El Paso se declara en pie de guerra y pone en riesgo provisión de agua para Cochabamba
Cochabamba, Abi
El provisionamiento de agua para 160.000 familias de la zona Sud de la ciudad de Cochabamba quedó en riesgo el martes, luego que habitantes de la región de El Paso, en Quillacollo, se declararan en pie de guerra y amenazaran con cortar el suministro para lograr la devolución y el aprovechamiento de 18 pozos profundos en su región.
"La gente de El Paso piensa y de manera inteligente pide y da este ultimátum hasta el día viernes 9 de septiembre de la presente gestión, para evitar que corra sangre de nuestros hermanos gracias a la negligencia de las autoridades. El estado de alerta y el pie de guerra ya está determinado", establece una resolución expedida en las últimas horas por los vecinos del área en conflicto.
El dirigente Plácido Molina explicó que el documento surgió luego de más de una semana de demandas para que el uso de los pozos abiertos hace 15 años en El Paso vuelva al control de los habitantes del lugar dedicados a la agricultura, con lo que se cortaría el suministro de agua al área sud de la urbe cochabambina.
Dijo que el comunicado público fue lanzado porque las autoridades del Viceministerio del Agua, la Gobernación de Cochabamba y el Concejo Municipal de Cercado dejaron plantados este martes por la mañana a los representantes del área cuando debía instalarse una nueva reunión para buscar una solución al problema.
"Es hora de manifestar que la tercera guerra del agua ya está declarada y las más de 80 otebés con aproximadamente 50.000 habitantes ya no actuaremos con paciencia. La recuperación del aprovechamiento de los 18 pozos profundos es un hecho por las buenas o por las malas", advirtió en la lectura del documento.
Los vecinos de El Paso exigen el uso exclusivo de las fuentes de agua porque decenas de parcelas de su región "están secándose".
Se les planteó hace varios días que se abra otros pozos para su empleo, pero rechazaron la propuesta.
En los últimos días, amenazaron con tomar la planta de control del bombeo de agua de los pozos, por lo que se envió un contingente policial para su resguardo.
El alcalde del municipio de Cercado, Edwin Castellanos, anunció que un equipo técnico irá a la zona este miércoles para ofrecer soluciones al conflicto y evitar que se cumpla la amenaza de los movilizados.
La resolución vecinal surgió casi de manera paralela a la solución de otro problema provocado por los comunarios de Chapisirca, en la parte alta de Tiquipaya, quienes desde el pasado domingo cerraron las válvulas de provisión de agua de la represa de Escalerani por el incumplimiento de varias promesas.
Una comisión liderada por el jefe de coordinación con los movimientos sociales de la Gobernación de Cochabamba, Feliciano Vega Monte, logró la firma de un acuerdo para reactivar proyectos productivos y de construcción y mejoramiento de caminos en el lugar que fueron prometidos hace meses por la primera entidad regional y el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa).
El dirigente Nazario Espinoza dijo que se logró la promesa de la habilitación de caminos, así como la apertura de ramales, y un pago de 170.000 bolivianos como resarcimiento por la muerte de animales hasta antes de 2010, entre otros beneficios.
El provisionamiento de agua para 160.000 familias de la zona Sud de la ciudad de Cochabamba quedó en riesgo el martes, luego que habitantes de la región de El Paso, en Quillacollo, se declararan en pie de guerra y amenazaran con cortar el suministro para lograr la devolución y el aprovechamiento de 18 pozos profundos en su región.
"La gente de El Paso piensa y de manera inteligente pide y da este ultimátum hasta el día viernes 9 de septiembre de la presente gestión, para evitar que corra sangre de nuestros hermanos gracias a la negligencia de las autoridades. El estado de alerta y el pie de guerra ya está determinado", establece una resolución expedida en las últimas horas por los vecinos del área en conflicto.
El dirigente Plácido Molina explicó que el documento surgió luego de más de una semana de demandas para que el uso de los pozos abiertos hace 15 años en El Paso vuelva al control de los habitantes del lugar dedicados a la agricultura, con lo que se cortaría el suministro de agua al área sud de la urbe cochabambina.
Dijo que el comunicado público fue lanzado porque las autoridades del Viceministerio del Agua, la Gobernación de Cochabamba y el Concejo Municipal de Cercado dejaron plantados este martes por la mañana a los representantes del área cuando debía instalarse una nueva reunión para buscar una solución al problema.
"Es hora de manifestar que la tercera guerra del agua ya está declarada y las más de 80 otebés con aproximadamente 50.000 habitantes ya no actuaremos con paciencia. La recuperación del aprovechamiento de los 18 pozos profundos es un hecho por las buenas o por las malas", advirtió en la lectura del documento.
Los vecinos de El Paso exigen el uso exclusivo de las fuentes de agua porque decenas de parcelas de su región "están secándose".
Se les planteó hace varios días que se abra otros pozos para su empleo, pero rechazaron la propuesta.
En los últimos días, amenazaron con tomar la planta de control del bombeo de agua de los pozos, por lo que se envió un contingente policial para su resguardo.
El alcalde del municipio de Cercado, Edwin Castellanos, anunció que un equipo técnico irá a la zona este miércoles para ofrecer soluciones al conflicto y evitar que se cumpla la amenaza de los movilizados.
La resolución vecinal surgió casi de manera paralela a la solución de otro problema provocado por los comunarios de Chapisirca, en la parte alta de Tiquipaya, quienes desde el pasado domingo cerraron las válvulas de provisión de agua de la represa de Escalerani por el incumplimiento de varias promesas.
Una comisión liderada por el jefe de coordinación con los movimientos sociales de la Gobernación de Cochabamba, Feliciano Vega Monte, logró la firma de un acuerdo para reactivar proyectos productivos y de construcción y mejoramiento de caminos en el lugar que fueron prometidos hace meses por la primera entidad regional y el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa).
El dirigente Nazario Espinoza dijo que se logró la promesa de la habilitación de caminos, así como la apertura de ramales, y un pago de 170.000 bolivianos como resarcimiento por la muerte de animales hasta antes de 2010, entre otros beneficios.