Salé dice ahora que no abandonará el cargo
Madrid, EP
El presidente de Yemen, Alí Abdulá Salé, ha anunciado que no abandonará el cargo, a pesar de lo prometido hace justo una semana, cuando regresó al país después de tres meses de ausencia, mientras los responsables de los disturbios mantengan sus reivindicaciones, ya esto provocaría una guerra civil.
"Si transfiriéramos el poder y ellos siguen en sus posiciones, todavía con capacidad para decidir, entonces será muy peligroso. Podría conducirnos a una guerra civil", ha dicho Salé, en una entrevista de 20 minutos concedida al diario 'The Washington Post' y a la revista 'Time', dos publicaciones estadounidenses.
Además, ha argumentado de que la entrega directa de la vara de mando a la oposición sería una especia de golpe de Estado, por lo que ha reiterado que deberán esperar a las próximas elecciones, previstas para 2013, si pretenden acceder al Gobierno.
Si bien ha matizado que ni el general Alí Mohsen, que dimitió al comienzo de las manifestaciones en un gesto de condena a la violenta utilizada para reprimirlas, ni Hamid Al Ahmar, líder de una de las tribus más importantes del país, podrán concurrir a estos comicios, ya que ambos serían responsables de estos disturbios.
En un paso más, el presidente ha indicado que ambos líderes opositores podrían estar implicados en el atentado perpetrado en su contra el pasado 3 junio en el palacio de Saná, que el ha obligado a permanecer fuera del país tres meses, recuperándose de las heridas sufridas en un hospital de Riad.
A este respecto, ha revelado que está esperando a conocer las conclusiones de la investigación que Estados Unidos está llevando a cabo para identificar a las autores de este atentado, si bien, ha advertido de que en el caso de que sean Mohsen o Al Ahmar, "serán perseguidos".
SÍ A LA PROPUESTA DEL CCG
A pesar de estas declaraciones, Salé ha reiterado su intención de implementar la propuesta de transición pacífica del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que contempla el traspaso del poder la vicepresidente, Abd Rabbu Mansur Hadi, en un mes y la convocatoria de elecciones en un máximo de dos.
De hecho ha recordado que el pasado 12 de septiembre autorizó a Hadi a emprender un diálogo con la oposición para implementar dicha propuesta, aunque ha explicado que todavía no ha comenzado porque el vicepresidente está a la espera de que el Comité Conjunto (JPM, por sus siglas en inglés) flexibilice su postura.
"Esto es un malentendido. Nosotros estamos dispuestos dentro de unas horas o de unos días a firmar, si el JMP se acerca más (a cerrar un acuerdo)", ha dicho en alusión a la alianza opositora. "No queremos prolongarlo, no queremos que esta crisis continúe", ha aseverado.
En este sentido, ha subrayado que no abandonará el cargo sin que haya posibilidades reales de llevar a cabo una transición pacífica. "Lo único que le importa al JMP es expulsar al presidente y entonces el país irá hacia el caos", ha indicado.
Además, ha recordado que la coalición opositora incluye a Hermanos Musulmanes, partido islamista al que ha acusado de apoyar a Al Qaeda, contra cuyos milicianos están luchando las fuerzas de seguridad yemeníes en la provincias de Abyan, ubicada en el sur del país.
MENSAJE A EEUU
En este contexto, el presidente ha solicitado a Estados Unidos, que le ha instado reiteradamente a ceder a las demandas populares, que sea paciente.
"Me dirijo al pueblo estadounidense: ¿Todavía estáis comprometidos en la lucha contra los talibán y Al Qaeda? Si la respuesta es sí, entonces bien. Porque nosotros sabemos dónde irá el poder: a Al Qaeda, que está directamente relacionada con Hermanos Musulmanes", ha advertido.
Así, ha criticado la presión ejercida por la comunidad internacional para acelerar el proceso de transición en Yemen, sin tener en cuenta las consecuencias que ello tendría para el país y para la lucha contra el terrorismo.
El presidente de Yemen, Alí Abdulá Salé, ha anunciado que no abandonará el cargo, a pesar de lo prometido hace justo una semana, cuando regresó al país después de tres meses de ausencia, mientras los responsables de los disturbios mantengan sus reivindicaciones, ya esto provocaría una guerra civil.
"Si transfiriéramos el poder y ellos siguen en sus posiciones, todavía con capacidad para decidir, entonces será muy peligroso. Podría conducirnos a una guerra civil", ha dicho Salé, en una entrevista de 20 minutos concedida al diario 'The Washington Post' y a la revista 'Time', dos publicaciones estadounidenses.
Además, ha argumentado de que la entrega directa de la vara de mando a la oposición sería una especia de golpe de Estado, por lo que ha reiterado que deberán esperar a las próximas elecciones, previstas para 2013, si pretenden acceder al Gobierno.
Si bien ha matizado que ni el general Alí Mohsen, que dimitió al comienzo de las manifestaciones en un gesto de condena a la violenta utilizada para reprimirlas, ni Hamid Al Ahmar, líder de una de las tribus más importantes del país, podrán concurrir a estos comicios, ya que ambos serían responsables de estos disturbios.
En un paso más, el presidente ha indicado que ambos líderes opositores podrían estar implicados en el atentado perpetrado en su contra el pasado 3 junio en el palacio de Saná, que el ha obligado a permanecer fuera del país tres meses, recuperándose de las heridas sufridas en un hospital de Riad.
A este respecto, ha revelado que está esperando a conocer las conclusiones de la investigación que Estados Unidos está llevando a cabo para identificar a las autores de este atentado, si bien, ha advertido de que en el caso de que sean Mohsen o Al Ahmar, "serán perseguidos".
SÍ A LA PROPUESTA DEL CCG
A pesar de estas declaraciones, Salé ha reiterado su intención de implementar la propuesta de transición pacífica del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que contempla el traspaso del poder la vicepresidente, Abd Rabbu Mansur Hadi, en un mes y la convocatoria de elecciones en un máximo de dos.
De hecho ha recordado que el pasado 12 de septiembre autorizó a Hadi a emprender un diálogo con la oposición para implementar dicha propuesta, aunque ha explicado que todavía no ha comenzado porque el vicepresidente está a la espera de que el Comité Conjunto (JPM, por sus siglas en inglés) flexibilice su postura.
"Esto es un malentendido. Nosotros estamos dispuestos dentro de unas horas o de unos días a firmar, si el JMP se acerca más (a cerrar un acuerdo)", ha dicho en alusión a la alianza opositora. "No queremos prolongarlo, no queremos que esta crisis continúe", ha aseverado.
En este sentido, ha subrayado que no abandonará el cargo sin que haya posibilidades reales de llevar a cabo una transición pacífica. "Lo único que le importa al JMP es expulsar al presidente y entonces el país irá hacia el caos", ha indicado.
Además, ha recordado que la coalición opositora incluye a Hermanos Musulmanes, partido islamista al que ha acusado de apoyar a Al Qaeda, contra cuyos milicianos están luchando las fuerzas de seguridad yemeníes en la provincias de Abyan, ubicada en el sur del país.
MENSAJE A EEUU
En este contexto, el presidente ha solicitado a Estados Unidos, que le ha instado reiteradamente a ceder a las demandas populares, que sea paciente.
"Me dirijo al pueblo estadounidense: ¿Todavía estáis comprometidos en la lucha contra los talibán y Al Qaeda? Si la respuesta es sí, entonces bien. Porque nosotros sabemos dónde irá el poder: a Al Qaeda, que está directamente relacionada con Hermanos Musulmanes", ha advertido.
Así, ha criticado la presión ejercida por la comunidad internacional para acelerar el proceso de transición en Yemen, sin tener en cuenta las consecuencias que ello tendría para el país y para la lucha contra el terrorismo.