Cristóbal Colón: "La última vez que estuve en América fue en junio de este año"
BBC Mundo
"La última vez que estuve en América fue en junio de este año". Cristóbal Colón recuerda con naturalidad su último viaje al Nuevo Mundo, cuando visitó Panamá. Y también rememora la primera vez que pisó suelo americano: "Fue en 1972 en el puerto de Santo Domingo, en República Dominicana".
No es ninguna aberración histórica lo que se lee en el entrecomillado. Son palabras de Cristóbal Colón de Carvajal, descendiente directo del "descubridor", quien ostenta el título de Almirante de Indias.
Este madrileño de 62 años, oficial de la Armada Española en reserva, y fanático de deportes acuáticos, ha dedicado toda su vida al mar al igual que su ancestro.
Nombre de peso
Su nombre tiene un peso específico que le depara situaciones particulares diariamente. Cuando completa un formulario o cuando dice su nombre despierta sorpresa.
"Si no ando con prisa y me preguntan les explico quién soy", aunque reconoce que algunas veces sale del paso con lo que le venga a la mente. "No es cuestión de perder el avión", se excusa quien dice llevar una vida "de lo más normal".
Sin embargo, no es lo más normal del mundo ostentar los títulos de Almirante y Adelantado Mayor de las Indias, Duque de Veragua y Marqués de Jamaica. Los dos últimos fueron otorgados en su momento al nieto de Colón, Luis, tras llegar a un acuerdo "forzado" para acabar con los pleitos colombinos con la Corona que, según explica, "no cumplió lo pactado".
Hoy estos títulos nobiliarios no acarrean ningún privilegio. "Son honoríficos", explica.
Su nombre y su relación con la Corona no son los únicos puntos en común con su famoso ancestro. Ambos, desde muy jóvenes, dedicaron su vida al mar. El Colón de este tiempo comenzó navegando a vela: "Aquello me llevó a pensar que podía llegar a ser oficial de marina como mi padre", que también se llamaba Cristóbal y murió en un atentado de ETA en 1986.
Y así acabó en la Escuela Naval Española. Antes de graduarse dio la vuelta al mundo en barco como parte de su preparación. "En el buque escuela llegué a América por primera vez". Y lo hizo en el puerto de Santo Domingo. "Casi, casi como Cristóbal Colón", remarca.
Sangre aborigen
El vigésimo Cristóbal Colón tiene sangre aborigen.
"Desciendo de Moctezuma II", le asegura a BBC Mundo. Lo hace con la misma naturalidad con la que se refiere a la rama europea de su árbol genealógico.
Considera que es la prueba de que los españoles "no mantenían un trato discriminatorio hacia los indios". En contra de su opinión, muchos movimientos indigenistas se muestran beligerantes hacia todo lo que representa el 12 de octubre.
Colón lo considera "una cuestión puramente política". Cree que a su ancestro se le quiere echar "la culpa de todos los males que aquejan a ciertos países" y que hay políticos latinoamericanos que tratan de "justificar todas las desgracias y el poco desarrollo que se ha logrado desde que los españoles se fueron".
"Colón fue simplemente un descubridor", defiende. Lo separa del concepto de conquistador. "Por supuesto que toda la gente que iba allí no era precisamente la gente más caritativa y mejor de España. Tenían su parte de codicia y su deseo de enriquecerse", matiza.
Este sentimiento crítico de algunos sectores de los pueblos originarios americanos lo ha hecho vivir algún momento no muy agradable. Aun así ha podido limar asperezas.
"Los grandes imperios americanos se sustentaban sobre la esclavitud y sobre unos sacrificios humanos de una crueldad asombrosa"
Cristóbal Colón de Carvajal
Recuerda una ocasión en la que "esperaba una actitud muy negativa y hostil" con un grupo de aborígenes del norte de Estados Unidos. "Sin embargo tuve un encuentro en Washington sumamente cordial", recuerda con satisfacción.
Dedica buena parte de su tiempo a actividades relacionadas con su ancestro. Hasta ha representado a España como embajador en misión especial.
Lo que más disfruta son los encuentros con aborígenes como los Pueblo en el sur de Estados Unidos entre quienes la imagen es muy positiva. "Guardan un muy buen recuerdo" de la influencia española en su región, se enorgullece.
Entre los países que más valoran la figura histórica de Colón menciona en primer lugar a la República Dominicana donde es "el padre de la patria". "El Faro a Colón es como una moderna pirámide", ejemplifica. También percibe un gran reconocimiento en países como Argentina o Colombia.
Por el contrario, no duda en afirmar que donde la imagen de Colón es más negativa es en países como Venezuela y Bolivia. Allí considera que existe una "reivindicación contra la civilización no solamente europea, sino occidental".
El duque
En su opinión hay una intención de hacer ver que "los indios vivían en el paraíso terrenal", que fue "una desgracia que los descubrieran los europeos" y que "hubieran llevado allí su civilización y destruyeran aquel paraíso".
"Hoy todos sabemos que ese paraíso no era tal", enfatiza. "Los grandes imperios americanos se sustentaban sobre la esclavitud y sobre unos sacrificios humanos de una crueldad asombrosa", argumenta.
"Por supuesto que toda la gente que iba allí no era precisamente la gente más caritativa y mejor de España. Tenían su parte de codicia y su deseo de enriquecerse"
Cristóbal Colón de Carvajal
La resistencia de algunos pueblos originarios de América a la celebración del 12 de octubre hoy está muy ligada a la lucha contra la globalización. Un concepto que Colón considera íntimamente relacionado con la gesta de su ancestro. "Desde el primer momento del descubrimiento cambia por completo la vida de Europa", puntualiza.
Esa misma globalización hace que hoy alcaldes y otros funcionarios de Panamá, donde se encuentra Veraguas, el territorio del que es formalmente Duque, lo visiten en España con motivo del 12 de octubre.
Los ha llevado a conocer, entre otros sitios, Palos de la Frontera en la provincia de Huelva, punto de partida de la expedición de 1492 y donde están las réplicas de las tres carabelas.
Con esas embarcaciones Colón se lanzó hacia lo desconocido para acabar marcando la Historia Universal y la vida de este madrileño que lleva con orgullo la representación de su historia familiar, allí donde es bien recibido y donde no también.