Liga de Campeones: El Bayern de Múnich desnuda al Villarreal


Villarreal, EFE
El 'grupo de la muerte' se inauguró de la peor forma posible para el Villarreal. Hincó la rodilla ante un Bayern de Múnich poderoso y guiado en todo momento por Ribery. Los de Garrido no ofrecieron claridad en su juego y además su defensa se mostró vulnerable ante los ataques la velocidad muniquesa. Al Bayern se le puso todo de cara al sexto minuto de juego con el tanto de Kroos. El Villarreal intentó despegar tras el tanto pero Rafinha acabó con todas las esperanzas en la segunda parte.

Nadie dijo que iba a ser fácil. Tampoco resulta imposible después del tropiezo ante los teutones. Cierto es que El Madrigal debía ser un feudo inexpugnable y cada tropiezo supone una china más en un camino empedrado desde el día del sorteo.

Ahora el Villarreal debe agarrarse a su gran juego, lo realmente importante en el fútbol, y también, por qué no, a los datos. Porque la historia ampara datos realmente esperanzadores para los castellonenses. Sólo han participado en dos ocasiones en la máxima competición continental y su incursión europea acabó en cuartos y semifinales tuteando a equipos como el Arsenal de Henry.

Y en esta tercera gira europea el Villarreal deberá librar batallas extenuantes para alcanzar los octavos de final. La primera de todas fue la madre de la batallas, por lo menos por historia. Ambos llegaron con bajas sensibles. Los muniqueses dejaron el desborde de Robben en casa y el Villarreal, ante la baja de Valero, confió el radar del 'submarino' a Senna. A su derecha Marchena, a su izquierda Bruno y de enganche De Guzmán. El rombo no pudo contener a un Bayern asfixiante desde la primera línea de ataque dificultando la salida del balón y provocando pérdidas comprometedoras. Y la jugada no pudo salirle mejor a los bávaros que a los seis minutos abrieron el marcador. Ribery se internó por la izquierda, imantó a dos defensores amarillos y éste cedió hacia atrás para que Kroos rematara libre de marca.

La posesión, por exigencia, la tomó en el Villarreal pero sin la elaboración necesaria para sorprender a un equipo tan serio como el Bayern. Aunque las esperanzas se multiplican si tienes a Rossi en tus filas. El italiano, como si de un patinador se tratara, se deslizaba de un lado a otro dejando destellos de calidad en los controles, saliendo de las embestidas rivales y cogiendo la espalda de los defensores. Lo puede atestiguar Van Buyten que se dejó la cadera al intentar seguirle en un desmarque pero el italiano disparó al cuerpo de Neuer. Ese movimiento de caderas terminó por romper al central y se marchó lesionado por Rafinha.

En la otra punta del campo había otro tipo ofreciendo espectáculo. Ribery se adueñó de la banda izquierda y jaqueó a la defensa del Villarreal durante todo el partido. Por suerte para los castellonenses Mario Gómez no se entendía con el francés. No era un motivo al que agarrarse porque el dominó del Villarreal se evaporó tras la media hora de juego y el Bayern de Múnich parecía tener todo bien amarrado a la espera del momento oportuno para apretar el gatillo.

Jupp Heynckes también se enteró de la 'torrija' de Mario Suárez y decidió dejarle en la ducha. Por el hispano-germano entró Petersen, que por lo menos se ganó un voto de confianza al probar a Diego López nada más ingresar. La réplica de Garrido fue la entrada a Cani en lugar de Senna. Al aragonés le encomendaron las labores de recuperación para subir después como una flecha y conectar con Rossi y Marco Ruben, intercambio de Nilmar en el minuto 60. La apuesta de Cani llevaba implícito un riesgo añadido. Más espacios para un Bayern menos posesivo pero con convencido de que encontraría el gol de la tranquilidad. Tanto que llegó a falta de quince minutos, cuando Garrido borró el rombo inicial del medio campo para apostar por las bandas con la entrada de Camuñas. Pero el 'submarino' hacía aguas en la sala de maquinas. Marchena ponía más esmero en las entradas a Schweinsteiger y Bruno estuvo toda la segunda parte con la reserva puesta. Obviamente el Bayern de Múnich se arreó al final para matar el partido. Rafinha se metió hasta la cocina, haciendo un caño a Bruno, y batió por bajo a Diego López. Ahora el Villarreal deberá remar con todas sus fuerzas para buscar la clasificación a octavos. Próxima parada: Nápoles

Villarreal CF:
Diego López, Mario, Musacchio, Zapata, Catalá, Marchena, Senna (Cani, m.46), Bruno Soriano, De Guzmán (Camuñas, m.71), Nilmar (Marco Ruben, m.58) y Rossi.

Bayern Múnich:
Neuer, Lahm, Badstuber, Van Buyten (Rafinha, m.22), Boateng, Tymoschuck, Schweinsteiger, Muller, Kroos (Luiz Gustavo, m.80), Ribéry y Mario Gómez (Petersen, m.46).

Goles: 0-1, m.6: Kroos. 0-2, m.75: Rafinha.

Árbitro: Cuneyt Çakir (TUR). Mostró tarjeta amarilla al local Marchena y a los visitantes Tymoshchuk, Schweinsteiger.

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