Ouattara trata de evitar el boicot a las elecciones paralamentarias

Madrid, EP
El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, ha iniciado las negociaciones con la coalición opositora para intentar convencer a los leales al ex presidente Laurent Gbagbo de que no boicoteen las próximas elecciones parlamentarias.

"Esperamos que sea el comienzo del diálogo republicano", ha dicho el presidente del Frente Popular Marfileño --el partido de Gbagbo--, Miaka Oureto, al final del encuentro. La semana pasada, este bloque político se salió de la comisión a cargo de las elecciones a causa de la "reciente modificación de la composición de la Comisión Electoral en favor de la coalición de partidos que están detrás de Ouattara".

Además, el partido denunció el "clima de terror" que, según alegan, impide a los líderes del partido participar de manera libre en las próximas elecciones, que tendrán lugar a mediados de diciembre. Estas elecciones parlamentarias cerrarán el proceso electoral que se abrió con las disputadas elecciones presidenciales de noviembre del año pasado, que derivaron en un enfrentamiento armado entre los partidarios de Gbagbo y los de Ouattara.

La reunión se ha celebrado un día después de que Ouattara nombrara la Comisión para el Diálogo, la Verdad y la Reconciliación, satisfaciendo su promesa de promover la reconciliación. Este órgano está compuesto por once miembros, incluyendo varios líderes sociales y religiosos y tendrá dos años para cerrar las heridas del país.

"Durante unos pocos meses a partir del día de hoy Costa de Marfil está bajo reconstrucción. Nuestro lugar de obras más importante es la nación", ha dicho Ouattara. En los días posteriores a la captura de Gbagbo, el 11 de abril, Ouattara nombró al primer ministro, Jean Konan Banny, como presidente de una comisión de reconciliación "justa e independiente".

"Sabemos que la reconciliación es la única manera para salir de la situación en la que nos hemos metido", ha dicho Banny, que ha prometido que "en los años que vienen veremos a un nuevo ciudadano marfileño", en declaraciones recogidas por la cadenas estadounidense CNN.

El optimismo de Ouattara y Banny no es compartido por los leales de Gbagbo, quienes han denunciado una "justicia del vencedor incompatible con las reconciliación que promueven". "No creo que Ouattara quiera la reconciliación. ¿Cómo puede haberla si Gbagbo, su mujer y la mayoría de nuestros líderes políticos están encarcelados de manera ilegal y tienen sus activos económicos congelados?", se ha preguntado el portavoz de Gbagbo, Alain Toussaint. "No habrá reconciliación sin Gbagbo", ha agregado.

Esta situación contrasta con la de los aliados de Ouattara. Ninguno de sus cercanos ha sido encarcelado ni sometido a juicio a pesar de que tanto Naciones Unidas como múltiples ONG internacionales han acusado a ambos bandos de perpetrar violaciones masivas de los Derechos Humanos durante el conflicto.

Ouattara fue declarado como vencedor por la Comisión Electoral, pero los resultados fueron anulados por el Consejo Constitucional --compuesto por leales a Gbagbo-- pese a la certificación de validez dada por Naciones Unidas, y Gbagbo se negó a abandonar el poder. Durante la crisis fallecieron más de 3.000 personas.

El Banco Mundial ha indicado que Costa de Marfil ha de celebrar elecciones creíbles si quiere tener acceso a la financiación internacional para varios proyectos de desarrollo.

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