La colisión de un tren y un autobús en Buenos Aires causa al menos 11 muertes
El bus trató de atravesar el paso con las barreras muy bajas.- Hay 167 heridos, siete de ellos en estado grave
Buenos Aires, El País
Una cámara deberá determinar si el accidente ocurrido esta mañana en las proximidades de la estación del barrio de Flores (Buenos Aires), que costó la vida, al menos, a once personas y dejó más de 167 heridos, siete de ellos muy graves, se debió a la imprudencia del conductor de un autobús urbano, que se saltó las señales e intentó atravesar las vías de un tren de cercanías, justo cuando se aproximaba un convoy. El autobús fue arrollado y el tren, que descarriló, chocó a su vez contra otro convoy, que estaba ingresando por otra vía en la misma estación.
El accidente, que ocurrió temprano por la mañana, en plena hora punta, cuando miles de personas se incorporan a sus trabajos en la capital, provocó un gran caos. Decenas de personas, entre ellas 20 heridos de gravedad, fueron trasladadas a los hospitales cercanos y varias dotaciones de bomberos tuvieron que liberar a algunas de las víctimas, atrapadas entre los hierros. El conductor del autobús, de la línea 92, que une el centro con el oeste del cinturón urbano, resultó muerto y el conductor del tren sufrió una fractura abierta según los primeros datos oficiales.
El llamado tren de Sarmiento, que une el sector oeste de la capital y 10 municipios del Gran Buenos Aires, entre el barrio de Once y la localidad de Moreno, realiza cerca de 300 viajes diarios y tiene varios pasos a nivel, señalizados con barreras, luces y alarmas. Aun así, el hecho de que las vías pasen por zonas muy habitadas, incluso dentro de la propia capital federal, ha hecho que existan numerosas demandas para su enterramiento. La polémica volvió a desatarse y muchos medios recordaron el penoso trayecto de la iniciativa: el proyecto de soterramiento dentro de la ciudad, anunciado en 2001 por el entonces intendente de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, quedó postergado por dificultades financieras hasta 2008 en que la propia presidenta Cristina Fernández anunció un nuevo impulso y la licitación de parte de las obras. Sin embargo, el proyecto ha ido sufriendo nuevos aplazamientos. El ministro de Justicia y Seguridad de la capital, Guillermo Montenegro, salió al paso de las críticas por la inoperancia de las diversas autoridades implicadas, incluido el intendente, Mauricio Macri, asegurando que 17 de las obras previstas están frenadas en los tribunales, por diversas reclamaciones de grupos ciudadanos.
Los sindicatos ferroviarios aseguran que buena parte de los accidentes ocurridos son consecuencia de la imprudencia de los conductores de autobuses. Las condiciones de trabajo de los chóferes de las múltiples empresas de autobuses que prestan servicio en Buenos Aires capital y alrededores han sido repetidamente puestas en entredicho a la vista de los numerosos accidentes que protagonizan casi a diario. En menos de nueve meses ha habido 12 atropellos provocados por autobuses en los distintos barrios de la ciudad. El pasado 10 de septiembre, un suboficial retirado disparó contra el conductor de un autobús que acababa de embestir y matar a su mujer, de 70 años. "El autobús en que viajo a diario por la mañana se salta habitualmente semáforos que ya están en rojo y, en una ocasión, sorteó la barrera de un paso a nivel y cruzamos las vías cuando ya se veía el tren que llegaba a toda velocidad", explica Sara Cáceres, una empleada de hogar que realiza todos los días un trayecto de casi dos horas para llegar a su trabajo.
Un portavoz de la empresa Trenes de Buenos aires (TBA) explicó que, por la mañana, en esa zona concreta suele circular un tren cada cuatro minutos, en alguna de las dos direcciones, lo que significa que las barreras están mucho tiempo bajadas. Por ese motivo, explicó, en ocasiones se ha detectado a personas que las levantan de forma manual y permiten que crucen algunos vehículos, pese a las alarmas.
Buenos Aires, El País
Una cámara deberá determinar si el accidente ocurrido esta mañana en las proximidades de la estación del barrio de Flores (Buenos Aires), que costó la vida, al menos, a once personas y dejó más de 167 heridos, siete de ellos muy graves, se debió a la imprudencia del conductor de un autobús urbano, que se saltó las señales e intentó atravesar las vías de un tren de cercanías, justo cuando se aproximaba un convoy. El autobús fue arrollado y el tren, que descarriló, chocó a su vez contra otro convoy, que estaba ingresando por otra vía en la misma estación.
El accidente, que ocurrió temprano por la mañana, en plena hora punta, cuando miles de personas se incorporan a sus trabajos en la capital, provocó un gran caos. Decenas de personas, entre ellas 20 heridos de gravedad, fueron trasladadas a los hospitales cercanos y varias dotaciones de bomberos tuvieron que liberar a algunas de las víctimas, atrapadas entre los hierros. El conductor del autobús, de la línea 92, que une el centro con el oeste del cinturón urbano, resultó muerto y el conductor del tren sufrió una fractura abierta según los primeros datos oficiales.
El llamado tren de Sarmiento, que une el sector oeste de la capital y 10 municipios del Gran Buenos Aires, entre el barrio de Once y la localidad de Moreno, realiza cerca de 300 viajes diarios y tiene varios pasos a nivel, señalizados con barreras, luces y alarmas. Aun así, el hecho de que las vías pasen por zonas muy habitadas, incluso dentro de la propia capital federal, ha hecho que existan numerosas demandas para su enterramiento. La polémica volvió a desatarse y muchos medios recordaron el penoso trayecto de la iniciativa: el proyecto de soterramiento dentro de la ciudad, anunciado en 2001 por el entonces intendente de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, quedó postergado por dificultades financieras hasta 2008 en que la propia presidenta Cristina Fernández anunció un nuevo impulso y la licitación de parte de las obras. Sin embargo, el proyecto ha ido sufriendo nuevos aplazamientos. El ministro de Justicia y Seguridad de la capital, Guillermo Montenegro, salió al paso de las críticas por la inoperancia de las diversas autoridades implicadas, incluido el intendente, Mauricio Macri, asegurando que 17 de las obras previstas están frenadas en los tribunales, por diversas reclamaciones de grupos ciudadanos.
Los sindicatos ferroviarios aseguran que buena parte de los accidentes ocurridos son consecuencia de la imprudencia de los conductores de autobuses. Las condiciones de trabajo de los chóferes de las múltiples empresas de autobuses que prestan servicio en Buenos Aires capital y alrededores han sido repetidamente puestas en entredicho a la vista de los numerosos accidentes que protagonizan casi a diario. En menos de nueve meses ha habido 12 atropellos provocados por autobuses en los distintos barrios de la ciudad. El pasado 10 de septiembre, un suboficial retirado disparó contra el conductor de un autobús que acababa de embestir y matar a su mujer, de 70 años. "El autobús en que viajo a diario por la mañana se salta habitualmente semáforos que ya están en rojo y, en una ocasión, sorteó la barrera de un paso a nivel y cruzamos las vías cuando ya se veía el tren que llegaba a toda velocidad", explica Sara Cáceres, una empleada de hogar que realiza todos los días un trayecto de casi dos horas para llegar a su trabajo.
Un portavoz de la empresa Trenes de Buenos aires (TBA) explicó que, por la mañana, en esa zona concreta suele circular un tren cada cuatro minutos, en alguna de las dos direcciones, lo que significa que las barreras están mucho tiempo bajadas. Por ese motivo, explicó, en ocasiones se ha detectado a personas que las levantan de forma manual y permiten que crucen algunos vehículos, pese a las alarmas.