La hambruna se extiende en Somalia y hay 750.000 personas en riesgo de muerte
Somalia, Agencias
Unas 750.000 personas corren el riesgo de morir en Somalia por la hambruna, que se ha extendido a una sexta región del país debido a la sequía en todo el Cuerno de Africa, advirtió hoy la ONU.
"En total, cuatro millones de personas se encuentran en situación crítica en Somalia, de las que 750.000 corren el riesgo de morir en los próximos cuatro meses en ausencia de una respuesta adecuada" en términos de envío de ayuda, avisó en un comunicado la Unidad de Análisis de la ONU para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición (FSNAU, por sus siglas en inglés).
El balance de la ONU del mes de julio mencionaba a 450.000 personas en peligro de muerte en Somalia, donde se estima que viven menos de ocho millones de personas.
"Decenas de miles de personas ya murieron, de las que más de la mitad eran niños", recuerda FSNAU.
La FSNAU explicó que la ausencia total de precipitaciones durante la temporada de lluvias de octubre a diciembre de 2010, y las escasas lluvias de abril a junio de este año ha dado lugar a la peor cosecha de los últimos 17 años. "A esto se une que la demanda de mano de obra se reduce y hay un exceso de mortalidad entre los animales", además de un aumento de los precios de los alimentos, añadió el organismo de la ONU.
Según la ONU, el estado de hambruna se declara en una zona cuando al menos el 20 por ciento de la población padece una falta extrema de alimentos, más del 30 por ciento sufre malnutrición aguda y la tasa de mortalidad es de más de 2 personas al día por cada 10.000 habitantes.
El pasado 20 de julio, la ONU declaró oficialmente el estado de hambruna en las regiones de Bakool y Bajo Shabele, a las que se unieron en agosto las zonas de Balcad y Cadale, en el Shabelle Medio, y el campo de desplazados internos de Afgoye, en Mogadiscio.
La difícil situación humanitaria se agrava, además, por el conflicto que vive el país desde hace veinte años. Desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, Somalia sufre una permanente guerra civil y carece de un gobierno efectivo en un país en manos de señores de la guerra tribales, milicias islámicas y bandas de delincuentes armados.