Heridos y protestas en Lampedusa por un motín de inmigrantes tunecinos
Lampedusa, AP
Una decena de personas resultaron heridas este miércoles en la isla de Lampedusa (sur de Italia) durante motines de inmigrantes ilegales tunecinos que protestaban por las condiciones en que viven hacinados en el centro de alojamiento local.
Los noticieros de televisión transmitieron las imágenes de las revueltas reprimidas por policías antimotines, mientras grupos de habitantes de la isla protestaban ante la sede de la alcaldía por la política pasiva del gobierno liderado por Silvio Berlusconi ante la llegada constante en barcazas de cientos de inmigrantes ilegales.
Según medios de comunicación locales, tres agentes de las fuerzas de seguridad han sido atendidos en el centro de salud, así como una decena de inmigrantes tunecinos.
La tensión en la isla se avivó tras el incendio el martes en la noche de los tres edificios del centro de acogida de inmigrantes ilegales, que alojaba sobre todo a tunecinos que tenían que ser repatriados en virtud de los acuerdos firmados entre Italia y Túnez.
Unos 300 inmigrantes marcharon por las calles de Lampedusa pidiendo a gritos "libertad", "libertad".
Por su parte, los isleños, irritados por la presencia de los inmigrantes, reaccionaron contra los medios de televisión y atacaron a varios camarógrafos, fotógrafos y reporteros presentes.
Un grupo de tunecinos robó algunas bombonas de gas y amenazó con hacerlas explotar. Frente ello, unos 50 ciudadanos se enfrentaron a los inmigrantes con piedras, mientras la policía intentaba aplacar a todos, tanto tunecinos como habitantes.
"Estamos ante un ambiente de guerra. El Estado debe intervenir con naves y helicópteros para evacuar a los tunecinos", clamó por su parte el alcalde Bernardino De Rubeis, acusado de ser demasiado tolerante frente al fenómeno.
Italia se enfrenta desde hace meses a una ola de incesantes desembarcos de inmigrantes clandestinos, entre ellos numerosos tunecinos.
"Esta situación es el resultado de la incapacidad del gobierno para enfrentar las situaciones dramáticas que afectan a este país. No se puede dejar en manos de los ciudadanos de Lampedusa la emergencia que genera la inmigración clandestina", declaró el presidente de la región Sicilia, Raffaele Lombardo.
Según estadísticas oficiales, unos 48.000 inmigrantes provenientes de Túnez y Libia han llegado desde comienzos del año a Lampedusa, contra unos 4.000 a lo largo de 2010.
"Lo que ocurre en Lampedusa es una tragedia anunciada, el gobierno tiene responsabilidades precisas", lamentó el Partido Democrático, de oposición de izquierda, que convocó una reunión urgente del Parlamento sobre el tema.
Una decena de personas resultaron heridas este miércoles en la isla de Lampedusa (sur de Italia) durante motines de inmigrantes ilegales tunecinos que protestaban por las condiciones en que viven hacinados en el centro de alojamiento local.
Los noticieros de televisión transmitieron las imágenes de las revueltas reprimidas por policías antimotines, mientras grupos de habitantes de la isla protestaban ante la sede de la alcaldía por la política pasiva del gobierno liderado por Silvio Berlusconi ante la llegada constante en barcazas de cientos de inmigrantes ilegales.
Según medios de comunicación locales, tres agentes de las fuerzas de seguridad han sido atendidos en el centro de salud, así como una decena de inmigrantes tunecinos.
La tensión en la isla se avivó tras el incendio el martes en la noche de los tres edificios del centro de acogida de inmigrantes ilegales, que alojaba sobre todo a tunecinos que tenían que ser repatriados en virtud de los acuerdos firmados entre Italia y Túnez.
Unos 300 inmigrantes marcharon por las calles de Lampedusa pidiendo a gritos "libertad", "libertad".
Por su parte, los isleños, irritados por la presencia de los inmigrantes, reaccionaron contra los medios de televisión y atacaron a varios camarógrafos, fotógrafos y reporteros presentes.
Un grupo de tunecinos robó algunas bombonas de gas y amenazó con hacerlas explotar. Frente ello, unos 50 ciudadanos se enfrentaron a los inmigrantes con piedras, mientras la policía intentaba aplacar a todos, tanto tunecinos como habitantes.
"Estamos ante un ambiente de guerra. El Estado debe intervenir con naves y helicópteros para evacuar a los tunecinos", clamó por su parte el alcalde Bernardino De Rubeis, acusado de ser demasiado tolerante frente al fenómeno.
Italia se enfrenta desde hace meses a una ola de incesantes desembarcos de inmigrantes clandestinos, entre ellos numerosos tunecinos.
"Esta situación es el resultado de la incapacidad del gobierno para enfrentar las situaciones dramáticas que afectan a este país. No se puede dejar en manos de los ciudadanos de Lampedusa la emergencia que genera la inmigración clandestina", declaró el presidente de la región Sicilia, Raffaele Lombardo.
Según estadísticas oficiales, unos 48.000 inmigrantes provenientes de Túnez y Libia han llegado desde comienzos del año a Lampedusa, contra unos 4.000 a lo largo de 2010.
"Lo que ocurre en Lampedusa es una tragedia anunciada, el gobierno tiene responsabilidades precisas", lamentó el Partido Democrático, de oposición de izquierda, que convocó una reunión urgente del Parlamento sobre el tema.