Romero denuncia "impostura" de dirigentes de marchistas que "fingen" diálogo

San Borja, Abi
El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, denunció que la "impostura" socavó otra vez el diálogo entre el gobierno del presidente Evo Morales y los dirigentes de los marchistas indígenas opuestos a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, el martes en la ciudad amazónica de San Borja.

"Parece que el portazo, la intransigencia, la impostura son dominantes para administrar este escenario del diálogo que, entiendo, la dirigencia (de los indígenas) da por finalizado", afirmó tras el fracaso de un nuevo intento por alcanzar un acuerdo con los líderes de la marcha que hace tres semanas discurre, con pausas, las ciudades de Trinidad y La Paz.

Romero denunció que pese a que la comisión de ministros, viceministros y directores del Ejecutivo se avino a los pedidos de la dirigencia de los marchistas, ésta evitó a toda costa la prosecución de las conversaciones en San Borja.

"Nos han hecho una solicitud y hemos respondido a esa solicitud. Nos hemos puesto a solicitud de ellos una y otra vez", narró luego que la dirigencia de la Confederación Indígena del Oriente Boliviano y la Asamblea del Pueblo Guaraní volviera a descartar el diálogo bajo la condición de exigir a toda costa la presencia de Morales en un punto de la marcha y tras rechazar la propuesta del Ejecutivo de celebrar una consulta para elucidar el tema.

"Ha sido un escenario coreográfico, para fingir un diálogo. Lo cierto es que, sabemos a través de declaraciones en los medios de comunicación que los dirigentes están señalando que nosotros hemos abandonado el diálogo", deploró el Ministro durante una conferencia de prensa luego que los marchistas anunciaran su decisión de reanudar la protesta sin atender los ruegos de la comisión oficial.

El pedido a raja tabla de exigir la presencia de Morales en la marcha y de sortear, con infinidad de argumentos, los requerimientos y concesiones de los ministros, fue retratado por Romero como un camelo, oculto detrás de intereses políticos y sectoriales.

"Me parece un argumento muy inescrupuloso, muy poco ético", dijo Romero que citó de testigos a los medios de comunicación emplazados en San Borja, como también al defensor del Pueblo, Rolando Villena y el alto comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Dennis Racicot.

La autoridad señaló, a manera de ilustrar la "impostura" asumida por los marchistas, que el 21 de agosto último el Gobierno ofreció una entrevista con Morales en La Paz, la misma que también fue rechazada.

"Esta solicitud fue denegada", afirmó al explicar que "esta mañana les pedimos que no se cierren en la única opción de que el Presidente baje a la marcha, sino que manejemos otras alternativas" y, otra vez, "se cerraron ante esta posibilidad".

"Nos pidieron entonces que demos una respuesta oficial hasta las 3 de la tarde (de este martes) y hemos enviado nuestra comunicación escrita recepcionada por el señor Miguel Champa del Comitè de Marcha", describió.

Pese a la negativa en rotundo de los dirigentes de los marchistas, un millar, según cálculos coincidentes privados y oficiosos, Romero subrayó que la comisión de ministros, integrada además por el de Hidrocarburos, José Gutiérrez, y de Justicia, Nilda Copa, permanecerá en San Borja a la espera de la eventual reanudación del diálogo.

"En todo caso la comisión de ministros se va a mantener en San Borja el tiempo necesario hasta recibir cualquier señal de reinstalación por parte de los marchistas", afirmó.

Romero expuso en detalle, en una suerte de marcha y contramarcha planificada de antemano, los pedidos atendidos de los marchistas y, a vuelta de hoja, rechazados.

Reveló que la dirigencia de los marchistas, que se oponen en rotundo a que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos atraviese el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) no transige en tratar los 16 puntos de su petitorio si antes no se dilucida el tema referido al trazo de la vía, lo que mantiene congelado el diálogo.

Los mismo, el tema referido a la paralización del Aguaragüe, centro neural de la exportación de hidrocarburos bolivianos a Brasil y Argentina.

Bajo el argumento que esto derivaría en la virtual paralización del país, cuya economía gira entorno a las ventas de gas y petróleo, el Gobierno ha rechazado de plano este punto, segundo de la Plataforma de pedidos de los marchistas, que representan a 20 de las 60 comunidades que habitan el TIPNIS.

Por último, como medida de contingencia, Romero dijo que el Gobierno efectuará todas las diligencias" para evitar cualquier tipo de colisión" entre los marchistas por el TIPNIS y otras comunidades que rechazan su postura, en el trayecto de la caminata.

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