Más problemas judiciales para Sarkozy y Berlusconi

PARIS, AFP
Las causas judiciales no dan sosiego a los mandatarios de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Italia, Silvio Berlusconi. Ambos quedaron envueltos en nuevos escándalos, cuando encaran el último tramo de sus gestiones (vencen el próximo año y en 2013, respectivamente).
A siete meses de los comicios franceses, se conocen causas con maletines con dinero de dictadores africanos, financiamiento ilegal a los partidos y el procesamiento a dos allegados de Sarkozy por corrupción, uno de ellos testigo de su casamiento con Carla Bruni. Las imputaciones alcanzan a Nicolas Bazire, jefe de gabinete del ex primer ministro Edouard Balladur (1993-1995), y a Thierry Gaubert, consejero de comunicación del Presidente hasta mediados de los 90, cuando era ministro de Presupuesto.


El juez, Renaud Van Ruymbeke, investiga un presunto circuito financiero en 1994, establecido para la venta de submarinos a Pakistán y de fragatas a Arabia Saudita, que posibilitó el regreso de forma ilegal a Francia de parte de ese dinero. La red de corrupción empezó a ser investigada por un atentado en mayo de 2002, que le costó la vida en Karachi (Pakistán) a 15 personas (entre ellas, 11 francesas) que trabajaban en la construcción de los submarinos.

"La investigación del caso Karachi se acerca a Sarkozy", afirmó hoy el diario Le Monde mientras que Liberation publicó en su tapa una foto de la época de Sarkozy, Balladur y Bazire, bajo el título "La Sarkozie (como se denomina al entorno de Sarkozy) en detención preventiva". La oposición ya califica al caso de asunto de Estado político-financiero, potenciado por las declaraciones del abogado franco-libanés Robert Bourgi, quien afirmó que entre 1997 y 2005 le entregó a Chirac y a su primer ministro, Dominique de Villepin, rival de Sarkozy, maletines con unos U$S 20 millones enviados por dirigentes africanos. Bourgi fue luego consejero oficioso del actual Presidente para las relaciones con África. Sarkozy está mencionado también en el caso de la multimillonaria heredera de L’Oreal, una de las fortunas que respaldó su llegada al cargo en 2007. Desde el Palacio del Elíseo se rechazó las acusaciones y se denunció una "calumnia" y una "manipulación política" contra el mandatario, que buscará la reelección.

Berlusconi no está mejor que su vecino. El primer ministro italiano fue imputado hoy en el caso Unipol, donde se lo acusa como cómplice de revelar información privilegiada para favorecer la compra irregular de la Banca Nacionale del Lavoro (BNL).

Con este caso, el mandatario suma cinco procesos abiertos en su contra. Los otros son: dos por fraude fiscal, otro por prostitución de menores y abuso de poder en el caso Ruby, y el restante, por sobornar al abogado David Mills para que declarara a su favor en un juicio. Además, está implicado en un proceso que investiga la Fiscalía de Bari contra el empresario Giampaolo Tarantini, sospechado de establecer una red de prostitución para conseguir favores políticos y comerciales.

En medio de tantos problemas, Berlusconi tuvo una alegría. Hoy, la Cámara de Diputados italiana rechazó (por apenas siete votos) el pedido de arresto del parlamentario Marco Milanese, un político cercano al ministro de Economía, Giulio Tremonti, acusado por hechos de corrupción.

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