El régimen y los opositores sirios se acusan de la muerte de varios científicos
Damasco, AFP
Las autoridades y los opositores de Siria se acusaban mutuamente este miércoles de ser responsables del asesinato de varios científicos en Homs, mientras que Rusia se opuso a un nuevo proyecto de resolución de los países europeos que condena la represión en ese país.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), un ingeniero nuclear Aus Abdel Karim Jalil "fue asesinado por desconocidos este miércoles por la mañana" en Homs, 160 kilómetros al norte de Damasco. La agencia oficial SANA indicó que este ingeniero, "que daba cursos en la Universidad Al Baas, murió por un balazo en la cabeza por un grupo terrorista, cuando su mujer lo llevaba al hospital".
El domingo, un cirujano del hospital general de Homs, Hassan Eid, fue asesinado con varios balazos cuando subía a su coche. Y el lunes, un adjunto del decano de la facultad de arquitectura de la universidad Al Baas, Mohamed Alí Aqil, y el director de la escuela militar de petroquímica, el general Nael Dajilo, fueron asesinados por desconocidos, según el OSDH.
Las autoridades hicieron recaer la responsabilidad de estos asesinatos sobre "terroristas", mientras que Al Ghad, una alianza de militantes, acusó al poder de haber "matado a personalidades científicas, tratando de repetir la serie de asesinatos" que fueron perpetrados en Siria en los años 80.
Por otra parte, según el OSDH, tres soldados desertores resultaron muertos y un oficial herido murió en el hospital después de combates entre el ejército y soldados desertores cerca de Homs.
En Homs, los cuerpos de dos personas que habían sido detenidas hace unos días en un retén militar fueron entregados al hospital, según el OSDH. Otra persona herida durante un allanamiento en Marqab (300 kilómetros al oeste de Damasco), murió en la prisión según la fuente.
Sin embargo, el presidente Bashar al Asad estimó que había vuelto la estabilidad, según declaraciones citadas en un comunicado de un ex primer ministro libanés, Selim Hoss, que se reunió con él el miércoles. "Los acontecimientos dolorosos llegaron a su fin, gracias a Dios", indicó Asad, según ese comunicado.
En el plano diplomático, el embajador ruso ante la ONU dejó entender claramente este miércoles que su país se oponía a un nuevo proyecto de resolución del Consejo de seguridad que amenaza con sanciones a Siria por la represión sangrienta de las manifestaciones.
"Nuestra posición es que (el proyecto de resolución sobre Siria) es la continuación de la política relativa a Libia que prevé un cambio de régimen", explicó ante la prensa Vitali Churkin.
"Miremos las cosas de frente, hemos escuchado declaraciones en diferentes capitales que describen lo que es legítimo y lo que no, y pensamos que esa manera de pensar y de hablar fomenta la violencia en Siria", añadió.
Los países europeos enviaron el martes al Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo proyecto de resolución que incluye amenazas de sanciones contra el Gobierno sirio, en vez de sanciones inmediatas. Redactado por Reino Unido, Francia, Alemania y Portugal, este proyecto de resolución pretende sortear la amenaza de un veto de Rusia y China, dos de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Según una copia de este proyecto obtenida por la AFP, los países europeos exigen "el fin inmediato de la violencia" que ejerce el Gobierno sirio contra los movimientos de protesta. De la misma manera, el Consejo "expresa su determinación, en el caso de que Siria no acepte esta resolución, de adoptar medidas al respecto, incluyendo sanciones", añade el texto.
Rusia y China han amenazado con imponer su veto a cualquier tipo de sanción propuesta al Consejo de Seguridad contra el régimen sirio. El Consejo de Seguridad se ha limitado, hasta ahora, a hacer una declaración contra la represión de los manifestantes en Siria que, según la ONU, ha causado más de 2.700 muertos desde el pasado marzo.
Por su parte, Rusia ha puesto en circulación su propio proyecto de resolución que, según los diplomáticos, no va más allá de condenar la violencia en Siria de manera general. "Pensamos que (este proyecto ruso de resolución) es algo que, si el Consejo lo adopta, potenciará el proceso político en Siria, y contribuirá a detener la violencia, ya que no contiene un mensaje muy fuerte", añadió Chourkine.
Las autoridades y los opositores de Siria se acusaban mutuamente este miércoles de ser responsables del asesinato de varios científicos en Homs, mientras que Rusia se opuso a un nuevo proyecto de resolución de los países europeos que condena la represión en ese país.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), un ingeniero nuclear Aus Abdel Karim Jalil "fue asesinado por desconocidos este miércoles por la mañana" en Homs, 160 kilómetros al norte de Damasco. La agencia oficial SANA indicó que este ingeniero, "que daba cursos en la Universidad Al Baas, murió por un balazo en la cabeza por un grupo terrorista, cuando su mujer lo llevaba al hospital".
El domingo, un cirujano del hospital general de Homs, Hassan Eid, fue asesinado con varios balazos cuando subía a su coche. Y el lunes, un adjunto del decano de la facultad de arquitectura de la universidad Al Baas, Mohamed Alí Aqil, y el director de la escuela militar de petroquímica, el general Nael Dajilo, fueron asesinados por desconocidos, según el OSDH.
Las autoridades hicieron recaer la responsabilidad de estos asesinatos sobre "terroristas", mientras que Al Ghad, una alianza de militantes, acusó al poder de haber "matado a personalidades científicas, tratando de repetir la serie de asesinatos" que fueron perpetrados en Siria en los años 80.
Por otra parte, según el OSDH, tres soldados desertores resultaron muertos y un oficial herido murió en el hospital después de combates entre el ejército y soldados desertores cerca de Homs.
En Homs, los cuerpos de dos personas que habían sido detenidas hace unos días en un retén militar fueron entregados al hospital, según el OSDH. Otra persona herida durante un allanamiento en Marqab (300 kilómetros al oeste de Damasco), murió en la prisión según la fuente.
Sin embargo, el presidente Bashar al Asad estimó que había vuelto la estabilidad, según declaraciones citadas en un comunicado de un ex primer ministro libanés, Selim Hoss, que se reunió con él el miércoles. "Los acontecimientos dolorosos llegaron a su fin, gracias a Dios", indicó Asad, según ese comunicado.
En el plano diplomático, el embajador ruso ante la ONU dejó entender claramente este miércoles que su país se oponía a un nuevo proyecto de resolución del Consejo de seguridad que amenaza con sanciones a Siria por la represión sangrienta de las manifestaciones.
"Nuestra posición es que (el proyecto de resolución sobre Siria) es la continuación de la política relativa a Libia que prevé un cambio de régimen", explicó ante la prensa Vitali Churkin.
"Miremos las cosas de frente, hemos escuchado declaraciones en diferentes capitales que describen lo que es legítimo y lo que no, y pensamos que esa manera de pensar y de hablar fomenta la violencia en Siria", añadió.
Los países europeos enviaron el martes al Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo proyecto de resolución que incluye amenazas de sanciones contra el Gobierno sirio, en vez de sanciones inmediatas. Redactado por Reino Unido, Francia, Alemania y Portugal, este proyecto de resolución pretende sortear la amenaza de un veto de Rusia y China, dos de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Según una copia de este proyecto obtenida por la AFP, los países europeos exigen "el fin inmediato de la violencia" que ejerce el Gobierno sirio contra los movimientos de protesta. De la misma manera, el Consejo "expresa su determinación, en el caso de que Siria no acepte esta resolución, de adoptar medidas al respecto, incluyendo sanciones", añade el texto.
Rusia y China han amenazado con imponer su veto a cualquier tipo de sanción propuesta al Consejo de Seguridad contra el régimen sirio. El Consejo de Seguridad se ha limitado, hasta ahora, a hacer una declaración contra la represión de los manifestantes en Siria que, según la ONU, ha causado más de 2.700 muertos desde el pasado marzo.
Por su parte, Rusia ha puesto en circulación su propio proyecto de resolución que, según los diplomáticos, no va más allá de condenar la violencia en Siria de manera general. "Pensamos que (este proyecto ruso de resolución) es algo que, si el Consejo lo adopta, potenciará el proceso político en Siria, y contribuirá a detener la violencia, ya que no contiene un mensaje muy fuerte", añadió Chourkine.