'Pacificar' las favelas de Rio, un desafío antes del Mundial de 2014
Río de Janeiro, AFP
Los recientes enfrentamientos entre militares y delincuentes de una 'favela' de Rio, ex feudo de narcotraficantes durante 30 años y supuestamente ya "pacificada" por las autoridades, subrayan la dificultad de retomar el control de estos barrios antes del Mundial de 2014.
Un grupo de narcotraficantes disparó el martes de noche contra varios de los 1.700 militares que ocupan desde el 28 de noviembre las 'favelas' del Complexo do Alemao, en el norte de Rio de Janeiro.
"Sabíamos que eso podía suceder pero fuimos tomados por sorpresa", declaró a la prensa el general Adriano Pereira Junior, comandante de la Policía Militar.
"Fue aterrador, porque pensábamos que eso no sucedería nunca más", contó en Twitter Rene Silva Santos, de 17 años, un habitante del barrio.
Decenas de soldados ya se habían enfrentado el domingo con una veintena de habitantes que participaban en un baile, con un saldo de 12 heridos, entre los cuales dos militares. Los soldados dispararon balas de caucho contra los habitantes, que a su vez lanzaron piedras y botellas.
Desde el martes de noche, la Policía Militar desplegó a 120 de sus hombres y varios vehículos por un tiempo indeterminado en dos 'favelas' vecinas y no "pacificadas" de donde partieron los ataques, los primeros desde que las autoridades retomaron el control de la zona.
El ejército brasileño envió el miércoles a 100 fusileros navales y cuatro vehículos blindados al Complexo do Alemao para intentar retomar rápidamente el control de la situación. Otros 200 soldados se preparan para unirse a los 1.800 efectivos ya instalados allí.
Las autoridades del Estado de Rio de Janeiro, uno de los más violentos del país, iniciaron en 2008 una carrera contrarreloj para "pacificar" la ciudad antes de la Copa del Mundo de fútbol en 2014 y de los Juegos Olímpicos de 2016.
El secretario estadal de Seguridad, José Mariano Beltrame, admitió en conferencia de prensa que aunque 17 favelas donde viven más de 300.000 personas ya están "pacificadas", no se puede hacer milagros.
"He dicho y repetido que después de 30 o 40 años de abandono y del control total del narcotráfico sobre estos barrios, nadie va a resolver la situación a corto plazo", afirmó.
El general Pereira Junior admitió que narcotraficantes "aún venden drogas en 'puntos itinerantes' y estimó que estos ataques se deben al reciente anuncio de la extensión hasta 2012 de la ocupación del Complexo do Alemao por el ejército.
"Las acciones de los criminales fueron una reacción a la permanencia del ejército en el Complexo", que les impide pasearse armados hasta los dientes, subrayó.
La ocupación debía en principio durar 10 meses, y ser reemplazada por una policía comunitaria entrenada especialmente para convivir con los habitantes de la favela.
Estas policías "pacificadoras" ya existen en varias favelas donde el gobierno ha retomado el control y tienen el apoyo de los habitantes, contrariamente al ejército, que no ha recibido formación para ello. Pero esta policía comunitaria aún no es suficientemente numerosa.
"Pienso que estamos en un periodo de transición, luego de años de vacío institucional en las favelas. Hay que construir un nuevo modelo de derechos y obligaciones para los habitantes", dijo este jueves a AFP Alba Zaluar, espcialista en violencia de la Universidad de Rio (UERJ).
Según la experta, "el pasado violento de la policía torna más difícil sus relaciones con los habitantes" y los narcos aprovechan eso para alentar a la gente a rebelarse contra las fuerzas del orden.
Un editorial del diario O Globo afirmó este jueves que la situación "no va a ser resuelta por un truco de magia".
"Es crucial perseverar en el proyecto e impedir el regreso de armamemento pesado al Complexo o a cualquier otra 'favela' pacificada", estimó.
Los recientes enfrentamientos entre militares y delincuentes de una 'favela' de Rio, ex feudo de narcotraficantes durante 30 años y supuestamente ya "pacificada" por las autoridades, subrayan la dificultad de retomar el control de estos barrios antes del Mundial de 2014.
Un grupo de narcotraficantes disparó el martes de noche contra varios de los 1.700 militares que ocupan desde el 28 de noviembre las 'favelas' del Complexo do Alemao, en el norte de Rio de Janeiro.
"Sabíamos que eso podía suceder pero fuimos tomados por sorpresa", declaró a la prensa el general Adriano Pereira Junior, comandante de la Policía Militar.
"Fue aterrador, porque pensábamos que eso no sucedería nunca más", contó en Twitter Rene Silva Santos, de 17 años, un habitante del barrio.
Decenas de soldados ya se habían enfrentado el domingo con una veintena de habitantes que participaban en un baile, con un saldo de 12 heridos, entre los cuales dos militares. Los soldados dispararon balas de caucho contra los habitantes, que a su vez lanzaron piedras y botellas.
Desde el martes de noche, la Policía Militar desplegó a 120 de sus hombres y varios vehículos por un tiempo indeterminado en dos 'favelas' vecinas y no "pacificadas" de donde partieron los ataques, los primeros desde que las autoridades retomaron el control de la zona.
El ejército brasileño envió el miércoles a 100 fusileros navales y cuatro vehículos blindados al Complexo do Alemao para intentar retomar rápidamente el control de la situación. Otros 200 soldados se preparan para unirse a los 1.800 efectivos ya instalados allí.
Las autoridades del Estado de Rio de Janeiro, uno de los más violentos del país, iniciaron en 2008 una carrera contrarreloj para "pacificar" la ciudad antes de la Copa del Mundo de fútbol en 2014 y de los Juegos Olímpicos de 2016.
El secretario estadal de Seguridad, José Mariano Beltrame, admitió en conferencia de prensa que aunque 17 favelas donde viven más de 300.000 personas ya están "pacificadas", no se puede hacer milagros.
"He dicho y repetido que después de 30 o 40 años de abandono y del control total del narcotráfico sobre estos barrios, nadie va a resolver la situación a corto plazo", afirmó.
El general Pereira Junior admitió que narcotraficantes "aún venden drogas en 'puntos itinerantes' y estimó que estos ataques se deben al reciente anuncio de la extensión hasta 2012 de la ocupación del Complexo do Alemao por el ejército.
"Las acciones de los criminales fueron una reacción a la permanencia del ejército en el Complexo", que les impide pasearse armados hasta los dientes, subrayó.
La ocupación debía en principio durar 10 meses, y ser reemplazada por una policía comunitaria entrenada especialmente para convivir con los habitantes de la favela.
Estas policías "pacificadoras" ya existen en varias favelas donde el gobierno ha retomado el control y tienen el apoyo de los habitantes, contrariamente al ejército, que no ha recibido formación para ello. Pero esta policía comunitaria aún no es suficientemente numerosa.
"Pienso que estamos en un periodo de transición, luego de años de vacío institucional en las favelas. Hay que construir un nuevo modelo de derechos y obligaciones para los habitantes", dijo este jueves a AFP Alba Zaluar, espcialista en violencia de la Universidad de Rio (UERJ).
Según la experta, "el pasado violento de la policía torna más difícil sus relaciones con los habitantes" y los narcos aprovechan eso para alentar a la gente a rebelarse contra las fuerzas del orden.
Un editorial del diario O Globo afirmó este jueves que la situación "no va a ser resuelta por un truco de magia".
"Es crucial perseverar en el proyecto e impedir el regreso de armamemento pesado al Complexo o a cualquier otra 'favela' pacificada", estimó.