Un atentado mata al expresidente afgano Rabani, un negociador de paz


KABUL, AFP
El expresidente afgano Burhanudin Rabani, encargado por el gobierno de negociar la paz con los talibanes, murió el martes en un atentado suicida en el centro de Kabul, anunció la policía, que acusó a los rebeldes del asesinato.
Rabani murió luego de que un kamikaze, falso emisario talibán, hiciera estallar una bomba que escondía en su turbante, indicó el martes la policía afgana.
"Sí, ha muerto", declaró llorando a la AFP uno de sus más cercanos aliados políticos.

"Hubo un atentado suicida en la calle donde vive Rabani", confirmó a la AFP un portavoz de la policía afgana, Hashmat Stanikzai.

Un periodista de la AFP vio una ambulancia que llegó al lugar, mientras las calles cercanas estaban bloqueadas.

La calle donde se produjo el atentado está situada en un sector residencial con numerosas embajadas y en donde la semana pasada los talibanes lanzaron una serie de sangrientos ataques con un saldo de 14 muertos.

El jefe de Estado afgano, Hamid Karzai, decidió acortar su estadía en Estados Unidos al enterarse de la noticia, anunció su portavoz en Kabul.

Pero un responsable del gobierno aseguró bajo anonimato que Karzai se reuniría, como está previsto, con el presidente Barack Obama antes de abandonar el territorio estadounidense.

"El presidente fue informado de este incidente y anuló el resto de su estadía en Estados Unidos para regresar" a Afganistán, declaró a la AFP su portavoz Hamid Elmi.

Karzai debía asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.

Rabani, líder histórico de la resistencia a la invasión soviética en los años 1980, presidía el Alto Consejo para la Paz (HCP), creado en octubre de 2010 por el presidente Karzai para establecer contactos con los insurgentes con miras a poner fin a la guerra.

Los rebeldes, que ganaron terreno en los últimos años pese a la llegada de refuerzos occidentales, siguen haciendo oídos sordos a los llamados de paz de Karzai, rechazando todo diálogo con él mientras los 130.000 soldados extranjeros que lo apoyan no hayan abandonado el país.

Responsables occidentales afirmaron, sin embargo, que en los últimos meses hubo conversaciones preliminares con emisarios talibanes con el fin de emprender negociaciones de paz.

Los talibanes, que asesinan frecuentemente a funcionarios gubernamentales afganos, no habían reaccionado por el momento.

Pakistán, frecuentemente acusado por los occidentales, en especial por Estados Unidos, de apoyar a los talibanes afganos, condenó de inmediato el asesinato de Rabani, deplorando la pérdida de un "amigo".

Burhanudin Rabani había presidido el país entre 1992 y 1996, entre la caída del gobierno comunista y la llegada al poder de los talibanes.

Esos cuatro años de poder de los muyaidines fueron violentos, caracterizados por la guerra civil entre jefes de guerra rivales, entre los cuales figuraba el asesinado comandante tayiko Ahmad Shah Masud. Los enfrentamientos causaron entonces decenas de miles de muertos y destruyeron en parte la ciudad de Kabul.

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