Un cabezazo de Soldado le dio a Valencia el triunfo ante Atlético Madrid


Valencia, EFE
Un impecable cabezazo de Roberto Solado al principio de la segunda parte dio la victoria al Valencia en un encuentro intenso, en el que el equipo local fue ligeramente superior a su rival en el primer tiempo, pero que estuvo completamente controlado por el Atlético tras el gol.

El Valencia basó su victoria en la eficacia y en la capacidad de sufrimiento. El Atlético no destacó en el primer periodo y sólo buscó un empate, que quizá mereció, cuando perdía el partido.

Hubo pues un antes y un después del gol, ya que del equilibrio previo al tanto se pasó a un control territorial absoluto del conjunto madrileño que, sin embargo, no encontró el camino del gol ante una defensa valencianista que se mostró sólida.

La primera parte estuvo muy nivelada, con una media hora inicial jugada a un buen ritmo por ambos equipos. El Atlético fue mejor de salida, pero el Valencia neutralizó pronto esa superioridad.

Tenía, pese a ello, más manejo de balón el equipo madrileño, mientras que la llegada de los locales era más consistente. Prueba de ello fueron las dos grandes paradas de Courtois a remates de Soldado y Jonas, frente a la única intervención de mérito de Guaita, en una acción de Adrián.

Además, Roberto Soldado se dejó ver más que el colombiano Falcao, al que le llegaron pocos balones. La falta de efectividad les unió antes del descanso, aunque a Piatti se le anuló un gol por fuera de juego aunque inició la jugada en posición correcta.

El partido decayó en el cuarto de hora final del primer periodo. Al Atlético le faltó convertir en ocasiones de gol la superioridad que supo generar casi siempre en el centro del campo, mientras que el Valencia, algo desorientado en la zona ancha, llegó con frecuencia, pero sin claridad a la meta rival.

La segunda parte dio comienzo con el 1-0 marcado por Soldado en un perfecto cabezazo a centro de Miguel, el jugador amnistiado esta semana por el técnico valencianista, Unai Emery. El gol abrió las puertas a un partido diferente.

Los cambios así lo indicaron con la entrada de Alba por Piatti y de Topal por Tino Costa en el Valencia y de Arda y Diego por Adrián y Tiago en el Atlético. Unos buscaban defender y otros el empate.

El equipo madrileño, poco a poco, se adueñó del partido. El Valencia había dejado de llegar con frecuencia a la meta del rival y cada vez se mostraba más agazapado en su parcela.

Así fue como el partido entró el cuarto de hora final, con un juego muy definido por parte de ambos equipos y el Atlético dominaba el territorio ante un rival que sufría y buscaba su opción a la contra.

El partido se puso agónico para el Valencia cuando quedaban todavía más de diez minutos de juego y Guaita salvaba un gol cantado. El equipo local apenas tenía la pelota y el Atlético jugaba a placer, aunque sin crear muchas ocasiones de gol.

Con el Atlético volcado sobre la meta de Guaita y ante un Valencia exhausto llegó el partido a su conclusión con victoria local en un encuentro muy equilibrado entre dos equipos con aspiraciones parejas.

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