.
La operación, apuntaron fuentes oficiales a la cadena Fox News, fue desarrollada por el Mando Conjunto de Operaciones Especiales bajo la dirección de la Agencia Central de Inteligencia.
Fuentes del Gobierno estadounidense han afirmado que tomó el liderazgo de AQPA y que estuvo involucrado en varios intentos frustrados de ataque terrorista contra objetivos estadounidenses. Oficiales estadounidenses bajo el anonimato han revelado que "jugó un importante papel en el intento de atentado contra un avión de pasajeros estadounidense en 2009" y "supervisó la trama para insertar artefactos explosivos en aviones de carga norteamericanos, un año después".
Al Awlaki estuvo también relacionado con el autor de la masacre a tiros sucedida en la base militar de Fort Hood (Texas), ejecutada por el psiquiatra militar estadounidense, el comandante Nidar Hasan y que se cobró la vida de 13 personas.
ASESINATOS SELECTIVOS
Bajo la Administración Obama, Washington ha aumentado su uso de aviones no tripulados para asesinar a supuestos terroristas. En un discurso ofrecido el año pasado, el asesor legal del Departamento de Estado, Harild Koh, defendió el uso de esta técnica y afirmó que "cumple con la ley en vigor, incluyendo las leyes de guerra".
Koh manifestó que "un Estado que está involucrado en un conflicto armado o que hace uso de la legítima defensa no está obligado a ofrecer procedimientos legales antes del uso de la fuerza letal". "Nuestros procedimientos y tácticas para identificar a los sospechosos son muy buenos, y las tecnologías avanzadas han facilitado que alcancemos nuestros objetivos de manera muy precisa", ha añadido.
Un ex miembro de la Seguridad Nacional de Estados Unidos ha señalado que un ataque desde un avión no tripulado puede ser lanzado contra cualquiera que esté en la lista de objetivos facilitada por el Centro de Antiterrorismo de la CIA. Una vez esa persona esté al alcance de disparo no es necesario que el director de la CIA o siquiera el presidente del Servicio Nacional Clandestino autoricen el ataque.
Sin embargo, antes de incluir a Al Awlaki en la lista, la CIA envió su nombre a la Casa Blanca para su aprobación, al tratarse de un ciudadano estadounidense. "Tal y como lo vemos hoy, es un programa bajo el cual los ciudadanos estadounidenses retirados del campo de batalla pueden ser ejecutados por su propio Gobierno sin un proceso judicial en base a pruebas y estándares que son secretos", ha dicho el vicedirector de la rama legal de la American Civil Liberties Union (ACLU).
El año pasado, la ACLU y otros grupos de libertades civiles, en representación del padre de Al Awlaki, perdieron el caso que presentaron para evitar que el Ejecutivo capturara o ejecutara a ciudadanos estadounidenses que se unieran a grupos militantes en el extranjero.
ASESINATO JUSTIFICADO
Algunos expertos en Derecho Internacional han afirmado que el asesinato de Al Awlaki podría tener fuerte base legal. El profesor de la universidad de Texas Robert Chesney ha señalado que, pese a que Al Awlaki tendría determinados derechos bajo la Constitución estadounidense, otras circunstancias habrían justificado la acción del Gobierno.
A causa de que el Ejecutivo estadounidense tenía pruebas de que Al Awlaki suponía una amenaza operativa para el país --y no sólo era un apoyo a nivel espiritual o discursivo para el terrorismo-- y porque la posibilidad de que fuera arrestado era remota, Washington tendría el derecho legal para llevar a cabo acciones contra su vida, ha dicho Chesney.
"La pregunta del millón de dólares es: ¿significa el asesinato de Al Awlaki que el Gobierno estadounidense puede matar a cualquier ciudadano del país en cualquier momento si tiene pruebas de que es un terrorista?", se ha preguntado. "La respuesta es no, no creo que el caso lleve a esa conclusión", ha apostillado.
Sin embargo, otros expertos han señalado que el Ejecutivo debió haber intentado la detención de Al Awlaki para someterle a juicio en un tribunal estadounidense. O'Connel ha afirmado que las actuaciones de Estados Unidos en las ejecuciones sumarias son un mal ejemplo para la región.
Por último, O'Conell ha recalcado que, en contraste con el asesinato del ex líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, cuya muerte "parece cumplir con la ley internacional", en el caso de Al Awlaki esto no se da. "Me parece irónico que Bin Laden, mucho peor por lo que sabemos que Al Awlaki, recibiera un tratamiento más cercano a la legislación internacional que Al Awlaki", ha remachado.
La muerte del imán radical de origen estadounidense Anwar al Awlaki, vinculado a Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) en Yemen, a causa de un bombardeo llevado a cabo por aviones no tripulados estadounidenses siguiendo un plan de ataque organizado por la CIA podría suponer una violación de la Constitución de Estados Unidos.
Varios expertos en Derecho que han criticado el programa del Ejecutivo estadounidense de acabar con miembros de Al Qaeda en el extranjero a través de ejecuciones sumarias sin juicio previo han señalado que en este caso, al tratarse de un ciudadano estadounidense, podría haber una violación de la legislación nacional.
Al Awlaki nació en el estado de Nuevo México y estaba vinculado a la rama yemení del grupo terrorista. "El hecho de que Al Awlaki tuviera la doble nacionalidad yemení-estadounidense hace que tuviera protecciones adicionales bajo la Constitución de Estados Unidos que no tendría de tratarse de un ciudadano yemení", ha dicho la profesora en Derecho Internacional en la universidad de Notre Dame Mery Ellen O'Connell. "Bajo mi punto de vista, el presidente (Barack Obama) ha hecho algo que es altamente cuestionable bajo nuestra propia Constitución", ha agregado.
Al Awlaki, que vivió en Virginia antes de abandonar Estados Unidos poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trace Center, fue el primer ciudadano estadounidense al que las agencias de seguridad estadounidenses tenían autorización de asesinar --dada por la Casa Blanca-- desde dichos ataques.
Al Awlaki, que a lo largo de hoy ha sido designado por los servicios de Inteligencia estadounidenses como "jefe de operaciones exteriores" de la célula yemení de Al Qaeda, pereció a causa del impacto de misiles Hellfire disparados desde dos aviones no tripulados modelo Predator.
La operación, apuntaron fuentes oficiales a la cadena Fox News, fue desarrollada por el Mando Conjunto de Operaciones Especiales bajo la dirección de la Agencia Central de Inteligencia.
Fuentes del Gobierno estadounidense han afirmado que tomó el liderazgo de AQPA y que estuvo involucrado en varios intentos frustrados de ataque terrorista contra objetivos estadounidenses. Oficiales estadounidenses bajo el anonimato han revelado que "jugó un importante papel en el intento de atentado contra un avión de pasajeros estadounidense en 2009" y "supervisó la trama para insertar artefactos explosivos en aviones de carga norteamericanos, un año después".
Al Awlaki estuvo también relacionado con el autor de la masacre a tiros sucedida en la base militar de Fort Hood (Texas), ejecutada por el psiquiatra militar estadounidense, el comandante Nidar Hasan y que se cobró la vida de 13 personas.
ASESINATOS SELECTIVOS
Bajo la Administración Obama, Washington ha aumentado su uso de aviones no tripulados para asesinar a supuestos terroristas. En un discurso ofrecido el año pasado, el asesor legal del Departamento de Estado, Harild Koh, defendió el uso de esta técnica y afirmó que "cumple con la ley en vigor, incluyendo las leyes de guerra".
Koh manifestó que "un Estado que está involucrado en un conflicto armado o que hace uso de la legítima defensa no está obligado a ofrecer procedimientos legales antes del uso de la fuerza letal". "Nuestros procedimientos y tácticas para identificar a los sospechosos son muy buenos, y las tecnologías avanzadas han facilitado que alcancemos nuestros objetivos de manera muy precisa", ha añadido.
Un ex miembro de la Seguridad Nacional de Estados Unidos ha señalado que un ataque desde un avión no tripulado puede ser lanzado contra cualquiera que esté en la lista de objetivos facilitada por el Centro de Antiterrorismo de la CIA. Una vez esa persona esté al alcance de disparo no es necesario que el director de la CIA o siquiera el presidente del Servicio Nacional Clandestino autoricen el ataque.
Sin embargo, antes de incluir a Al Awlaki en la lista, la CIA envió su nombre a la Casa Blanca para su aprobación, al tratarse de un ciudadano estadounidense. "Tal y como lo vemos hoy, es un programa bajo el cual los ciudadanos estadounidenses retirados del campo de batalla pueden ser ejecutados por su propio Gobierno sin un proceso judicial en base a pruebas y estándares que son secretos", ha dicho el vicedirector de la rama legal de la American Civil Liberties Union (ACLU).
El año pasado, la ACLU y otros grupos de libertades civiles, en representación del padre de Al Awlaki, perdieron el caso que presentaron para evitar que el Ejecutivo capturara o ejecutara a ciudadanos estadounidenses que se unieran a grupos militantes en el extranjero.
ASESINATO JUSTIFICADO
Algunos expertos en Derecho Internacional han afirmado que el asesinato de Al Awlaki podría tener fuerte base legal. El profesor de la universidad de Texas Robert Chesney ha señalado que, pese a que Al Awlaki tendría determinados derechos bajo la Constitución estadounidense, otras circunstancias habrían justificado la acción del Gobierno.
A causa de que el Ejecutivo estadounidense tenía pruebas de que Al Awlaki suponía una amenaza operativa para el país --y no sólo era un apoyo a nivel espiritual o discursivo para el terrorismo-- y porque la posibilidad de que fuera arrestado era remota, Washington tendría el derecho legal para llevar a cabo acciones contra su vida, ha dicho Chesney.
"La pregunta del millón de dólares es: ¿significa el asesinato de Al Awlaki que el Gobierno estadounidense puede matar a cualquier ciudadano del país en cualquier momento si tiene pruebas de que es un terrorista?", se ha preguntado. "La respuesta es no, no creo que el caso lleve a esa conclusión", ha apostillado.
Sin embargo, otros expertos han señalado que el Ejecutivo debió haber intentado la detención de Al Awlaki para someterle a juicio en un tribunal estadounidense. O'Connel ha afirmado que las actuaciones de Estados Unidos en las ejecuciones sumarias son un mal ejemplo para la región.
Por último, O'Conell ha recalcado que, en contraste con el asesinato del ex líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, cuya muerte "parece cumplir con la ley internacional", en el caso de Al Awlaki esto no se da. "Me parece irónico que Bin Laden, mucho peor por lo que sabemos que Al Awlaki, recibiera un tratamiento más cercano a la legislación internacional que Al Awlaki", ha remachado.